FEBRERO -1-

1.2K 93 52
                                    

Supongo que a veces la vida da vueltas. No lo digo porque gire como una peonza, no, lo digo por el típico dicho de: <La vida da muchas vueltas>. Y que razón tiene.

A veces, la cabeza tiene tal punto de saturación que parece que va a estallar. Pero no. Se acomoda y se coloca junto a la lista de las demás cosas saturadas en un rinconcito del cerebro.

En fin.

Comienza un nuevo día, son las 7:30 de la mañana y mi despertador acaba de sonar. Y como siempre, mis reflexiones mañaneras dan para mucho.

Apago el despertador. Y acto seguido, no me levanto, me acurruco un poco, cojo el móvil y me tapo hasta la cabeza con el edredón. Busco el número de Mario, y llamo. Un bip... dos bip...

- ¡Buenos dias!

- Buenos mi amor.

- ¿Qué tal has dormido?

- Hasta que me has despertado, bastante bien.

- Me encanta ser tu despertador particular.

- Pues señor despertador, llámeme un día a eso de las 11 por favor, ¡Gracias!- Se ríe. Y a mi me encanta despertarlo.

- Sabes que entras a trabajar a las 9, ¿no? Y que si no te despertara todas las mañanas serías incapaz de levantarte por tu cuenta también lo sabes, ¿verdad?

- Que poca fe en mi...

- Ni un poquito de fe. Bueno, te dejo, Que Sino, no llego. Hablamos Más tarde. ¡Échame De Menos!

- Sabes Que sí. Te quiero.

Echo de menos a Mario. Desde que vive en Barcelona, apenas nos vemos 5 días en total cada mes. Y así llevamos un año. Él trabaja en una empresa de telecomunicaciones, y yo, tengo un centro de peluquería y estética aquí en Madrid. Sí, con solo 23 años, tengo mi propio negocio, que no va nada mal y lo que es mejor, me encanta mi trabajo. Lo mejor, que tengo 2 empleadas, y cuando llego a las 9 y media, el centro ya está abierto (abrimos a las 9).

Hoy especialmente, me he levantado optimista. No entiendo ni yo el porqué, lo único que espero es que el buen humor me dure todo el día. Decido levantarme de la cama. Ya son casi las 8. Me doy una ducha y me hago una coleta alta y desenfadada. Un poco de maquillaje, Que nunca viene mal, rimmel, rubor, y un toque de brillo en los labios. Perfecta. Voy a la cocina y me preparo un té de frutos rojos con una tostada de mermelada de fresa, mi desayuno de todos los días.

Son las 9, y despúes de ponerme el uniforme, (pantalones negros, camisa rosa), lavarme los dientes y echarme un poco de perfume, es hora de irme. Cierro la puerta, guardo las llaves en el bolso y saco las del coche. Subo en el ascensor para bajar al garaje. La puerta se abre y pasan mis vecinos de abajo.

-¡Buenos días Abi! - Marcos, el pequeño, me saluda, es un amor de niño.

-Buenos días cielo. - Le sonrío y le toco la cabeza alborotándole un poco el pelo. Saludo a sus padres. Los tres bajan antes que yo, que continúo en el ascensor hasta el garaje.

Mi coche está en el -2, así que antes de que el ascensor se pare, reviso mi móvil, lo guardo y me miro en el espejo para colocarme un poco la coleta. Hago una mueca, y las puertas se abren.

¿Qué?

Los ojos se me abren exageradamente y creo, si no es mi imaginación, que me pestañean mas deprisa que nunca. Delante de mí, está Ángel. Increíble. ¿Qué hace él en mi garaje? Sigo sin creérmelo y la boca se me abre un poco a modo de asombro.

- ¿Abi?

No consigo articular palabra. Ángel es mi ex-novio. Nuestra relación se acabó hace unos 4 años, cuando decidió dejarme por otra. Me rompió el corazón en mil pedazos y no le importó una mierda dejarme destrozada. Por aquel entonces, aún no vivía sola, vivía con mi abuela y ella sufrió mis bajones diarios, que este elemento causó. Creí que era el amor de mi vida, pero está claro que el amor de la vida de alguien no rompe el corazón a su media naranja, por irse con la primera fulana que cruza de pasada por su camino. Así que, está claro que el verdadero amor de mi vida vino un tiempo después cuando conocí a Mario y conseguí sacarme a este otro de la cabeza, que me costó lo mío, eh. Y ahora, después de 4 años, sin saber absolutamente nada de su vida ni de su paradero, aquí está, a punto de entrar en el ascensor del que yo bajo, en mi bloque de pisos.

Razón o Corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora