Esta mañana me desperté con la llamada de Logan, que me avisaba que pasaría por mi en su nuevo auto, y me dejaría en el trabajo.
El fin de semana había pasado veloz con todo esto de la mudanza.
El departamento estaba quedando precioso, y eso me satisface, pero también es bueno regresar a la vida cotidiana. Otra vez es Lunes.
Me levanté de mi cama y de inmediato corrí al lavabo, porque necesito mojar mi cara para estar despierta.
Mi uniforme es completamente blanco, lo cual es pésimo al momento de meterlo a lavar; con todo aquel alboroto que se hace en un hospital es imposible evitar ensuciarme, sobre todo si se trabaja con niños que nunca se cansan de pintar con los dedos.
Por suerte, los Lunes me toca estar en el recibidor, lejos de los consultorios, aunque extraño poder estar con los pacientes.
Mis padres aún no se han levantado, ya que papá entra hasta tarde y mamá trabaja por las noches, pero eso ya no es problema, puesto que también amo la cocina, y tengo bajo la manga varias recetas rápidas, sencillas pero deliciosas.
Me preparé pan francés con una taza de leche fresca, porque normalmente tomo un café en el trabajo, que me mantiene despierta y activa, además de que también me gusta mucho.
El claxon del auto de Logan suena cuando estoy lavando mis dientes. Me apresuro a bajar y coger mi bolsa junto con mis pertenencias y salgo de casa hasta el Toyota Yaris nuevo de mi mejor amigo.
-Elegiste un lindo color -le dije cuando ya estaba sentada junto a él. Abrocho mi cinturón de seguridad y con una sonrisa giro mi rostro hacia él.
-¿Siempre eres tan precavida? -se burló de mí.
-Más vale prevenir que lamentar -respondí haciendo que no hablara más. La radio emitía tenuemente una melodía que no lograba figurar claramente.
Logan y yo tenemos la pequeña manía de siempre escuchar música y denominar cuán buena era ésta. Tenemos gustos totalmente diferentes, Logan es más anticuado, siempre guiándose por canciones viejas y clásicas, mientras que yo simplemente por qué tan buena es la letra.
La cuestión es, que si ambos disfrutamos la canción, entonces es buena, y hasta ahora, no hemos encontrado ninguna que nos guste a los dos.-No estés de broma Sadie, esa canción es lo más viejo de Coldplay -con ese comentario, llegué a la conclusión de que Logan había amanecido con ganas de molestarme y burlarse de mí.
-Pero es realmente interesante, me gusta -defendí mi punto de vista volviendo a mirar por la ventanilla del auto. El piano y la letra de la canción estaban acorde con el día y mi estado de ánimo.
Después de todo, es Lunes por la mañana y el cielo ya estaba cubierto por nubes grises y visiblemente llenas de agua.Logan de repente habló:
-La canción se llama The Scientist.
Y sonreí al escuchar que él sabía el título.
Agradecí a Logan al llegar al hospital y el se despidió con una sonrisa.
Avancé hasta la puerta corrediza de la entrada y caminé hasta el recibidor, encontrándome con Julie sentada en la silla detrás del escritorio.
-Buen día, pequeña Sadie -saludó con la mano.
-Qué tal, Julie -le sonreí y caminé hacia la silla al lado de la suya.
-¿Cómo vas con la mudanza?
-Perfecto, espero vivir ahí para el fin de semana.
-Vas a ver que así será -sonrió.
ESTÁS LEYENDO
Sadie |h.s.|
FanfictionSadie Chbosky trabaja en un hospital psiquiátrico. No es muy buena memorizando, y tampoco confiando en las personas. La historia se desarrolla en su diario de vida, donde trata de escribir cada situación importante -y no tan importante- que se pres...