Love don't die. [Larry Stylinson][Alternativa][Stubborn Love]

¿Es en serio, Harry?

Special guest: George Shelley (Union J).

Las clases no podían ser peor. En realidad sí podían, ya que Will no estaba ahí. El rizado suspiró enfretándos a lo que tenía que hacer.

Harry entró en el aula con su típico caminar despreocupado en sus típicas botas cafés, ahora arregladas como por enésima vez. Caminó hasta su escritorio negro que estaba frío, dejando el bolso café y algunas hojas de algunas pruebas revisadas sobre él. El bullicio aún no se acallaba incluso cuando hizo presencia, por lo que Harry, al terminar de ordenar sus cosas y dejar todo en su lugar, miró a sus alumnos haciendo un sonido para llamar su atención. Los alumnos le miraron cesando sus murmullos inmediatamente.

Si alguien creía que Harry antes era hermoso, ahora lo era más ya que el brillo y la vitalidad habían vuelto a sus ojos y a su vida, todo eso gracias a Will. El rizado paseó la vista por cada uno de sus alumnos, escrutándolos con la mirada antes de añadir:

—Bienvenidos a un nuevo semestre de universidad en literatura.— sonrió, mostrando sus hoyuelos y cruzándose de brazos. Creyó oír algunos suspiros provenir de sus alumnas.— ¿Cómo fueron sus vacaciones?, ¿leyeron o sólo se dedicaron a consumir drogas y alcohol?.

La clase rió, no porque fuera gracioso, sino porque era cierto. Una chica de cabello negro, ojos verdes y una figura llena de curvas alzó la mano para decir o preguntar algo.

—Dime, Kathie.— señaló, Harry a la chica. Ella le sonrió.

—Naturalmente.— empezó.— leí lo que dijo que teníamos que leer.— hizo un gesto con su mano y sus largas uñas pintadas de rojo pasión.— ya sabe, Hamlet. Pero quería preguntarle, ¿qué hizo usted en vacaciones?.

Los alumnos empezaron con sus propias conjeturas respecto a eso. Los murmullos se extendieron por la sala casi de inmediato cuando Kathie terminó de hacer la pregunta, sin embargo, todos miraban a Harry esperando una respuesta. Imágenes de él y William en cada tipo de situaciones, desde que lo había conocido hasta las noches más tiernas y románticas que crearon juntos, hicieron presencia en la mente de Harry. Sintió sonrojarse, pero no le iba a dar el gusto a los demás de verlo hacer eso, por lo que se mentalizó, controló su voz y dijo:

—Creo, señorita Manson.— sonrió de lado.— que eso no es de su incumbencia.

Los chicos rieron viendo a la pelinegra fruncir el ceño y bufar con sus labios, también, pintados de rojo. Harry se dio vuelta hacia la pizarra, respirando profundo. Soltó un suspiro de alivio. 

—Bien, saquen sus cuadernos o lo que sea que trajeron para anotar.— comentó sacando un marcador y escribiendo en la pizarra.— hoy analizaremos una de las obras maestras de Shakespeare: Hamlet.

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Will miró el lado vacío a su lado en la cama. Suspiró. Sabía que Harry se había ido a la universidad, pero se había acostumbrado a su presencia cada mañana desde que habían empezado a dormir juntos. La cama matrimonial se sentía más grande de lo que era. Will miró la hora. Diez y treinta minutos, hora de irse. Se levantó de la cama con pereza. Más pereza que un oso perezoso. Se estiró haciendo que sus músculos se tensaran y su tatuaje de árbol creciera un poco más. Rascó su cabeza encaminándose hacia la ducha.

Las pequeñas y cristalinas gotas de lluva se juntaban para formar un gran chorro de agua que daba justo en la cabeza de Will, el vapor de la ducha empañaba el vidrio y abrigaba la habitación. Will cerró los ojos mirando hacia el cielo, sonrió pensando en Harry. En lo hermoso que era, en lo cariñoso y atento, en que a veces se comportaba con un demonio en el cuerpo de un ángel.