Tom II

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El amanecer comenzaba a iluminar esa grande casa, el patio trasero fue el primero en acogerlo. El sol comenzaba a irritar su muy "Plácido" sueño. Levantó la vista para echar una maldición odiaba que el sol lo molestara de aquella manera, al querer levantarse se dio cuenta que sobre él tenía el cuerpo desnudo de una desconocida. Con toques de asco y sin cuidado la dejaba ahí con esa sábana sobre su cuerpo, tomo una toalla cercana para cubrirse, la migraña ya no era todo lo que lo molestaba ahora era él hambre. Aveces la muerte es mejor que esta migraña en mi cabeza, al cerrar la puerta de cristal dejando detrás de él toda la escena desastrosa se encontró con Rose, su ama de llaves, sus ojos brillaban noto su preocupación.

—Joven..Su padre murió.
Las lágrimas ya no se podían ocultar, como tampoco se podía ocultar ese amor profundo a su jefe. El menor lo sabía muy bien, su padre había estado ausente la mayor parte de su crecimiento y cuando lograba aparecerse su actitud era similar a una junta de negocios, frialdad. Hablar con solo un objetivo neto.

De inmediato le dijo a la muchacha que se encargara de todo respecto al funeral y recoger el cuerpo, no quería saber ni él como había fallecido, no le interesaba.

Un lindo y hermoso jardín lo despidió de la misma manera fría y sencilla de la que había formado parte en la vida de su hijo. El menor se mantenía en silencio tensionando los labios y con el ceño delicadamente entre cerrado, no lo afectaba, no le haría falta.

—Tu padre no tiene testamento—era obvio, su padre no esperaba fallecer. Quería dejarle asegurado el futuro y mientras el avaricioso abogado le explicaba las leyes su mente divagaba, volviendo en si con la última afirmación del trajeado—Claro si sabes manejar las empresas. Un frío recorrió su cuerpo, él no sabía nada acerca del negocio, el silencio inundó la oficina. Un suspiro de frustración por parte de ambos, por que los niños ricos siempre me hacen el trabajo más complicado. Sus manos tocaron su cien para después exponerle una única idea—Tengo la solución, Thomas. La princesa Butterfly en Inglaterra.

Se le ilumino la mente era sencillo. Un compromiso y la vida de lujos y dinero seguiría en la palma de su mano. Le dio la mano al trajeado comenzando el camino a casa engañando su cabeza con la única afirmación que le había enseñado la vida, dinero igual a felicidad.

El aeropuerto lo esperaba, primera clase, televisión, comida, un gran ambiente. Le encantaba todo aquello pero ¿era eso en realidad la felicidad?

¿Por qué me toco esta Vida?

[Editado]

 Vida. [Tomco•Billdip] Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora