Capítulo 6: Un susto

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Su mano había comenzado a sudar y el tiempo comenzaba hacerse lento, se sentía inmóvil como si en ese momento lo habría poseído algún ente, Bill era un fiel creyente en dichas afirmaciones—Bill—era quien deseaba con todas sus fuerzas que no sea, Daniel. Un momento de lucidez se aproximó y pudo sentir como en cámara lenta se alejaba de la mano de Dipper, lentamente dejando solos los dedos y ya no encadenados ocultando la mano tras la espalda. Dipper se sintió ofendido y extrañado, se sentía completamente vació era un sentimiento doloroso y nuevo. El mayor estaba por hablar demostrando la molestia y la traición de su pequeño, sin palabras y como se conoce un acto vale más que mil palabras. Daniel sujeto a Bill del brazo dejando lejos a un castaño que solo se rozaba la mano frente al pecho, le dolía. Le había dolido ese rechazo, esa soledad.

El auto que había comprado Daniel era el tormento del menor en esos momentos, su mirada trataba de perderse mientras rogaba por llegar a casa y que la euforia se le pase a su contrario—Me engañas con él—soltó finalmente al arribar en el departamento, sus dientes mordían con rabia su labio inferior mientras sus puños solamente se mantenían en modo de defensa, lo odiaba en ese momento quería ver la sangre correr por el departamento y escuchar las súplicas de su "amado" quería verlo sufrir y suplicar por aquel acto de traición y engaño.

—Tú...y yo, ¡ya no somos nada!—un nudo comenzaba a formarse en su garganta—yo puedo estar con quien yo quiera...—Un golpe impacto su mejilla frenando la oración, no soportaría escuchar esa oración completa.

Le había quitando no sólo las palabras si no la cabeza, no podía pensar en algo más que no fuera el dolor, sus dientes habían impactado con la mejilla interna tan fuertemente que la sangre no había tardado en revelarse por ese tembloroso labio inferior. La vista frente a Bill era horrible el mayor había perdido la cordura totalmente su mirada estaba nublada y su mente solo quería acabar con la vida del rubio—Eres mío. Su voz era ronca y rasposa los codos sostenían levemente ese cuerpo tan vulnerable, una patada sintió en las costillas mientras una mano lo sujetaba de la cabellera, no iba a parar pronto, los puños iracundos rompían a cual carne vieran, las lágrimas de dolor salían sin parar suplicando, pidiendo disculpas...rogando porqué no acabe con su vida y finalmente sentenciando que lo quería y que él era el único en su vida y en su corazón.

El azabache se detuvo a admirar a su rubio quizás se estaba excediendo, su mano sujeto el inicio de esa pálida camisa que era parte del uniforme dándole una vista horrible con esa mentira en sus labios, un golpe más impacto en uno de los ojos, golpearlo en la cara se sentía mucho mejor. Su cabeza se tiró hacia atrás dejando caer lentamente su cabeza contra ese suelo duro que lo había dejado sin aliento y con la mirada quedada en completa oscuridad...Daniel vio como el cuerpo de su "amor" se comenzaba a quedar completamente estático, Mierda, Mierda, ¡Carajo! Tú lo buscaste Bill...Es tú culpa. Tomó sus cabellos para arrodillarse repitiendo lo mismo, que la culpa no era suya, sus puños se habían manchado y quedado con un morado bajo también se había lastimado al no apuntar con los golpes. Las lágrimas inundaban sus ojos, ahogaban esos ojos antes llenos de ira, se colocó a su nivel para levantar un poco sus cabellos, te amo, enserio lo hago...perdón. Una tos lo había hecho sobresaltar comenzaba a ahogarse con la sangre que le había provocado por la nariz y la boca, sin pensarlo mucho huyó; como si Bill alguna vez se atrevería a contestarle o a decirle algo, como si le tuviera miedo, como si pudiera negar todo lo que había hecho y recibir una sonrisa de su hermoso rubio.

Bill había conseguido carraspear y tragar aquel espeso líquido, odiaba ese sabor más por el recuerdo que por el sabor. Uno de sus ojos comenzaba a hincharse le había roto la ceja y esta chorreaba como una delicada lágrima, deseaba levantarse curarse las heridas y preparar la cena después de llorar y buscar una manera de compensar el error que había cometido, pero esta vez no podía repetir aquella triste historia. Dipper... Sus ojos se cansaron de luchar y decidieron calmar el dolor de la mejor manera.

 Vida. [Tomco•Billdip] Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora