Capítulo 2: Todo se vale en el amor y la guerra.

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Thomas caminaba poco a poco hacia la institución, el campo que rodeaba a la escuela era enorme y parecía más bien un bosque descuidado. A lo lejos se podía divisar la escuela, su estructura recordaba más a una catedral del siglo XIV que a una secundaria en la mitad de la segunda década del siglo XXI. La mayoría de los chicos que caminaban hacia la escuela tenían caras de asustados y muchos otros veían a los demás mientras trataban de ocultar sus caras de decepción. Cuando estaba a tan solo unos pocos metros de entrar, chocó con un chico y lo tiró al piso.

-¡Lo siento! – Gritó Thomas – no fue mi intención, es que no estaba viendo.

-Ah... no te preocupes, yo tampoco estaba prestando atención. Respondió el chico con mucha seguridad.

El chico se levantó con poco esfuerzo; era de piel trigueña, cabello amarillo oscuro y largo, tan alto como Thomas y con los ojos azules.

-Bueno, hola, me llamó Thomas. Soy nuevo, cursaré el último año de secundaria.

Al chico se le hizo una sonrisa bastante notoria.

-¿En serio? Wow, bueno, me llamo David, también cursaré último año. Oh, y también soy nuevo. –David sonrió al decirlo.

-¡Qué bueno! La verdad, espero que estudiemos juntos. No conozco a nadie y...

En ese momento recordó que no habían pasado siquiera doce horas desde que James había muerto.

-¿Sucede algo? –preguntó David con intriga.

-¡No! Perdón, no es nada... bueno, creo que es mejor que entremos. Me imagino que nos dirán en que sección quedamos.

-Eh... ¿no viste el folleto de la escuela?

-No, ¿por qué?

-En ese folleto nos decían en que sección quedamos.

-Maldición... no. Oh, espera. Recuerdo algo, mi madre me mencionó la letra C, ¿eso significa algo?

-¡Genial! Pues, sí, así es. Verás, aquí cada año es divido en 4 secciones: A, B, C y D; no es por nada especial. Pero es una suerte, yo también soy C. –David se sonrojó un poco.

-¡Bien! Bueno, veo que sabes más de esta secundaria que yo, así que me tendrás que explicar. –Thomas puso una cara tonta, tratando de opacar el dolor que sentía en ese momento.

-La verdad, es que no hay mucho que te pueda explicar por ahora. Mi recomendación es que nos quedemos juntos mientras tanto.

Thomas siguió a David por la escuela, que a pesar de tener una apariencia aterradora, solo resultó ser una secundaria común y corriente.

-Por cierto, David, no he visto mi horario ni nada de eso. ¿Qué clases veremos?

-Oh... realmente debiste haberte preparado mejor. Entramos a las 8:00 AM y salimos a las 2:00 PM. Nuestras clases son de matemática, física, química, historia, geografía, educación física, francés, literatura, psicología y biología. Tenemos clases extras si queremos; podemos elegir entre Arte, música, deporte como materia complementaria, escultura, etc. También puedes formar parte de un club.

-Genial, realmente todo me parece bien, ¿cuál es nuestra primera clase?

-Pues, lo primero sería Literatura. Entramos a esa clase en 15 minutos, podemos sentarnos y hablar un poco mientras se hace la hora. ¿Te parece? – preguntó David con mucha emoción.

-Bien, claro, claro –Thomas todavía estaba bastante distraído – espero que nuestro salón esté en el segundo piso.

David se rió con poco disimulo.

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