Los tres chicos estaban afuera del gimnasio, preparando sus cosas. Carlos se quitó su mochila dandosela a Mal, quien la abrió revisando la cantidad de globos.
—Bien, ¿ya saben qué hacer?
—Cierro la puerta detrás de las gradas y la puerta principal, antes de que la princesita se acerque a las gradas.—repitió Carlos más para si mismo.
—Me acerco a ella y la llevo hacia las gradas.—Jay se acomodó su chaleco.
—Después yo salgo de las gradas, les doy los globos e inicia la fiesta.—Mal sonrió cerrando la mochila y colocándosela.
—Exacto.—dijeron los dos al unísono.
Los tres entraron a la escuela mientras se separaban, los chicos entraron por la puerta principal y Mal siguió derecho por el pasillo hasta después de un rato girar por el otro pasillo que la llevaría a la trasera. Entró con cuidado de no hacer ruido y se escondió tras las gradas. Se acercó a uno de los espacios entre las gradas mientras observaba a sus amigos hacer su parte.
Carlos se acercó primero a la puerta trasera y la cerró, después se quedó parado en la principal, esperando el momento. Jay caminó hacia la peliazul que estaba en un grupo de niñas hablando animadamente, se abrió paso entre ellas escuchando un reproche de la dos niñas que había empujado levemente.
—Evie, feliz cumpleaños.—se acercó a ella con los brazos abiertos y la abrazó—¿Podemos hablar?—sonrió picaramente a lo que ella se sonrojó y caminó con él.
—¿De qué querías hablar, Jay?—lo miró apenada mientras enroscaba uno de sus rizos en su dedo.
—Quiero estar un poco más alejados, necesito decirte esto en privado.—tomó su mano y la llevó hacia las gradas, colocandola de espaldas de ellas.
—¿Qué pasa?—preguntó nerviosa al ver que Jay se acercaba, pero el se acercó a su oído mientras hacía una seña con su mano a su amiga, la cual le hizo otra a Carlos quien cerró la puerta.
—Caíste en la trampa.—le susurró y se apartó sonriendo, mientras Carlos llegaba.
—¿Qué?—preguntó confundida, saliendo de su ensoñación por el acercamiento de Jay.
—Caíste pitufina.—Mal salió y le entregó los globos a los chicos.
—Mal—Evie rió nerviosa—, siento no haberte dado la invitación, lo olvidé.
—¿En serio?—miró el globo en su mano alzando una ceja.
—Sí, realmente lo siento.
—Claro—miró a los demas—, no lo creo, pitufina.—le lanzó el globo, después Carlos y Jay y así siguieron hasta que los globos se acabaron y los gritos de Evie pararon de escucharse al mismo tiempo.
Hubo un silencio en el gimnasio, solo se podía escuchar la respiración agitada de Evie. La peliazul trató de caminar pero se resbaló con la pitura del piso, cayendo sobre su espalda. Todos vieron la escena atonitos, pero despues explotaron en risas.
Mal se acercó a Evie y se colocó a su estatura.
—La próxima vez no lo olvides.—tomó pintura del piso y se la lanzó a la cara para después levantarse.
Caminó hacia sus amigos y chocó los cinco con ellos, los tres empezaron a caminar a la salida, después de todo, su trabajo ya estaba hecho.
—¡Tú solo eres una niña que cree ser mala!—Mal se dio vuelta observando a Evie parada.
—¿Qué acabas de decir?—preguntó con tranquilidad hacia ella.
—¡Lo que oíste!¡No me vas a arruinar mi cumpleaños, estoy bien, porque todas estas personas vinieron a mi cumpleaños por que quisieron, mientras que a los tuyos nadie va!—Mal estaba por reprochar pero Evie volvió a gritar—¡Ahorrate tus palabras, acéptalo, tú no tienes amigos, nadie te habla por miedo por que segun tú eres la más mala!¡Ellos!—señaló a Jay y Carlos—¡Solo están contigo por interés, sí son tus amigos nadie los molestará, serán libres de hacer lo que quieran!¡Acéptalo, nadie te quiere!
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Descendientes: Antes y después de Auradon [CORRIGIENDO]
FanfictionEl destino...Todos tenemos uno, es inevitable al igual que es imposible querer huir de él. El sentir y el creer, son cosas parecidas pero no son lo mismo. Debes tener cuidado de las cosas que haces por tu sentir. No siempre resulta bien. [...] PRIM...