Seis.

360 70 10
                                    

Antes de empezar, lo diré brevemente: si no votáis, no actualizo.
Me tomo el esfuerzo de escribir un capítulo medianamente bueno cada semana, lo menos que podríais hacer, ya que lo leéis gratis, es votar.
Si no hay más de 15 votos en cada capítulo que suba, no actualizo el siguiente.

Narra Ashton:

Al principio, a Kylie no le hizo ninguna ilusión la idea de vendarse los ojos e ir todo el camino con los ojos tapados, sin saber a dónde iba, pero finalmente accedió de mala gana. Después de que le insistiese diez veces.
Le aparté el pelo de la cara con delicadeza, y le puse el pañuelo negro sobre los ojos con cuidado. Después, se lo até llevando cuidado de no estirarle de su pelo rubio, siempre precioso y con olor a frutos del bosque.
El plan que tenía preparado para Kylie no era el plan más romántico del mundo para los ojos de los demás, pero definitivamente, para Kylie y para mí lo era, ya que era una parte muy importante de cómo empezó toda nuestra historia.
Esperaba que a Kylie le hiciese tanta ilusión como me hacía a mí.

Conduje a Kylie con cuidado desde su casa, hasta mi coche, el cuál se encontraba en la acera de en frente.
Conseguí tras mucho esfuerzo -ya que Kylie se paraba cada dos pasos para rogarme que le quitase la venda, porque "sentía que me iba a caer o tropezar constantemente, y me agobiaba"- meter a la chica en el coche.
Tras abrocharle el cinturón, aseguré que no se cayera lo que tenía colocado en las bacas del coche, en el techo, y me metí en el coche.
Me abroché el cinturón, y tras revisar todo, arranqué, con el destino muy claro en mi mente.

—¿Me puedo quitar la venda? —dijo Kylie acercándose la mano a la venda, la aparté con delicadeza.

—No. Cuando puedas quitártela, te avisaré —sentencié decidido, por lo que recibí un resoplido por su parte como respuesta—. Dime, ¿cómo se han tomado todos lo nuestro?

—Bueno, quitando el hecho de que no saben, ni yo tampoco, qué es exactamente "lo nuestro", todos se lo han tomado bastante bien —dijo haciendo ligeros movimientos con los brazos, gesticulando. Sonreí mirándola.

—¿Y la universidad? ¿Qué vas a hacer con eso? —pregunté mirando a la carretera, sabía que si le entretenía, se le haría más ameno el viaje. Aunque obviamente, me interesaba todo lo que le estaba preguntando.

—Pues... Me sacaré la carrera online mientras estoy con vosotros en la gira... Haciendo los exámenes por Internet, y eso —dijo "mirándose" las manos.

Narra Kylie:

Observé la oscuridad en la que estaba sumida al ir con el pañuelo delante de los ojos. Cuando algo o alguien te anula uno de tus sentidos, los otros cuatro restantes, se agudizan. Dentro del coche de Ashton, notaba su mano perfectamente apoyada sobre mi pierna derecha, cada milímetro de la piel de su mano, sobre mi pantalón vaquero; oía su respiración y la mía haciendo una melodía entrelazada, y por encima de la música de la radio; degustaba en mi lengua el agridulce sabor de la sorpresa, agrio por no saber qué me esperaba, y dulce por lo mismo; y percibía el olor de la característica colonia de Ashton, y su propio agradable olor corporal, y la mía propia, cuando se supone que no somos capaces de notar nuestro olor natural. También percibía algo más, pero no sabría decir con exactitud qué era. Me resultaba familiar, pero no era capaz de identificarlo. Y eso me frustraba.

—¿Ya te llega el aroma? —oí decir a la voz de Ashton mientras acariciaba mi pierna. Noté cómo el coche frenaba y se apagaba.

Unpredictable 2: Catch FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora