Love don't die. [Larry Stylinson][Alternativa][Stubborn Love]

Epílogo: El blanco es genial.

«“Hey, te amo.” Will, sonrió, con su perfecta y blanca sonrisa.

“También te amo”. contestó, Harry. Mirando a su prometido tomar las llaves del auto. Will movió el fleco de su cara con la cabeza. Acomodó su chaqueta de cuero y lo miró.

“Volveré pronto”.

Sintió la puerta cerrarse y el rugido del motor después. Él suspiró. Pasó un largo tiempo desde que Harry sentía esas cosas con alguien, como si le faltase el aire cada vez que William no estaba, como si se ahogara. Harry, en realidad, se había enamorado perdidamente esta vez. Se sentó en el sofá, a ser un vago quizá como siempre lo fue. Encendió la televisión, pasando por los canales sin encontrar nada interesante que ver, por lo que dejó una película. Acomodó su cabeza en el respaldo del sofá, sin darse cuenta de que, minutos más tarde, se quedaría dormido.

Harry abrió los ojos. Una noticia se intercalaba con su sueño. Pestañeó alejando la pesadez de su despertar. Sus oídos escucharon la noticia antes de que su cerebro captara la señal y la comprendiera.

“Interrumpimos la programación especial para dar una noticia de último minuto. Un accidente automovilístico deja a un joven reconocido como William Austin sin vida. El impacto se llevó en la ruta cinco, donde un conductor en estado de ebriedad chocó con el auto del joven de 23 años, éste murió de inmediato.”

Nunca supo cómo llegó a la ruta 5. Sólo supo que estaba ahí, viendo el auto chocado, las ambulancias y los autos de policías y a éstos mismo alrededor de la gente, intentando hacer que no pasaran más allá de la cinta amarilla. Harry corrió, escuchando los gritos de las personas a las que empujaba a lo lejos, intentando ser detenido por algún policía. Traspasó la cinta rompiéndola.

“Mierda, no otra vez, no.”

El rizado se acercó al cuerpo sin vida de Will, mirándolo sin poder creerse aún lo que estaba pasando. Las voces se empezaron a apagar de un momento a otro, ahora siendo un silencio. Harry no podía sentir nada. Tomó la mano de Will, ahí donde descansaba su ilusión. Cosa que le había dado hace unos días atrás. Sus ojos ardían en lágrimas que no podían salir.

“Esto no puede estar pasando.” sollozó. “No de nuevo.”

Los ojos de Will se abrieron de golpe. Pero en vez de tener esos iris azules que le habían enamorado, ahora todo estaba en blanco. Sus ojos estaban en blanco y miraban a Harry sin hacerlo realmente. El rizado soltó su mano.

“Harry, despierta.” una voz gutural, que no era la suya, le ordenó.

“¿Qué?”. miró atónito al cadáver. 

“Despierta.” murmuró. “¡Harry!.” 

La boca de Will se abrió de forma descomunal, la oscuridad empezaba a emerger. Harry se echó hacia atrás justo a tiempo, sin embargo, todo se volvió negro. Sólo podía escuchar el latir de su desbocado corazón.»

Se despertó de un sobresalto, abriendo los ojos desmesuradamente, se sentó en la cama. Gotas de sudor cubrían su torso desnudo, cayendo como una cascada al igual que en su frente, su piel estaba más pálida de lo usual. Tragó. Sus ojos verdes indagaron por toda la habitación en busca de algo fuera de lo común y a Will, sobre todo a Will; observó el lado de su cama vacío y frío. Se desesperó, después del sueño que tuvo, sus nervios encontraban a flor de piel y que su prometido no estuviera era para alterarlo de la menor manera posible. Iba a salir de la cama cuando el castaño de ojos azules entró con el pantalón de pijama y su torso desnudo, con una bandeja en mano. El desayuno. La ilusión brillaba en el dedo anular de su mano izquierda.