Descendientes: Antes y después de Auradon [CORRIGIENDO]

Capítulo 27

Habían pasado tres semanas desde lo sucedido entre Mal, Zivon y Ben.

La pelimorada siempre huía de ellos dos, pasó de ser la chica más temida y osada a ser un tipo de gallina. Lo que hace el amor, ¿no?

Hoy parecía estar revuelto.

Los cuatro villanos estaban confundidos, exactamente como pasó con los chicos.

Blake, se había enamorado, no de una chica, sino del tourney, hasta curiosamente se había hecho amigo de todo el equipo, incluyendo a Jay y Carlos.
Matt, también jugaba tourney y era amigo de todo el equipo, pero se enamoró, no como Blake, él sí se enamoró de una chica.

Ya reconsiderandolo, hay un problema de amor entre los villanos.

Zivon, se enamoró de Mal, aunque él ya lo estaba desde el día en que llegaron, aprovechaba el supuesto plan, para estar cerca de ella, sin que sus amigos lo consideraran debil por el amor.
Yza, se enamoró, aunque lo de ella parecía predecible, no se enamoró de Ben, fue de alguien más.

Todo eso pasó, durante las tres semanas, pero qué se podía esperar cuando hablamos de adolescentes.

Lo unico que no cambiaba con el tiempo, eran los sentimientos de Ben hacia Mal y los de Mal hacia Ben.

—Mal, despierta.—La pelimorada sintió como movían su cuerpo.

—Cinco minutos más—dio un manotazo a esa mano que la sacudía y se giró.

—Mal, sino despiertas dejaré entrar a Ben a la habitación.—Mal se despertó de golpe y cayó de la cama.

—Ni se te ocurra.—Ya había sucedido una vez. Ben había ido a su habitación, Evie trató de levantarla pero no pudo, así que dejó entrar a Ben quien la levantó, hasta que Mal se dio cuenta quien la había despertado.

—Tranquila, Ben no esta. Ésta vez, sólo quería que despertaras.

—¿En serio? Es sábado, sábado, Evie. Significa descansar, por si no lo habías notado.—Mal se cubrió la cabeza con una sabana.

—Vamos, Mal, no quiero dormir y estoy aburrida.

—Juega con Diavall y Darren.

—Diavall salió con Darren.

—Entonces juega a ver la televisión.

—Eso no es un juego.—Volvió a moverla.

—¡Ahg, está bien! Deja que me cambie, al menos.

—Está bien.—Respondió emocionada mientras se levantaban de la cama.

Mal se levantó y tomó ropa de su armario, entró al baño y se dio una ducha. 30 minutos después salió cambiada.

Traía un pantalón de mezclilla, una blusa morada, una sudadera negra, tenis negros y tenía su cabello recogido en una coleta, ya lo tenía largo.

—Estás bien desarreglada.

—Y eso qué, se supone que quieres jugar o algo por el estilo. Además te apuesto a que no podrás correr con los tacones, aunque no entiendo, traes ropa igual a la mía pero con tacones.

—Bien.—Evie se quitó los tacones y se puso unos tenis negros, traía una camisa blanca con azul y un short de mezclilla.

—Ahora, ¿a dónde vamos?—preguntó Mal cuando salieron de la habitación.

—Yo que sé.

—Tú eras la que quería salir, deberías saber.

—Bueno... Que tal si vamos al jardín de la preparatoria.