Best mistake. Shawn Mendes.

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Y ahí estaba yo, esperando en el vestuario para poder encontrarme con Shawn antes del entrenamiento.

Intento pensar en que decirle para convencerle de que no diga nada pero me da la sensación de que voy a hacer un pacto con el diablo y no me gusta nada.

No han pasado ni dos segundos cuando lo veo acercándose hacia donde yo estoy.

Shawn- ¿Qué haces aquí?- Pregunta.

- No. ¿Qué hago yo aquí?- Le enseño la foto que me hizo en su perfil.

Shawn- ¡Ah, bueno!- Ríe y entra en el vestuario seguido por mi.

- ¿Sabes que publicar fotos de gente sin su consentimiento es delito?- Lo miro mal.

- ¿Y tú sabes que este es el vestuario de chicos?- Me mira divertido.- También tiene que ser delito ir de mirona. ¿No?

- ¡Me da exactamente igual! He venido ha decirte algo y no me voy de aquí hasta que me escuches.- Digo molesta.

Shawn- Vale.- Pestañea.- Entonces escúpelo ya.

No pensaba que fuera a ser tan fácil.

- La foto ya no hace falta que la borres por qué todos la han visto.

Shawn- ¡Ahora lo entiendo todo!- Ríe.- Has venido a agradecérmelo.

- ¿Agradecerte el qué?- Me cruzo de brazos.

Shawn- Gracias a mi te han subido los seguidores.- Dice y abro la boca sorprendida.- Te has vuelto más popular. De nada.- Abre su taquilla de dónde saca sus deportivas.

-¿¡Qué!? ¡Ni hablar!

Shawn- Y por eso te apuntaste al equipo de animadoras.- Ríe.- Para ser popular.

- A ver.- Hago una pausa para procesar todo esto.- Dicho así lo parece pero en realidad yo...

Shawn- Eres una busca fama.- Me interrumpe.- El primer paso es admitirlo.

- ¡Te equivocas, yo no soy así!- Intento limpiar mi nombre.- Es más, hubiera preferido que nunca la hubieses publicado.

Shawn- Está bien, lo que tu digas...- Ríe de nuevo.

- ¿¡Piensas reírte de cada cosa que diga!?- Me quejo.

Shawn- Bueno, es que nada de lo que dices tiene sentido.

- ¡Se acabó!- Pierdo los nervios y lo empujo haciendo que quede contra la pared.- No le digas a nadie que nos besamos en mi casa.- Le ordeno.

Shawn- ¿¡En serio!?- Ríe.

- ¡Hablo muy en serio!- Le apunto con mi dedo índice.- No pienso perder mi reputación inexistente por...

Shawn- Yo la he hecho existente.- Interrumpe.- De nada.- Se arregla el pelo aún contra la pared.

- Prefiero que mi reputación siga como antes. ¡Totalmente invisible!

Shawn- Para mi no eres invisible.- Me pone un mechón de pelo detrás de la oreja.

- ¡Y mucho menos por un estúpido beso que a demás fue muy corto y no cuenta!- Ignoro su último comentario.

Shawn- ¿Quieres hacer que cuente?- De un momento a otro termino yo contra la pared.- Responde.- Me ordena al ver que solo miro al suelo.

- Tan solo no lo cuentes.- Insisto cuando de repente entra una manada de chicos y yo empujo a Shawn para que no nos vean tan cerca.

Mark- ¿Eva?- Me mira sorprendido, al igual que el resto.- ¿Qué haces aquí?

- Bueno, me manda...- Piensa Eva, piensa.-Jefatura.- Invento lo primero que se me ocurre.

Mark- ¿Para qué?- Insiste con sus preguntas.

- Eh...Bueno...- Recuerdo un folleto que he cogido antes en el hall.- Por esto.- Lo saco del bolsillo pequeño de mi mochila.- Tengo que recordaros que no hagáis bullying. No hay por qué fastidiarle la vida a los demás.- Miro a Shawn al decir esa última frase lanzándole una indirecta, esperando a que un rayo de luz divina pase por su mente y haga lo que le pido. Luego salgo del vestuario.

Mark- ¡Espera!- Me sigue.

- ¿Sí?- Trato de no sonar nerviosa.

Mark- ¿Por qué te vas corriendo?- Pregunta.

Estoy tan nerviosa que no me he dado ni cuenta de que estoy corriendo para salir de aquí.

- Bueno...Tengo prisa.- Respondo.

Mark- ¿Hoy no entrenas con las animadoras?

¡Se me había olvidado!

- No.- Digo y él me mira esperando una explicación.- Mi madre me necesita para unos recados.

Mark- Vale, hasta mañana.- Me da dos besos, uno en cada mejilla y se va.

- ¡Nos vemos!- Subo un poco el tono de voz para que me oiga.

Lo miro unos segundos alejarse.
Es increíble lo mucho que ha cambiado desde la vez en que nos conocimos. Está claro que el alcohol no le sienta nada bien.

Salgo de ahí antes de que Alice llegue y me obligue a quedarme.
Después me voy caminando hasta mi casa.