5/ H a l l

281 15 16
                                    

"Puedo perdonarte todo,
menos que te intentes ir de mi lado.
Si lo haces,
te irá muy pero que muy mal."
Rubén.

Él estaba colocando juegos a si que opté por tocarle el brazo, para que se girara.

- ¡Ostia! ____ me has asustado -me reí de su cara.

Le ayudé a colocarlos, él no quería, pero me apetecía. Además él había hecho mi trabajo, ya que vine 1 hora tarde a mi nuevo puesto de trabajo. Se lo debía.

Después de hacerlo, me guió hasta un chico moreno y de ojos azules. Llevaba un gorrito que le quedaba muy bien, y tenía el pelo en plan emo. No me sonaba de nada. Quería analizar cada parte facial de cada persona que me encontrara, podría recordar algo, aunque fuesen detalles minúsculos.

Sí, lo sabía, en Madrid hay millones de personas pero alguna conocería, digo yo. Alguna habría compartido momentos conmigo. Alguna.

Miré a Alex para que me diera una explicación y solo obtuve por su parte un guiño de su ojo derecho.

- Marco, esta es ____.

(Foto acá abajo de Marco)

- ¿Eres la nueva? -asentí cabizbaja- encantado -sonrió dulcemente-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿Eres la nueva? -asentí cabizbaja- encantado -sonrió dulcemente-. Ven conmigo -miré a Alex y empezaron a salir de su boca risas continuas- tranquila, no muerdo.

Caminamos por el pasillo de la última vez, hasta que se detuvo en un punto.

- ¿Porqué te detienes? -le pregunté disminuyendo mi paso.

- A partir de aquí no puedo pasar -le miré extrañada y continuó hablando-. Hay algunos trabajadores que si pueden y otros que no. Yo soy de los que no.

- ¿Porqué? -me atreví a preguntar.

- Solo pasan los que tienen un despacho o los que tienen confianza al jefe y los que él quiere, y es mejor no desobedecerle, hacer lo que él diga.

- Vale... -musité mirando el pasillo con detenimiento.

- El despacho está al final tirando a la izquierda. Ten cuidado -se fue alejando.

"¿Cuidado? ¿Cuidado de qué y porqué?"

Intenté no darle valor a esos pensamientos y continuar andando. El sitio daba muy mal rollo y había una infinidad de puertas a la izquierda y derecha del pasillo. Parecía una película de terror, la verdad. No sabía que clase de tienda era esa, pero el jefe no se había esmerado mucho en la decoración, básicamente, a penas había. Alguna maceta, pero la planta estaba completamente seca. Que... ¿bonita?

- ¡Ahh! -grité mirando un charco- ____, te acabas de asustar de una gota que ha caído del techo. Tranquila -susurré para mi misma.

Llegué al fondo, vi una puerta. Si, esa puerta que me había dicho el chico que conocí a penas unos minutos; Marco. Supuse que era la puerta del jefe.

Su Atracción Obsesiva hacia Mi → R.D.G & ____Donde viven las historias. Descúbrelo ahora