I'm just in love |One direction Fanfiction|

Capítulo 4

Antes de llegar a su lado veo que está apretando sus puños cerrados. Oh, no...

Me giro hacia la ventana sin saber si quiero girarme. Ahí están, por lo menos diez o quince paparazzis en mi jardín con sus cámaras a punto para grabarnos.

-Lo... -me quedo sin habla por unos segundos- siento Harry -se me corta la voz, por un instante me doy cuenta de que le he metido en un lío, noto lágrimas en mis ojos-

Se gira para mirarme, intenta hacer una sonrisa, aunque sé que no le hace ni puñetera gracia que hayan paparazzis en mi jardín.

-No es tu culpa, enana, menos mal que he venido, sino me hubiera perdido toda la diversión -ahora veo que sonríe de verdad-

Por alguna razón esta vez su 'enana' hace que sonría, su tono es diferente, no es el típico con el que él siempre habla.

Sin esperármelo, me abraza, le devuelvo el abrazo al idiota con el que me he quedado 'encerrada' en mi casa.

-Todo irá bien -susurra-

No sabía que Harry tenía un lado tan jodidamente adorable.

Le suena el teléfono y doy un respingo ya que vibra en el bolsillo de su chaqueta, en mi costado.

-¿Sí? -deja a un lado nuestro abrazo para centrarse en el teléfono, escuchamos que alguien golpea violantamente mi puerta, gruñe- Sí, estoy en su casa -miro mis manos, él empieza a dar vueltas por el comedor- no. No, joder. No la voy a dejar sola -por su tono de voz sé que está molesto- ¿Crees qué..? Allá tú, haz lo que te de la gana, adiós -y cuelga-

Puedo ver que está nervioso, ¿qué pasa? ¿debería preguntarselo? No sé que hacer ni qué decir.

-¿Ha pasado algo? -mi voz suena suave, espero que no le intimide-

-Salimos por las noticias -sonríe irónicamente- y, bueno, me ha dejado

Le miro con los ojos como platos, ¿qué?

-Karen, me ha dejado, la chica rubia que...

-Sí, sé quien es -'la estúpida rubia con la que vas desde hace pocos meses', me entran ganas de decir, aunque me contengo- ¿Porqué?

Se encoje de hombros, creo que él tampoco lo entiende demasiado.

Quizás tampoco quiere explicarme su vida privada, no sé si quiero saberla.

Elijo dejar a un lado el tema y no preguntarle nada más, le traigo el vaso de agua de la cocina y él bebe. Noto que está intranquilo por la forma en la que mira hacia la ventana.

-¿Quieres... sentarte? ¿Comer? ¿Dormir?

Me mira, levanta una ceja. ¿He dicho algo que no debería?

De repente mi costado vuelve a vibrar, aunque esta vez es mi móvil. Tengo un mal presentimiento.

Mi madre. Oh, no.

Cojo el teléfono y escucho la voz delicada de mi madre, temblorosa. Hablo con ella y mi padre le quita el teléfono. No. No, por favor.

Mis ojos vuelven a estar vidriosos y en instantes lágrimas ya están resbalando por mis mejillas.

-Papá, no, por favor, estoy bien, no... Liam me cuida bien, de verdad... No, papá -se me corta la voz-

No estoy atenta a ello pero sé que Harry me está mirando. Intento secarme las lágrimas, no me gusta que me vea llorar, aunque no paran de brotar en mis ojos.

Se acerca a mí y me seca la cara con los dedos, leo de sus labios un 'no llores', aunque es inevitable.

Mi padre cuelga, y descargo toda la tensión que llevo desde hace días, me echo a llorar con las manos en la cara.

-Oh, Elizabeth, no llores -me abraza suavemente-

Sigo llorando hasta minutos después. De golpe siento un enorme agotamiento.

-¿Quieren que vuelvas a casa? -me susurra-

Asiento con la cabeza, secándome las lágrimas.

-No quieren que vuelva hasta que tenga los dieciocho -se me corta un poco la voz, veo como él tiene la mirada triste-

-No te queda tanto, estamos en Junio, te quedan 9 meses. Verás como se te pasan rápido -intenta sonreír para hacerme sentir mejor, aunque no lo consigue-

-Me voy mañana -suspiro muy hondo- vete si quieres, voy a dormir, no puedo hacer nada más

Le vuelvo a abrazar porque necesito hacerlo y subo a la habitación, me pongo el pijama de verano y me tumbo en la cama.

Duermo un rato, miro el reloj y son las 3 de la tarde. Tengo hambre. Bajo descalza a la cocina y me sorprende ver a Harry haciendo la comida.

Presiente que me he despertado, porque se gira hacia mí y me sonríe.

-¿Has dormido bien? Se te ve descansada -vuelve a girarse y sigue con la sartén-

-Sí, gracias, pensaba que te habías ido -me acerco y me coloco a su lado- no sabía que cocinabas -puede notarse mi sorpresa-

Él se ríe.

-Pues hace mucho que cocino, para tu información -dice, divertido-

Me río con él y por un momento recapacito en los últimos días y horas. Y me tengo que ir a casa hasta que tenga los dieciocho, unos cuantos meses. Lo veo una tontería pero mi padre es de esos hombres sobreprotectores. ¿Cree que con dieciocho no me puede pasar eso? Bah, cuando tenga dieciocho volveré. Mi inconsciente me dice 'intenta ser positiva y se te pasará más rápido', aunque sé que serán como siglos.

-Ya está -Harry interrumpe mis pensamientos, pongo la mesa y él pone la comida, 'fish & chips', típico inglés, mi subconsciente se ríe de mí.

Cuando terminamos de comer frego los platos y él se ha sentado en el sofá.

-¿Quieres que te ayude a recoger tus cosas? -me mira-

-No hace falta, gracias -medio sonrío, no puedo sonreír más-

Al día siguiente voy a despedirme de cada uno de ellos, todos se reunen en casa de Liam y me hacen una pequeña comida de despedida. Los echaré tanto de menos.

Me acompañan al aeropuerto y en el último momento es cuando ya no puedo más y empiezo a llorar mientras todos me abrazan antes de entrar en el avión. Veo que todos tienen los ojos vidriosos cuando subo al avión, lo que me hace sentirme peor.

Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando el avión deja de tocar suelo y empiezo a verlos cada vez más pequeños.

Volveré. Pero, por ahora, hasta pronto New York.

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