Como si la vida no fuera lo suficientemente cruel, todo empeoró la próxima vez que Hyukjae abrió sus ojos.
Siempre se quedaba dormido lo más tarde que podía cuando estaba con Donghae, y lo más temprano posible cuando no estaba con él. Hyukjae hacía eso porque quería pasar el mayor tiempo posible con el menor y lo menos posible cuando estaba sin él. Es por eso que quiso arrancar su cabello por la frustración cuando las brillantes letras de su teléfono gritaron en su rostro que eran apenas las tres de la madrugada. Quería volver a dormirse, esperando ser capaz de simplemente saltar ese día y estar con Donghae de nuevo. Lo intentó; realmente lo intentó por más de una hora. Pero no funcionó; sintió como si nunca antes hubiera estado más despierto que en ese momento.
Pero quizás era mejor de esta forma.
Hyukjae hizo a un lado las sábanas y encendió la lámpara sobre su mesita de noche. Luego permaneció recostado allí y observó el techo, que brillaba con el destello de la lámpara.
¿Era esto un castigo? ¿Había hecho algo tan malo en su vida anterior para merecer todo esto? ¿O era esto un castigo por no ser capaz de salvar a Donghae? Tal vez lo era - y si lo era entonces pensó que lo merecía.
No había duda. Sí, verdaderamente se merecía esto.
Levantando su teléfono de nuevo, deslizó su dedo por la pantalla. Sin notarlo, ya había abierto la galería, y observaba las imágenes que había guardado. La sonrisa de Donghae fue lo que vio en la mayoría de ellas, pero en vez de deslumbrarse por ellas como pensó que lo haría, su corazón se hizo más pesado. Demasiado pesado. Pensó que en medio de todas esas fotos no había ninguna que fuera capaz de representarlo, de revelar el tipo de persona que era Donghae. O que había sido.
Sin pensarlo dos veces, dejó caer descuidadamente su teléfono sobre el colchón.
Donghae estaba demasiado lejos de él en esas fotografías, se sentía como si las hubiera tomado hace años cuando solo habían sido hace unas semanas o días atrás. Al menos eso fue lo que pensó; realmente no supo qué día fueron tomadas. Pero supo perfectamente dónde había estado solo hace algunas horas.
Sus dedos frotaron sus labios y pensó que todavía podía sentir la presión de los labios de Donghae sobre los suyos, pensó que todavía podía oírlo, sentirlo. Había estado con él solo hace unas cuantas horas y aun así se sentían como días. Estar con el menor era lo que anhelaba, lo que deseaba y hace algún tiempo pensó que no podría ser más feliz porque aún podría estar con él, sin importar lo que hubiera ocurrido. Pero ahora había cambiado de opinión.
Estar con Donghae dolía, y saber que todos esos toques y besos no eran reales dolía aún más. No quería quedarse dormido cuando estaba a su lado, pero al mismo tiempo tenía un poco de miedo de verlo de nuevo. Porque sus días estaban contados y llegaría el día en que el menor se iría - si no podía evitarlo. Hyukjae tenía miedo de esa despedida final, miedo de descubrir lo que había ocurrido y miedo de cerrar sus ojos. Era paradójico; quería estar con Donghae y al mismo tiempo no quería, pensando que tal vez era mejor dejar de verlo para poder despedirse, dejarlo ir y tratar de comenzar una vida de nuevo. ¿Pero era eso lo que realmente quería?
No lo supo. Todo lo que sabía era que ya no quería cambiar de mundo y que ya no quería estar en ninguno de ellos. Quería que alguien llegara y lo despertara de esta pesadilla que estaba viviendo y poder estar con Donghae de nuevo sin temer por la vida del menor en cada segundo. Sí, eso era lo que realmente quería.
El pelirrojo siseó cuando inconscientemente apretó los dedos de su mano herida. Esto de nuevo.
¿Cómo podía esperar que alguien lo despertara de todo esto cuando incluso incrustando su puño contra un espejo y dejando su piel abierta debido a los fragmentos no pudieron despertarlo? ¿A quién estaba tratando de engañar aquí? No había manera de despertar de todo esto y no pudo decidir si dormir por el resto de su vida era mejor.
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Between Sleeping and Waking
FanficAl despertarse de una pesadilla, Hyukjae se encuentra en una realidad tan extraña y desconocida que comienza a creer que su pesadilla nunca terminó. Cuando abre sus ojos al día siguiente, todo parece estar bien de nuevo y no desperdicia mucho tiempo...