CAPÍTULO 25

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Sentía que la felicidad no cabía en mi, en mi cuerpo. ¡Oficialmente novia de Erick! Y ver que hizo eso por mí, era como si no lo sé... El es el indicado para mí. Luego de nuestra cena, tuvimos la casa solo para nosotros y fue alucinante. Solo nos falto hacerlo en el techo, creo yo. Me mata de amor, y verlo a el, tan entregado a mí, a lo nuestro. Pues es más que suficiente. Y más felicidad para mí es ver que es tan cómplice con mi hermana y mi cuñado. Lo importante para mí es la relación que tenga con mi familia. Claro, aún no conoce a mis padres... Pero sé que seguro también se llevara bien con ellos.

—  Buenos días – Me dio un suave beso y se pego más a mi – ¿Desayuno o repetimos lo de anoche?

— Esta vez... Desayuno. Estoy famélica.

Mi chico se levanto y se coloco los bóxers, luego el pantalón de pijama. Mientras que yo lo veía como una boba desde la cama. Se que seguro calentaría algo o pediría comida, el no cocina ni el agua para la pasta. Y tampoco quería que quemara la casa. Me levante y busque la camisa que el utilizo ayer y me la coloque. Tapaba más allá de mi trasero así que estaba bien. Le envié un mensaje a mi hermana diciéndole que en la hora del almuerzo estaría yo. Erick estaba revisando cada gaveta a ver que conseguía de comer, y yo solo podía reírme.

— Lo hago yo, déjalo así.

— Mucho mejor, nena. Créeme que no se nada de cocina.

Busque todo para hacer panqueques con tocino, recuerdo haber visto miel fresca en su nevera para los panqueques. El solo vigilaba cada movimiento que yo hacia y de vez en cuando se le dibujaba una sonrisa en su hermoso rostro. Yo solo podía suspirar por el. Que hombre tan precioso me toco. Y todo un caballero, Vanessa tenia razón. El no es un Dracovic. Mientras terminaba de preparar el desayuno, Hunter y dos hombres más entraron, provocando que Erick gruñera porque mi desnudez solo la tapaba una camisa de el y los tres terminaron viéndome, excepto Hunter que retiro su vista de mi enseguida. Erick hizo una seña y los tres caminaron hacia su oficina.

— La próxima, usaras un vestido de monja. No quiero que mis empleados te vean así. – Gruñó. 
— ¿A donde vas? No me digas que trabajaras, es sábado.

— No nena, solo rutina. Vendré enseguida – Se coloco una camisa blanca que estaba en la silla de al lado y camino hasta La Oficina.

A veces quisiera entender el misterio de Erick con sus empleados pero es difícil. Y nunca me dice las cosas. Simplemente se preocupa y pasa  así, o se queda callado procesando todo... A veces es como un niño. Y me frustra. Quisiera entenderlo y ayudarlo, pero es imposible. El no se deja. Es como si creyera que el puede con todo, como si se creyera el rey del mundo. Quisiera matarlo pero así es el y no puedo hacer nada. Así lo quiero más que a nada. Hunter y sus hombres salieron de la oficina y se digirieron a otro lugar que realmente no se. No conozco toda la casa de Erick. Mi chico salió con su rostro serio y se sentó enfrente de mi, sin decir nada, sólo mirándome. Mierda, ahora si me asuste.

— ¿Paso algo, Erick? – Mi voz titubeaba.

— Creo que hemos conseguido a tus hermanos.

En parte, sentí alegría al escuchar eso. Pero al mismo tiempo asombro y miedo. Sentí un ardor en mi mano y fue cuando vi que el sartén me estaba quemando. ¡Mis hermanos! Consiguieron a mis hermanos.... Esos que no conozco, y que mis padres alejaron de Vanessa y de mí. Erick se levantó con su gesto ahora de preocupación a ver mi mano, pero eso no es lo que me importa. Me importa que ha encontrado mi hermano. ¿Ha hecho todo eso por mí? Sentía que quería comérmelo a besos.

— Ten más cuidado, Gabrielle. – Me reprendió y tenía el ceño fruncido – La próxima vez podría ser algo peor, mira como tienes eso.

Realmente si estaba feo. Lo tenía rojo y ya se estaba formando la vejiguita de la quemadura. Y ahora si sentía el ardor y dolor. Erick busco en una esquina de La Cocina un pequeño botiquín de emergencias, y sin entender nada, saco una crema y la aplico, luego me vendo un poco la mano donde me había quemado y parecía que había ido a la clínica. Me encanta.

• Atada a las sabanas de mi jefe • FINALIZADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora