Narra Jane
A la mañana siguiente mi despertador sonó y como no había dormido nada y estaba de mal humor lo estampe con todas mis fuerzas contra la pared."Eres una bruta"
Vaya parece que la pesada de turno ha vuelto.
Me levante de mi cómoda cama y fui corriendo al baño a lavarme los dientes.
Cuando llegue al bar-cafeteria, vi como todo este estaba lleno.
"Pues mas vale que se vacíe pronto o llegaras tarde a casa de Rachel"
Esta vez mi conciencia pesada tenía razón. Había quedado con Rachel después del trabajo.
Empezé a trabajar hasta que por fin el lugar se vacío, y justo a tiempo.
Salí rápidamente de allí y fui a mi casa. Me duche y eche el uniforme de trabajo a lavar, mañana era mi día libre y lo aprovecharía al máximo.
Salí y me puse la ropa que busque antes de ir a trabajar.
Consistía en una camiseta de manga corta rosa con unas notas en ella, unos baqueros y zapatillas.
Estaba empezando ha hacer calor.
Después de arreglarme fui a la velocidad de la luz hasta mi coche. Entre en este y fui rumbo a casa de mi amiga.
Una vez llegue baje nerviosa del coche y toque a la puerta de la casa. Y no se ni porque me alivie al ver a mi amiga abriendo la puerta.
Ella me sonrió y se aparto de la puerta para que pudiese entrar y así lo hice.
Pase al gran salón situado a la derecha vi que en el sofá frente a la televisión, estaban sentados mi segunda familia al completo.
-Pequeña—dijo la mama de Rachel la cual se levanto junto a su marido para darme un fuerte abrazo, el que necesitaba desde hace mucho tiempo.
Cuando se separaron de mi, lo vi, hay estaba al que de pequeña llamaba hermano, aunque no lo es, y aunque yo he crecido lo sigo haciendo y no dejare de hacerlo.
Corrí lo mas que pude hasta él y me lancé a sus brazos mientras una cascada de lágrimas caían de mis ojos.
-Shh ya esta enana—decía este mientras acariciaba suavemente mi pelo, dándome así la seguridad que siempre he necesitado.
Me separe de él después de haber llenado su camiseta de lágrimas y mocos.
Y mire a mi alrededor donde mi amiga y sus padres lloraban al ver ese momento, y hay me di cuenta de que no estoy sola y que si alguna vez me pasara algo si tendría quien se preocupara por mi.
Las horas pasaban aunque solo lo sabia porque miraba el reloj sino pensaría que solo han pasado minutos. Al fin estaba a gusto y sin fingir una sonrisa.
-Enana, porque no vienes con nosotros a ver a la familia sabes que te quieren como si fueses de su sangre—dijo Dylan, y si así se llama el hermano de Rachel.
-No se,tendría que pedir unas vacaciones en el trabajo...
-Pues que te las den, en todo lo que llevas trabajando no te han dado ni una y te las mereces—me interrumpió Rachel y tenía razón me las merecía, además me apetecía estar con ellos.
-Vale lo haré, pero tu—dije señalando a mi querida pelirroja—vendrás conmigo—ella asintió y yo sonreí.
Unas horas después Rachel y yo decidimos irnos y de paso ir ha hablar con mi jefe.
Entramos al lugar y vimos a mi jefe hablando con unos clientes por lo que en cuanto este acabo de hablar con ellos nos acercamos a él.
-Jefe—lo llame sabiendo que lo mas seguro es que diría que si a mis vacaciones él me trataba genial incluso me protegía.
-Oh hola Jane, dime—después miro a mi amiga—hola a ti tambien Rachel.
-Hola Mike—saludo ella. Ambos se conocían porque un día se la presente a Mike diciéndole que era mi hermana, el entendió que no lo era pero que para mi si.
-¿Que querías?—dijo Mike sacándome de mis pensamientos.
-Veníamos a pedirte unas vacaciones para Jane, vamos a visitar a mi familia de fuera.—dijo Rachel al ver que yo me había perdido hace rato ya.
-Oh, solo era eso, pues claro que las tiene lleva trabajando mucho y sin vacaciones.
Después de que Mike dijo esas palabras Rachel y yo empezamos a saltar y chillar como locas.
Narra Adam.
Yo y mis amigos estábamos en el bar-cafeteria en el que trabajaba Jane, pero en la tarde, porque ella no tenía turno a esa hora los fines de semana.
Después del beso que le di en la fiesta y de que yo saliera corriendo no la he vuelto a ver y tampoco quería.
Aun no se porque lo hice fue un impulso, pero lo que mas me sorprendió fue lo que sentí al dárselo, en verdad no quería que el beso acabase nunca, y por ello la esquivaba no tenía nada claro.Estaba hablando con los chicos cuando Jane y su amiga Rachel entraron por la puerta del local, y no se porque me puse nervioso no quería que me viera.
Ella empezó ha hablar con el que creo era su jefe y solo logre escuchar que quería unas vacaciones.
¿Y si ella tampoco me quería ver?
El pareció aceptar ya que las chicas empezaron a saltar y gritar como locas.
Mire a mis amigos y vi como Allek miraba a la pelirroja amiga de Jane.
-Esa no es la chica misteriosa—yo asentí pero vamos que se que lo hacia para disimular.
-Pues esta muy feliz—volví a asentir y si no soy de muchas palabras, pero con el era diferente, pero no quería que Jane me escuchara.
Cuando estábamos por irnos las chicas se giraron y mis ojos chocarón con unos de color negro y no se porque sonreí, pero mi sonrisa se borro al ver como Jane se acercaba a mi.
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Mi estúpido y amado boxeador (Completa)
De TodoJane: dulce, dolida Adam: frío, dolido Tan diferentes e iguales a la vez. Un encuentro en el que las cosas darán un giro en su vida y forma de ser. Ninguno se quiere enamorar, pero como se dice los polos opuestos se atraen.