Capitulo 10

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-¿Por qué? -intervino Raúl.

-Esto no suena nada bien ¿les parece si vamos con Víctor? Él puede ver con claridad las cosas

-Esta bien, vamos, no quiero exponer a Raúl

Miguel, mi protegido y yo fuimos hasta donde Víctor, esta vez el lugar dónde su tribu residía se me hacia familiar.

-Víctor -gritó mi compañero.

-¿Qué hacen aquí? Él no debe estar acá y menos ahora que ellos están por atacar

-¿Cómo sabes eso?

-Veo el destino de cada uno de ustedes ¿no recuerdas?

-¿Entonces si van a atacar? -me referí a los demonios alados.

-Si, tienes que sacar a este niño de aquí, necesitamos estar todos juntos, no podemos dejarnos vencer por los de alas negras, te necesitamos, eres de suma importancia para el ejército

-¿Por qué? -él sabía algo y no quería decirme toda la verdad.

-Solo regresa antes del amanecer, es decir, al siguiente crepúsculo

-¿Raúl va a estar bien?

-Ellos irán por él, si no consiguen su objetivo, irán por él, saben que estuvo aquí, además no habrá ningún guerrero en la tierra de los mortales

-Tranquilo, estarás bien -miré a Raúl -vámonos -me sentía intimidada por el mal pronóstico de Víctor.

Aunque quería que Raúl conociera más de mi mundo no quería exponerlo a un peligro innecesario. Los dos atravesamos de nueva cuenta el portal y esta vez no salimos disparados con tanta fuerza; Raúl cayó sobre el sofá y yo muy cerca de la barra de la cocina.

-¿Estás bien? -esta vez fue Raúl quién hizo la pregunta.

-Si -me levanté.

-¿De qué hablaban? ¿Qué es esa guerra de la cuál hablan? -sabía que no podría evitar ese cuestionamiento -¿Cómo que vendrán por mi? -estaba asustado.

-Raúl, tengo que irme, tú vas a estar bien, te lo prometo -le di un beso fugaz.

-¿Por qué tienes que irte? -me miró desconcertado -te necesito aquí

-Hay una amenaza de guerra, como ya escuchaste, pelearé antes de que te hagan daño

-Ya lo sé, pero explicame ¿qué es?

-Es entre mi mundo y el de la oscuridad, pero me necesitan, como ya lo escuchaste, tenemos un principio, defender al reino como un ejército, voy a regresar, lo prometo

-Esta bien, pero antes de que te vayas -me atrajo hacia él y me dio otro beso -no te tardes mucho

-No lo haré -le sonreí y entré al espejo, de nuevo caí frente a los pies de mi padre.

-Hazlo ahora -gritó mi padre a Luis, quién rápidamente golpeó el portal unas tres veces hasta averiarlo.

-¿¡Por qué hiciste eso?!

-Porque te necesitamos aquí, no yendo y viniendo todo el rato

-Ya lo sé -me levanté -visite a Victor hace un rato

-Ellos vienen y necesitamos estar unidos

-¿Por quién o por qué vienen?

-Por un ángel -me dijo Luis.

-¿Qué tiene de especial ese ángel?

-Es mitad mortal -eso me sorprendió, realmente pensaba que era un mito.

Tú, Yo y tu ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora