Best mistake. Shawn Mendes.

56

A la mañana siguiente me despierto con mucha más energía ya que he podido dormir. Así que como me he despertado de humor, voy al instituto.

No veo a nadie en mi taquilla. ¿Por qué será? No importa, si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. En resumen, me dirijo a la taquilla de Darcy.

- ¡Hola!- Saludo al llegar a su lado.

Darcy- ¡Ah!- Se asusta y se le cae una libreta al suelo.

Yo la recojo y la miro. Es de color rosa. La intriga me puede y la abro por cualquier página al azar.

- El fuego del dolor.- Leo el título de un poema.

Darcy- ¡Dámelo!- Intenta quitármelo.

- El fuego del dolor es una ardor, no tan peor como perder tu amor. El dolor al lado de tu amor se hace menor.- Sigo leyendo, pero antes de poder seguir me quita la libreta de las manos.- ¿Has escrito eso?

Darcy- Sí, pero no es nada.- Esconde la libreta.

- Estarás bromeando, ¿Verdad?- La miro incrédula.- Yo en la vida podría escribir dos frases que rimaran. ¡Y mucho menos un poema!

Darcy- Se llaman estrofas, no frases.- Ríe.

- ¿¡Ves!?- Exclamo.- Lo sabes porque se te da bien.

Darcy- Es una tontería, un poema que escribí porque me aburría.- Le quita importancia.

- Poppy tiene competencia.- Le doy un golpe cariñoso.

Darcy- ¡No!- Grita alterada.- No hables de Poppy en los pasillos.

- ¿Por qué?- Río.

Abby- ¿Habéis cambiado el punto de encuentro?- Llega fastidiada.- Darcy, otra vez te has ido en bus. ¿Qué te pasa?- Pregunta pero antes de que alguien pueda responder continúa.- ¿He interrumpido algo?

- Pues Darcy tiene una...- Intento contarle lo de la libreta.

Darcy- Una tarjeta de descuento para el bus.- Me interrumpe.

Abby- ¿En serio?- Pregnta.

Darcy- Sí y mi padre quiere que utilice los descuentos antes de que se pase el plazo.- Explica. Algo me dice que está mintiendo.

Abby- Está bien.- Acepta su respuesta.- ¿Y tú?- Me mira.- ¿Qué tal ayer?

- Aburrida en casa.- Miento. No quiero contarles que volví a caer en los encantos de Shawn. ¡Pero ya es la última vez!

Darcy- Yo iba a ir a visitarte, pero recordé que la semana que viene tenemos examen de mates y me quedé estudiando.

- ¿¡Qué!?- Exclamo.

Darcy- Abby, ¿No se lo dijiste ayer?- Pregunta.

Abby- No.- Responde.- Estaba enferma y débil. Seguro que si se lo hubiera contado ya no viviría para venir a clase hoy.

- ¡No puede ser!- Grito.

Darcy- El profesor nos dijo que hablaría contigo hoy.- Me comunica esta mala noticia cuando suena el timbre.

Nos vamos a clase y no paro de darle vueltas a lo que me ha dicho Darcy. ¿Para qué quiere hablar conmigo el profesor de matemáticas?

Paso la primera clase, historia. Luego le llega el turno a lengua y así hasta la hora del almuerzo. Cuando termino de comer y suena el timbre, me voy a las siguientes clases hasta que llega la última del día, mates.

Entro en el aula y veo al maltratador mental con sus problemas de cálculo sentado en su escritorio. El sr. López es un profesor de España que llegó a Canadá para terminar sus estudios y mejorar su inglés. Seguro que de joven fue encantador, pero yo lo he conocido en su etapa de calvicie y mal humor. Le faltan cuatro años para jubilarse, aunque él no quiere dejar la docencia hasta que se muera. Y ya paro de hablaros de él como si fuera la Wikipedia. El examen se acerca y estaría bien que le escuchara al menos en una clase.