Capítulo 9

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Cinco años después......

El chico no despegaba la mirada de la ventana, ni siquiera sentía cuando le tomaban las medidas, desde que había subido a ese pequeño escalón.

—Cabeza.—el costurero tomó su mandíbula y la movió al frente, mientras media su cabeza.

—¿Cómo es posible que vayas a ser coronado rey en un mes? Eres un bebé.—dijo su padre mientras entraba junto a su madre a su habitación.

—Cumplirá dieciséis, querido.—le respondió su madre mientras tomaba una camiseta de Ben.

—Hola, papá.

—¿Dieciséis? Es muy joven para ser rey, yo no tomé una buena decisión hasta que tuve... Cuarenta y dos.

—Decidiste que nos casaramos a los dieciocho.

—Eras tú o una tetera, amor—le guiño el ojo a su hijo ocasionando que riera mientras su esposa hacía una mueca de enojo—. No es cierto.

—Mamá, papá—quiso caminar pero el costurero no lo dejó–, ya elegí mi primera proclama oficial. Decidí que los chicos de la isla de los perdidos... Ahora podrán vivir aquí, en Auradon—Bella dejó caer la camiseta que traía en sus manos–. Cuando miro hacia la isla siento que fueron abandonados.—camino sin importarle la queja del costurero.

—Los hijos de nuestros enemigos, ¿entre nosotros?

—Sólo serán algunos al principio, los que necesitan que los ayudemos.—miró a su madre buscando seguridad—Ya fueron elegidos.

—¿Eso piensas?—Bella tomó del brazo a su esposo.

—Yo te di otra oportunidad.—le recordó en tono dulce Bella a Adam—¿quiénes son sus padres?

—Cruella D'Vil—su mamá empezó a apretar el brazo de su esposo—, Jafar, La Reina Malvada y...—tomó aire, esperando lo que vendría— Maléfica.—el costurero dejó caer una libreta acompañada de un grito.

—¡Maléfica!¡Ella es la peor villana que existe!

—Papá escuchame, creo...

—¡No quiero escucharlo!—el costurero hizo una reverencia y salió de la habitación rápidamente—Son culpables de crímenes horribles.

—Papá, sus hijos son inocentes, no crees que merecen una mejor vida... ¿En serio?

El rey Bestia lo pensó un momento.

—Supongo, que los hijos son inocentes.

—Bueno, bien hecho.—su madre le acomodó el traje con una sonrisa—Bueno, nos vamos.— tomó el brazo de su esposo y los dos salieron de la habitación.

Cuando Ben se quedó solo, caminó hacía la ventana, mientras veía la isla tocó su anillo. Siempre hacía eso cuando pensaba.

Pensó en aquella niña de la isla que había lastimado, pero también recordo a los chicos que Daniell le había dicho.
Ellos debían conocerla.

[...]

Mientras tanto en la isla de los perdidos, una pelimorada hacía un graffiti en una pared...

Cuando pasó una mamá con un niño, Mal tomó el dulce que traía, se giró a ver a los demas y levantó el dulce en forma victoriosa a lo que todos rieron. Aunque por alguna razón todo salieron corriendo y gritando. Mal sabía por qué. Se aclaró la garganta y se giró.

Descendientes: Antes y después de Auradon [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora