Capítulo 18

560 33 1
                                    

—¿Hijo?—si la mandíbula de las personas pudiera abrirse más de lo que se puede, la mandíbula de Mal llegaría al suelo.

—Sí.—dijo jugando con sus pequeños brazos regordetes.

—¿Cuánto tiempo tiene?—preguntó Mal hipnotizada por el niño.

—Le faltan tres meses para cumplir un año.

—¿Cómo se llama?

—Darren.

—¿Es niña o niño?

—Me siento en interrogatorio.

—Sólo contesta.

—Niño.

—Pero, sí tienes un hijo, donde está tu...—no sabía como llamarla, ¿su cuerva? ¿su esposa?

—¿Esposa?—Mal asintió—Prefiero no hablar del tema.

—Está bien... ¿Puedo cargarlo?—Diavall asintió y Mal tomó al pequeño bebé.

—Está bien bonito.—le empezó a hacer cosquillas en el pequeño cuello haciendo que riera.

—Sí se parece a mi, tiene que estar bonito.—Mal comenzó a reír a carcajadas.

<<Ojalá y no.>> pensó Mal aún muriendo de risa.

—Te escuché, ¿sabías?—le dijo Diavall.

—Era el punto.—siguió riendo.

—¿Terminaste?

—Ya, ya terminé.—se limpió una lágrima que se le escapó cuando reía.

Después que dejó de reír la pelimorada, se escuchó otra risa, una mas suave y menos escandalosa.

—Mira, ya se lo pegaste.—dijo Diavall al ver a su hijo riendo también—No le hagas caso hijo, está loca.

—Tendremos que buscar ropa para bebé y hechizarla para que no se desvanezca cuando se transforme en ave.

—No tengo dinero.

—Pero si la busco yo, pensarán que estoy embarazada.

—No te conocen, no importa.

—Diavall, todo Auradon y los reinos vecinos conocen a la hija de Maléfica que era novia del rey Ben. Entonces, si ves a la hija de Maléfica comprando ropa de bebé ¿qué te hace pensar eso?

—Ehh... Cierto.

—Mira, haremos esto. Tengo dinero guardado, voy a comparar cosas para bebés y nos vemos en este lugar.

—Está bien.—los dos se levantaron y Mal le dio el bebé a Diavall.

—Nos vemos pronto, Darren.

[...]

—Ya te dije que no estoy embarazada.

—Pero estás viendo cosas de bebés, y traes cosas de bebés.

—Y eso qué, es para el orfanato.

—Mal sabes que puedes contarme todo, acaso antes de terminar Ben y tú...

—¡¡Que no!!—dijo en un fuerte grito ocasionado que todos las voltearan a ver, por lo que tuvo que bajar la voz, casi a un susurro—Evie no estoy embarazada.

Mal se había encontrado con Evie justamente cuando entró a la tienda de bebés, entonces ella no dejó de preguntarle desde que la siguió.

—Mal, sé que estás mintiendo.

Descendientes: Antes y después de Auradon [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora