Capítulo 21

517 30 1
                                    

Evie y Mal ya estaban usando sus pijamas, tenían su cabello recogido en una trenza, el cabello de Mal estaba largo casi igual que el de Evie.

—Evie hazme espacio.—dijo Mal sentándose en la cama de Evie.

Diavall y Darren iban a dormir en la cama de Mal y ella con Evie.

—No me vayas a tirar.

—Cómo crees.—Mal sonrió inocentemente.

—Te va a tirar.—dijo Diavall acariciando el cabello de Darren.

—No ayudas.—dijo Mal.

—Lo sé.

Cuando Mal se iba a recostar, un ruido los sobresaltó. Eran repetido golpes en la puerta, no tan fuertes ya que era tarde.

—¡Chicas! Somos nosotros, Jay y Carlos.

—Los chicos.—susurró Evie.

Diavall rápidamente se levantó de la cama y tomó a Darren en sus brazos, el cual tenía el sueño pesado, seguía dormido.

—¡Chicas!

—¡Ya vamos!—dijo Evie tomando todas las cosas de Darren y metiendolas en el armario al igual que Mal.

—¿Dónde me escondo?—preguntó susurrando.

—En el bañom—dijo Mal a lo que Diavall rápidamente obedeció.

Mal se sentó en su cama mientras Evie abría la puerta.

—¿Qué pasa, chicos?—pregunto Evie cuando los vio a los dos en pijama.

—¿Y por qué vinieron en pijama?—preguntó Mal desde su cama.

—Eso no importa.—dijo Jay entrando a la habitación seguido de Carlos.

—Claro, pasen, no importa.—reprochó Evie cerrando la puerta.

Los chicos se habían sentado en la cama de Mal e Evie no tardo en hacer lo mismo, de modo en que los cuatro estaban en un tipo de circulo.

—¿Ahora nos dicen qué pasa?

—Promete no alterarte.—le dijo Carlos a Mal.

—No prometo nada.

—Que reconfortante.—dijo sarcastico Jay.

—No importa, dile, se enterará de todos modos.—le dijo Carlos a Jay.

—Por tercera vez chicos, ¿qué pasa?

—Ben terminó con Cristel.

—¿Qué?—preguntaron Evie y Mal, estaban muy sorprendidas, en especial Mal.

—¿Por qué?—preguntó la pelimorada.

—¿Cómo lo saben?—le siguió la peliazul.

—Bueno, estamos en un tipo de noche de chicos. Ahora, Jay y yo se supone que estamos en el baño.

—Pero en cuanto nos enteramos venimos a decirles.

—A ver, a ver, diganlo bien, ¿cómo pasó todo?

—Mira, Jay y yo jugabamos un videojuego en la habitación de Ben y Chad. Estabamos reunidos para una noche de chicos, todos estaban sentados en las camas mientras nosotros jugabamos, pero escuchamos el tema y nos acercamos.

—Escuchamos que Ben terminó con Cristel, no dijo por qué, sólo dijo eso y que terminaron en buenos terminos y siguieron siendo amigos. Pero que todo eso paso en el receso de hoy—continuó Jay—, después de que terminó de contar, inventamos la excusa de que estamos en el baño para poder decirles.

—Eso qué me importa.—dijo Mal sintiendo un pequeño sentimiento de esperanza.

—¿No creen que es raro que haya terminado con Cristel de la noche a la mañana?—dijo Evie mientras pensaba.

—¿Saben qué creo?—dijo Jay a lo que Evie asintió—Creo que Ben, al ver como Zivon se acerca a Mal, sintió celos y quiere volver con ella.

Mal lo miró dudosa, puede que tuviera razón, todo encaja. Aunque ella seguía sin creerlo.

—No lo creo, Jay.—dijo Mal.

—Mal, tal vez Jay tiene razón, deja que el tiempo pase y verás que nosotros tenemos razónm.—le dijo Carlos.

—Tenemos que irnos, ya tardamos mucho.—dijo Jay caminando hacia la puerta.

—Piénsalo.—fue lo último que le dijo Carlos cuando los dos salieron de la habitación.

—Ya puedes salir.—dijo Mal, la puerta del baño se abrió y salió Diavall.

—Mal, creo que tus amigos pueden tener razón.

—Chicos, no toquen el tema ¿quieren?, vamos a dormir.—dijo la pelimorada recostandose de un lado en la cama de Evie.

[...]

—... Mal, Carlos e Yza.—al escuchar su nombre, la pelimorada levantó la vista de su cuaderno.

—¿Qué?

—Señorita, debería prestar más atención a la clase que a su cuaderno.

—Lo siento, profesora.

—Como decía, esos son sus equipos. Deben hacer un resumen sobre cualquier tema de la historia de Auradon y una maqueta sobre ello.

—Entonces, ¿ellos son mi equipo? —la maestra asintió y justo sonó el timbre del receso.

Carlos se levantó y caminó hacia Mal, al igual que Yza.

Mal estaba guardando sus cosas cuando Carlos llegó con ella, así que ella cerró instantáneamente el cuaderno y lo guardó.

—¿Qué era?—preguntó el chico.

—Nada, enano.—ella le sonrió.

—Bien, ¿cuándo hacemos el trabajo?—preguntó Yza cuando llegó con ellos.

—No creo que tardemos mucho, podríamos hacer el resumen y la maqueta ahora en el receso.

—Por mi bien.—dijo Carlos ante la idea de Mal, así que los dos se giraron hacia Yza.

—No me queda de otra.

—Bien, si quieres ve a la cafetería y aparta una mesa. Carlos y yo vamos a la biblioteca por unos libros de la historia de Auradon, no tardaremos.

Yza solo asintió y salió del salón, al igual que Carlos y Mal, sólo que ellos fueron hacia el sentido contrario.

Cuando los dos llegaron a la biblioteca, la cual no estaba muy alejada de la cafetería, fueron a la sección de libros de historia.

—Este sirve.—Mal tomó un libro y se lo dio a Carlos mientras seguía buscando.

—¿Qué era lo que dibujabas?—Mal se tensó.

—Nada, Carlos, cosas sin sentido.

—Mal, no mientas, sé que algo te pasa, sabes que puedes confiar en mi.—Mal tomó otro libro y miró el suelo un momento para después suspirar.

—He estado teniendo sueños de aquel lugar.

—¿El mismo lugar que soñabas cuando eras niña?

—Sí...—los dos empezaron a caminar fuera de la biblioteca con un libro cada uno—Cuando cumplí catorce años dejé de soñar con ese lugar—explicó Mal—, pero no hace mucho volví a soñar con el, y ahora no sólo en la noche. Son como un tipo de visiones, llegan en cualquier momento y no puedo dejar de pensar en el, siempre dibujo sobre ese lugar... Ya no es como antes, ahora ya no puedo sentir que estoy en el, sólo lo puedo ver. No sólo son sueños sobre ese lugar, también tengo sueños sobre animales extraños, siempre es el mismo animal, es algo muy escalofriante.

—¿No creerás que son como un tipo de visiones del futuro o si?

—No lo sé, Carlos...

Descendientes: Antes y después de Auradon [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora