XVI

65 4 3
                                    

Me desperté temprano porque tenía que trabajar.
Desayuné pancakes de plátano y un poco de té Chai que había quedado. Todo en silencio.
Harry me llamó temprano, deseándome los buenos días y haciéndome reír. El día comenzó genial, después de todo.

Logan tocó mi puerta y me invitó a su auto para llevarme al hospital. Acepté, obviamente.

-Escuché que OneRepublic se presentará en la arena de Wembley -me anunció un tanto emocionado.

-¿En serio? -el asintió- ¿cuando?

-En dos meses. Eso es fantástico, Sadie -supe que trataba de animarme. Yo le sonreí solamente-. Quiero conseguirte unos boletos, ¿qué dices?

-Logan, eso no es necesario -le dije.

-Llamémosle regalo de cumpleaños adelantado, ¿qué tal así? -me sonrió.

-Mi cumpleaños es hasta Marzo -reí-, apenas estamos a mediados de Noviembre.

-Demonios, Sadie. La próxima vez que te quiera dar un regalo, te daré carbón, apestas. -me hizo reír a carcajadas. El después me miró sonriendo.

-Yo también te quiero.

Cerré la puerta de su auto luego de agradecerle.
Me pareció extraño entrar al hospital, después de tanto. Todo se veía diferente; un diferente muy bueno.
Las paredes estaban pintadas ahora de un azul cielo muy bonito. Llegué al recibidor y observé a Julie. Ella se veía diferente también, pero éste diferente no era tan bueno.
Carraspeé y aclaré mi garganta, llamando su atención.
En poco tiempo, tenía sus brazos sosteniéndome, pero me sentí extraña abrazándola.

-¿Cómo estas, pequeña Sadie? -me encogí de hombros.

-¿Qué tal tú?

-Estoy bien, gracias -me observó por unos segundos y sonrió débilmente.

-Tengo que hablar contigo, Julie -ella asintió. Sabía lo que yo tenía en mente, y podía escuchar su corazón saliéndose de su pecho.

Ella regresó de la cafetería con mi humeante taza de café. Se sentó al lado de mi en el recibidor y suspiró.
Batí el líquido con mi cuchara, mientras sentía su mirada puesta en mí. Tenía que empezar a hablar ella, porque no sabía como comenzar la conversación.
Suspiró y se removió en su lugar. Después de varios minutos, ella habló.

-Harry me dijo que sabes lo del orfanato -la miré. Ella lo sabía, y ésta vez conocí la razón.

-Pude recordar, Julie. Después de tanto tiempo -mis labios temblaron cuando sonreí-. Te pude recordar -ella sonrió un poco.

-Sadie... Quiero disculparme por todo esto. De verdad me arrepiento cada día de mi vida por no haberte dicho la verdad.

-No lo entiendo, Julie -fruncí el ceño-. Todo parece estar claro, pero aún no entiendo.

-Lo entenderás, pequeña. Solo tienes que dejar que las cosas pasen cuando deben hacerlo -suspiré-. El día que tus padres murieron, supe que nada volvería a ser igual -una pequeña lágrima se deslizó por su mejilla-. Tenía en mente hacerme cargo de ti, cuidarte tal y como mi hermana lo haría.

Entonces comprendí un poco mas. Era por eso que tenía tanta conexión con Julie y por qué la veía como mi madre.

-Gracias -suspiré y ella levantó su vista hacia mí-, por decírmelo.

-Mereces saberlo, querida -me sonrió.

Me encontré con Harry varias veces en el día. Él me sonreía y de vez en cuando guiñaba su ojo, pero seguía en su trabajo. Traté de esconder mi gesto de decepción.
Estaba recargada en el escritorio cuando mi celular vibró, y en la pantalla anunció la llegada de un nuevo mensaje de voz. Lo coloqué en mi oído y seguí las instrucciones de la operadora para escucharlo.

Sadie |h.s.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora