"¡¿No lo ves idiota!?
Puedo sacar mi parte buena también de vez en cuándo, cariño."
Rubén.- Ya se puede ir, señorita -quité mi brazo de lo que se suponía que era un sofá e hice un esfuerzo por mirar hacia el que me pronunció unas palabras.
- P-pero Marco t-todavía sigue a-ahí -pronuncié débilmente. En un momento recordé que todo lo que estaba pasando era por mi culpa. No debí haberme ido a cambiar.
- No se preocupe, no tardará mucho en curarse su novio.
- ¡No es mi novio! -susurré por lo bajo. No quería dejarle simplemente, podría venir ese endemoniado a hacerle algo. Marco no es que me importe pero... Es de los pocos que se preocuparon de mi desde que estoy en la tienda.
- ¿Tiene a alguien que pueda llevarla a casa? -se atrevió a preguntar. Yo negué cabizbaja-. Es peligroso que este sola andando por las calles, chica.
"Tampoco creo que me violasen. No soy un precioso diamante de oro."
Me levanté ya que el doctor se fue, odiaba a los médicos y a los doctores. Ellos y ese olor tan característico de los hospitales me ponía negra.
Había pocas luces encendidas esta vez. No recordaba ni haberme quedado dormida ni como había venido. Malditos recuerdos. La palabra más dicha por mi seguramente era "asco de recuerdos". Y como para no.
Ya me encontraba en las puertas de aquel hospital, estaba llovizneando y yo no tenía paraguas, obviamente.
Cada paso que daba era más rápido, el miedo se invadía de mi cuerpo mojado. Tampoco quería ver ningún sitio, no quería recordar nada. Por un momento me volví a girar a ver el hospital.«Te voy a llevar a verlo ____, no quise hacerte daño.» Recordé esa frase, no sabía quién me la había dicho. Me entró instantáneamente y sin pausa un escalofrío que recorrió cada parte de mi cuerpo.
(...)
Ya me encontraba en mi casa, dejando las llaves en el llavero y llevándome las manos hacia mi pelo, agitándolo para que se fueran algunas gotas, mientras mi melena se iba deslizando por detrás de mi espalda, humedeciéndola a su paso. Fui hacia mi cuarto y me tumbé desganada contra la almohada, estaba empapada pero me daba igual.
Había sido un día muy duro para mi. Me abracé contra mi peluche de Pikachu con fuerza. Ese Pikachu siempre me había gustado, me lo había regalado un viejo amigo que hacía demasiado tiempo no sabía de él, aunque bueno. Ni sabía de él ni sabía quién era él.
"Good ____. Good."
Lo acaricié y lo acaricié, como si no hubiera un mañana, tenía siempre un mismo olor que no sabría definirlo, nunca me dio por lavarlo.
Flashback
- ¡____, ven! -fui corriendo sonriente. Siempre me había gustado dar mi mejor sonrisa a la gente. Que no se me viese triste. A veces era... Inevitable. Inevitablemente inevitable. Pero se podía. Al menos lo controlaba.
Al estar distraída me topé con rapidez con una piedra que me hizo lastimarme en la rodilla, instantáneamente me salió una herida acompañada de algo de sangre y de piedrillas alrededor de esta. Dolía.
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Su Atracción Obsesiva hacia Mi → R.D.G & ____
Fanfiction- ¿P-porqué haces e-esto? - Pequeña... una vez te dejé, pero dos no lo haré. No te vas a librar fácilmente de mi. Te prometí siempre estar contigo, y un siempre es un siempre, nena. No me hagas ser malo contigo ____, te puedo hacer mucho daño. Nunca...