13.

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Pasaron tres meses y decidimos casarnos, algo sencillo, votos comunes, una fiesta con nuestros amigos. Sólo necesitaba a Peter y mi hijo y sería perfecto.

En la Luna de miel, hicimos el amor demostrando todo lo que sentíamos el uno por el otro, lento, sin nadie que nos interrumpiera, teníamos el resto de nuestras vidas para amarnos y nadie nos apuraba.

Una semana estuvimos fuera y al volver Peter tenía la tan esperada ecografía que nos diría el sexo del bebé.

Esa mañana nos duchamos juntos, ambos ansiosos aunque no lo dijéramos, nos vestimos de manera apresurada y tomamos un taxi en dirección a la clínica.

La espera se me hizo eterna, nunca había sentido que el tiempo pasara tan lento.

Peter estaba igual, me pedía que le llevará una soda o algo para comer mientras esperábamos, debido a lo avanzado de su embarazo le había prohibido usar su mutación en caso de que algo le pudiese suceder.

Luego de unos eternos 40 minutos, una chica que no superaba los treinta nos llamo.

De inmediato, Peter me tomo del brazo, dejándole en claro a la chica que estaba con él.

Al entrar, le hicieron recostarse en una camilla y levantar su camiseta.

-bien, esto está frío- hablo el doctor mientras dejaba un poco del líquido en el vientre de mi esposo- ¿Cómo te has sentido el último mes?

-bien, no hay más mareos, por suerte, estuve un poco más cansado de lo habitual pero creo que es debido a los preparativos de la boda.

-oh, felicidades a ambos- hablo el hombre de edad mientras pasaba la máquina por el abultado vientre de Peter- bien, aquí está su bebé, pronto comenzarán a sentir como se mueve pero es debido al tamaño- apretó unos botones y un ruido se comenzó a escuchar- ese es su corazón, como lo escuchan esta fuerte y sano.

Peter apretó mi mano con fuerza al escuchar sus latidos y yo también estaba atento, esperando memorizar el ritmo para pensar en el cuando estuviese sólo.

-supongo que quieren saber el sexo del bebé- ambos asentimos- bien, si se deja ver...- movió un poco la máquina y se detuvo en un punto fijo- de acuerdo, según mi criterio... están esperando una niña, felicidades.

-una niña...- susurró Peter llevando su mano libre a su boca mientras algunas lágrimas salían de sus lindos ojos.

Luego de eso, el doctor nos dio algunas indicaciones mientras yo limpiaba el vientre de Peter.

Este no había dejado de llorar desde que supo que era una niña, le bese cuando el doctor salió intentando calmarlo pero el seguía hipando.

-una pequeña...- susurró una vez que mis labios se separaron de los suyos.

-si... y es perfecto... perfecta...- la misma chica de antes nos entregó unas imágenes y un disco con la grabación del ultrasonido.

Al llegar a casa, Peter llamó de inmediato a su madre para contarle el resultado.

Estaba sentado en la cocina mientras le miraba hablar y reír un poco por la conversación.

Una pequeña parecida a él... corriendo por el lugar, riendo, simplemente sería perfecto, en todo el esplendor de la palabra.

-mi madre dice que vendrá pronto para ver a su nieta- dijo con una mano en su vientre.

-¿Estás cansado?- hablé acercandome y poniendo una mano sobre la suya.

-algo... estoy muy emocionado- hablo con una sincera sonrisa, su cabello cubría un poco su rostro, lo tenía un poco más largo ahora y a veces se hacía una pequeña coleta para que no le molestara.

-yo también...- dejé un pequeño beso en su frente- ve a la cama, te llevaré un té con un poco de Tarta.

El asintió y camino hacia la habitación.

Este lugar tenía una habitación extra, que habíamos arreglado para nuestra niña, pero pronto tendríamos que mudarnos a un lugar más grande, y quería que estuviese más cerca de la universidad de Peter y del café.

Deje algunas cosas listas para comenzar a preparar el almuerzo mientras dejaba en una bandeja una taza de té con un poco de Tarta de durazno.

Me paré en el marco de la puerta cuando escuché que Peter hablaba con el bebé.

-te lo había dicho antes, es un poco gruñón pero nos quiere mucho- soltó una pequeña risa- somos su familia, por eso, no debes darle muchos problemas a papá- sus manos acariciaron su vientre mientras sonreía- sabes, no le digas a tu abuela, pero me gustaría que te parecieras a él, sería muy feliz de saber que eres muy parecida a tu padre.

-yo quiero que se parezca a ti- dije caminando hasta su lado- eso es lo que quiero.

Deje la bandeja a un lado y me acerqué a su vientre.

-bien, Hola hija, no escuches lo que dice tu madre, yo soy feliz si te pareces a él o a mi, mientras seas sana y fuerte para cuidar que nadie quiera alejar a mamá de nuestro lado- Peter me miraba con una sonrisa- te amo mucho pequeña- dije dejando un pequeño beso en su vientre- y a ti más.

Bese a Peter y el sonrió entre el beso.

-te amo mucho-  dijo mientras pegaba mi frente a la suya.

-lo sé... creo que lo supe desde que me seguías a todos lados sin descanso- dije soltando una pequeña risa.

-bien... quería me me miraras- se separó de mi unos centímetros y sus manos acariciaban mis mejillas- además tú eres mi héroe.

Solté una risa mientras dejaba un último beso en sus labios.

Si sólo supieras que de los dos tu eres el héroe.

Sonreí y fui a preparar la comida para ambos.

Estaba cortando algunos vegetales cuando sentí una mirada sobre mi.

Mi Peter me miraba desde la puerta de la cocina con una gran sonrisa.

-me encanta que mi héroe sepa cocinar...- se acercó a mi y paso sus brazos por mi cuello.

-y a mi me encanta que el mío tenga a mi niña en su vientre- abrace su cintura y él se sonrojo un poco- además, me gusta ver que aún ahora que estamos casados no dejas de acosarme.

El soltó una pequeña risa.

-nunca dejaré de hacerlo, porque te amo.

Nos tuvimos que separar, ya que, la comida comenzó a hervir.

Peter no dejó de mirarme mientras hacía las cosas.

Sin duda nunca podría cansarme de esa mirada.




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Y este es el final, espero les guste :) me gustó mucho hacer esta historia jeje y bueno, pronto subiré el epílogo ;)

Acosado (Wolversilver yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora