Capítulo 14: El mundo que ardió entre llamas azules.

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El tener que levantarse a las 3 de la mañana tenía bien descontento a todo; eso significaba que debían dormir poco y alistarse con mucha velocidad. Thomas no pudo descansar en toda la noche ya que dabas cientos de vueltas en la cama esperando conciliar el sueño, pero todos sus intentos fueron un fracaso. Pensó que sus amigos deberían de haber pasado por lo mismo.

Thomas se despertó de un beso en la mejilla que Selena le había dado.

-Cariño, son las 2:59 AM, debemos levantarnos.

Thomas se sonrojó al ver a Selena darle palmadas en los hombros suavemente para despertarlo. Bajó a la cocina y empezó a levantar a todos con la alarma de emergencia que estaba instalada allí. A los pocos minutos estaban todos reunidos mirando a Thomas con obvias caras de cansancio.

-Bueno... como ya saben hoy es el día. La segunda batalla está al caer y lamentablemente debemos darlo todo. Pero recuerden lo que siempre les he dicho, no dejen a sus compañeros solos. ¡Vayamos con todo y traigamos la paz a nuestras vidas! –Thomas los alentaba pero parecía que no obtuvo muy buenos resultados.

Se preparó el desayuno y todos se fueron arreglando. Ahora llevaban un equipo nuevo que Taylor y Carly habían construido con la más alta tecnología que consiguieron. Esta vez tenían que acabar con Denise a como diera costa y no habían chances para la duda, el miedo, el egoísmo o el odio. Corrieron a toda velocidad faltando tan sólo cinco minutos para las 5:00 AM. Ya se podía oler la muerte en el aire y chicos con sed de sangre.

Las 5:00 AM terminaron de llegar y Thomas corrió con fuerza hacia la plaza central. El camino estaba plagado de chicos peleando entre sí y Thomas tenía que ocultarse o luchar contra ellos porque todos querían matarlo. Crystal, Chad, Zoe y Selena iban al lado de Thomas como líderes de la revolución estudiantil. Lamentablemente los minutos pasaban y eran cada vez más lo caídos, Thomas quería hacer algo con rapidez para evitar eso, pero no se podía hacer nada contra lo que él mismo denominó "destino malnacido".

-Me parece extraño que Denise no se haya movido todavía. –Mencionaba Chad con extraño mientras recargaba su fusil con balas aturdidoras.

-Tienes mucha razón; yo ya me imaginaba que todo estaría vuelto un charco. –Thomas también se rascaba la cabeza pensando en el misterioso silencio de Denise.

Pero ese silencio no duró más que unos cuantos minutos más. Cuando todos creyeron una posible huida o rendición de Denise, se oyó otra explosión. El edificio en que todos los chicos de tercer año se refugiaban había sido demolido entre granadas. Lo peor de todo es que todavía quedaban chicos allí adentro para cuando ocurrió el terrible incidente. Denise seguía tan activa como siempre, y parecía que esta vez no le estaba temblando para nada el pulso.

-¡DENISE! –Gritaba Thomas mientras corría hacia el edificio.

Buscó entre los escombros y logró salvar a uno que otro chico que se encontraba bajo los restos del recién derrumbado edificio. Chad lo ayudó con mucha atención al igual que el resto de los chicos. Denise había cometido este acto de crueldad sólo por el hecho de demostrar que podía estar en la cima y podía seguir doblegando a los demás de donde ella quisiera. Zoe buscaba razones para explicar lo que estaba pasando, pero en pleno ambiente de guerra lo único que podían hacer era esperar que pasar alguna otra cosa horrible.

-Selena –Thomas terminó de ayudar a los chicos que quedaban - ¿Dónde crees que esté Denise ahora?

-Después que destruiste su casa, lo más probable es que esté en un sitio imponente. Algo que diga que ella es la reina de esta pocilga.

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