Cinco.

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Narra Kylie:

Dos interminables días después, todo estaba resuelto, gracias a la incesante ayuda de mi hermana.
Mi padre me había gritado como un endemoniado en el momento en el que mi hermana le contó todo, pero al día siguiente se acercó a mí y estuvimos hablando. Una de las cosas más importantes que me dijo fue que se alegraba de que sintiésemos un amor tan fuerte y puro, y que me entendía.
Pero, obviamente, añadió lo que ya me dijo mi hermana cuando hablé con ella: ya no me van a pagar nada más.
Aparte de ser completamente comprensible, me daba igual, ya que yo tenía bastante dinero ahorrado de los trabajos que tuve antes de conocer a Ashton -soy una persona muy ahorradora- y en el que tuve después de dejarlo con Ashton, y antes de que apareciese de nuevo en mi vida.
Hasta que no estuvo todo organizado, no me vi capaz de quedar con Ashton. Soy una persona que, hasta que no tiene todo atado y listo, se agobia muchísimo y no es capaz de dejar de organizarlo todo. Y si quedaba con Ashton, quería poder dar el 100% de mí y estar atenta a él, no a si me faltaba X cosa por organizar. Así que, aunque me había costado persuadirle, había convencido al chico de los preciosos hoyuelos, para quedar después de tenerlo todo listo, es decir, hoy.
El plan de hoy era un secreto para mí. Ashton me dijo por mensaje que si yo iba a estar organizando todo, él organizaría una cita perfecta, y no me diría lo que era hasta el momento. Normalmente, las sorpresas no me solían agradar mucho, pero viniendo de Ash, sabía que no sería que no me encantase.

—¿Has quedado hoy con él? —preguntó Hannah mirándome cuando me senté en la silla frente a ella, con mi café en la mano.

—Sí, pasará a recogerme por casa en media hora —dije sonriendo.

—¿Y no vas a arreglarte? —preguntó ahora Alex, algo sorprendida, ya que me conocía.

—Ashton me ha dicho que no lo hiciese. Y que no me maquillase —me encogí de hombros.

—Qué raro. ¿A dónde tendrá pensado llevarte? —preguntó curiosa Michelle antes de darle un trago a su café.

—No sé —dije sonriendo.

Tampoco me importaba mucho. Era más que suficiente con estar con él.
De todas las cosas que echaba de menos de Ashton, lo que más anhelaba, sin duda alguna, eran sus ojos.
Sus preciosos ojos verdes, con ese brillo tan característico que mostraban cada vez que me miraba.
Cuando se quedaba embobado mirando mi rostro y me pasaba un mechón de pelo tras la oreja, y entonces y sólo entonces, volvía a la realidad, sonreía y me besaba de la forma más tierna que alguien podía besar.
Sólo mirando sus ojos y su mirada hacia mí, sabía que me amaba. No necesitaba que me dijera que me quería para saberlo, aunque aún así, lo hacía.
Pero, como es obvio, echaba absolutamente todo de menos de él.
Sus abrazos, tan protectores como siempre. Su risa, que me hacía sonreír incluso sin darme cuenta y me alegraba inmensamente. Podía quedarme observando cómo Ashton reía durante horas, sin cansarme, incluso si no estaba riendo conmigo.
Su risa era algo tan especial. Veías su rostro inundado de felicidad, sus hoyuelos a cada lado de las mejillas, y el suave y cantarín sonido de su risa, y sentías que todo estaba en paz.

Miré a mis amigas, obligándome a dejar de pensar en Ashton de esa manera, ya que eso sólo haría que lo echase todavía más de menos.
Observé primero a Michelle, luego a Hannah, y por último a Alex. Se lo habían tomado tan bien todo cuando se lo expliqué, que me quitaron un peso de encima. Lo único "negativo" que dijeron al respecto es que me iban a echar muchísimo de menos, pero yo les dije que iría a verlas cada vez que pudiese.
Tuve una suerte increíble de encontrarlas a las tres. Eran unas amigas maravillosas, en todos los sentidos.

—Entonces, Kylie, ¿vas a estar en el tour con ellos, no? —preguntó Michelle mirándome tiernamente.

—Sí, mientras hago de forma online el año que me corresponde de la carrera. También intentaré conseguir algo de trabajo con el equipo del tour, para ganar algo de dinero.

Unpredictable 2: Catch FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora