Love don't die. [Larry Stylinson][Alternativa][Stubborn Love]

¡Sorpresa! A que no lo esperaban, ¿verdad?

 —¿Estás saliendo con él?. —Nick pretendió no parecer dolido.— ¿con William?.

Sol. Eso era todo lo que cubría el cielo azul de Londres, las calles estaban plagadas de nieve que se había puesto dura pero que se empezaba a derretir por el hermoso sol que había salido. Era un día estupendo y para Harry lo era más, aunque, por su situación, podría pasar un huracán y para él seguiría siendo un gran día. Le sonrió a Nick, alzando una ceja.

—Sí. ¿Tiene algo de malo?.— preguntó el rizado, guardando su mano derecha en el bolsillo de su jean.

El castaño lo miró intentando decidir qué decir respecto a eso.

Nick había quedado de pasar a buscar a Harry para ir a la panadería caminando, ya que él tenía que ir a buscar un pedido justó ahí, por lo que aprovechó también la situación para verlo; sin embargo, no esperaba que Harry ya tuviese novio en menos de dos semanas. Nick esperaba que la muerte de Louis le afectara un poco más, aunque suene egoísta, sólo para poder entrar en acción y tener algo con él por fin después de tantos años, al parecer, el mundo no estaba a su favor o él había llegado tarde, la segunda opción parecía más correcta. Le sonrió forzadamente antes de añadir:

—Me alegro por ti. Es sólo que....— “esperaba que algún día pudiésemos tener algo”. pensó. Sin embargo, no lo dijo.— ¿no crees que es demasiado pronto?.

—Nunca es demasiado pronto para nada.— contestó Harry mirando el suelo, una sonrisa se asomó en su labios.— si lo sientes demuéstralo, porque después puede ser demasiado tarde.

A Nick le cayó como un balde de agua fría.

Caminaron unas cuántas calles más en silencio. Harry estaba sumergido en sus pensamientos, que estaban ocupados con una par de ojos azules de un mirar tan intenso que sólo pensarlo le hacía sonrojar, un cabello castaño desordenado y con un flequillo corto en la frente; una hermosa sonrisa torcida y una tez blanca. Will dormio, Will cocinando, Will con ese gorro de lana que le hacía ver arrebatadoramente tierno. Eso era todo lo que su distorcionada mente podía pensar en esos momentos. A Harry se le salió un suspiro enamorado. Nick le alzó una ceja, haciendo una mueca. El rizado no lo notó.

Harry entró en la panadería seguido por Nick, el oji-verde buscó de inmediato a su novio por todo el local y a través del gentío que se formaba a esas horas, hasta que dio con él. Llevaba una bandeja en mano, con algunos pedidos para los clientes frecuentes que se encontraban en el local, la dejó en la mesa más cercana llevando café y pastelitos a una pareja que conversaba animadamente cerca del mostrador. William llevaba un gorro de lana negro sobre su cabello, unos jeans claros y el delantal del local sobre el sweater que se le quedó a Harry en su casa el día de la tormenta de nieve. Tenía sus mangas dobladas porque le quedaba demasiado grande. El rizado sonrió con ternura acercándose a paso apresurado por detrás de Will, le rodeó la cintura con sus fuertes brazos y escondió su cabeza en su cuello.

Will rió.

—Hola, ricitos.— saludó William a su novio. Se giró en sus brazos, quedando frente a él.— ¿cómo estás?.

—Mejor, ahora que estoy contigo.— comentó Harry casual.

Y por primera vez en todo el tiempo que conocía a su, ahora, novio, William se sonrojó.

El rizado se acercó a él con suma delicadeza, rozando sus labios con los de su amado, capturándolos luego en un tierno y corto beso, los suaves labios de Will pedían un poco más que ese pobre roce; sin embargo, algo que no debían olvidar era que estaban en un local y la personas estaban mirándolos, no todos los clientes, pero sí la mayoría. Will pensó en hacérselo pagar más tarde, cuando por fin estuvieran solos y no hubiese nada que interfiriera entre ellos. Absolutamente nada. Se separó de Harry con algo de dificultad y casi a regañadientes, cuando lo oyó.