Best mistake. Shawn Mendes.

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- ¡Como ya he dicho esto cuenta como secuestro!- Repito cuando ya llevaba un buen rato metida en ese coche con destino a yo que se que lugar.

Shawn- ¡Como no te calles harás que tengamos un accidente por que tendré que quitar las manos del volante para darte un tortazo!- Se queja.

- ¿Así que secuestro y amenazas, eh?- Me cruzo de brazos.- ¡Vas derechito a la prisión!

Shawn para el coche de repente, me da un manotazo y sigue conduciendo.

Shawn- Estabas avisada.- Se hace el inocente.

Yo ya no hablo más, simplemente me indigno y miro por la ventana.

Se lo que estaréis pensando: ¿Por qué no llamas a la policía? Pues por el simple hecho de que mi móvil ha muerto, me he quedado sin batería. Y no es mi culpa, siempre lo cargo por la noche pero esta vez ha sido distinto. ¿Sabéis cuando creéis que habéis enchufado el cargador, pero en verdad no? Pues eso me ha ocurrido, y no estoy nada orgullosa.

Shawn- Ya hemos llegado.- Frena el coche de repente.

- Vaya casi mil horas aquí metida y al fin llegamos.- A lo mejor exagero, pero si ha sido eterno el viajecito.- ¿Qué vas a hacer ahora, matarme o dejarme abandonada aquí para que los cuervos me coman?- Digo enfadada.

Shawn- Una palabra.- Abre la puerta.- Dramática.- Sale.

Veo como se va caminando así que abro la puerta, ya que él mismo había quitado el seguro y le persigo.

- ¿¡No piensas decirme dónde diablos estamos!?- Digo enfadada cuando se queda quito de repente y logro ver, justo delante de mis narices una playa enorme y muy bonita.

Shawn- ¿Nunca te has parado a pensar lo que te pierdes por tu estúpida responsabilidad?- Dice mirando fijamente el paisaje.

Me quedo sin palabras con las que contraatacar y creedme, eso nunca me pasa. Él empieza a adentrarse en la playa así que yo lo sigo. Aunque me cueste admitirlo, quizás tenga razón y deba relajarme un poco.

Me tumbo en la arena, a su lado. Oigo el choque del agua contra las rocas y percibo el fuerte olor a sal. Me giro y le veo mirándome fijamente con una bonita sonrisa.

Shawn- ¿Vamos a nadar?- Me propone sin quitar esa sonrisa de su cara.

- No he traído traje de baño...- Digo incomoda.

Shawn- Ni yo.- Se levanta y se quita la camiseta y los pantalones, quedándose tan solo en boxers.- ¿Vienes?- Pregunta riendo al pillarme viéndolo fijamente.

- Está bien.- Me quito también mi ropa y me quedo tan solo con la interior.

Quiero aclararos que tan solo lo hago por que es la primera vez que veo la playa desde que me he mudado y por que vamos a ser sinceras: ¿Acaso no viene siendo lo mismo la ropa interior que el bikini?

Nos metemos en el agua. Es tan cristalina que hasta se puede ver tras ella. Me parece una de las playas más bonitas en las que he estado, y a demás, no está llena, supongo que la gente preferirá una playa más cercana.

Shawn- ¡Piensa rápido!- Me saca de mis pensamientos y me tira agua en la cara.

- ¡Acabas de firmar tu sentencia de muerte!- Corro tras él hasta que terminamos en la arena.

Lo persigo durante unos segundos cuando lo alcanzo, me lanzo sobre él y caemos al suelo.
Tenía la respiración agitada, al igual que yo. Estaba sobre él, muy cerca de su rostro. Su definido torso estaba frío por el agua y él coge un mechón de mi pelo mojado y lo coloca detrás de mi oreja.
Empiezo a  acariciar su cara y cuando menos se lo espera le tiro arena y salgo corriendo

Shawn- ¡Pero serás...!- Se levanta y corre hacia el agua.

Empieza a enjuagar su cara así que al verlo en apuros me acerco.

Shawn- ¡Me ha entrado arena en los ojos!- Se queja.

- A ver...- Me acerco a su cara para mirarle el ojo cuando de repente me coge de la cintura, me levanta y me tira al agua cual saco de patatas.- ¡Traidor!- Le hago reír una vez saco mi cabeza del mar.

Pasamos un buen día y cuando ya era tarde nos vamos al coche. Él conduce durante bastante tiempo hasta que llegamos a mi casa.

- Gracias por traerme.- Sonrío en el portal.

Shawn- ¡Gracias a ti por no haberte ido haciendo autostop!- Ríe.

- Bueno, adiós.- Le doy un beso en la mejilla y cuando voy a girarme me coge de la cintura, me acerca a él y me acorrala contra la puerta. Se va acercando a mi. Nuestras respiraciones se mezclaban y nuestros labios se rozaban cuando de repente alguien abre la puerta y caigo al suelo.