Viviendo Con Los Weeks

12.-

Estoy tan confundida... Edward... James... No sé que pasa por mi mente, necesito pensar bien lo que está pasando en estos momentos.
Son las 5:00p.m. y estoy preparando todo para la universidad, Edward me ha preguntado si estoy nerviosa por esto pero, nunca le respondí claramente, la verdadera respuesta es si. ¿Porque si?, Simplemente todos tenemos nervios el primer día y más si es en otro país que casi no conoces y personas que no tienen el mismo ambiente que tú y las mismas costumbres. Por desgracia me toca separada de Edward y de Maxwell, aún no se si veré a James y a Ana ahí.
Baje a tomar agua y Maxwell y Edward estaban sentados viendo televisión, me acerque a ellos para sacar plática y despejar un poco mi mente
-¿Que ven?- pregunté.
-The Walking Dead- dijeron al mismo tiempo.
Me senté para ver lo que restaba del capítulo y vaya que era interesante en verdad.
Termino y me pare por un vaso de agua.
-¡Katt, ven!- dijo Max.
-Voy- respondí.
Llegué a la sala de estar y los dos estaban sentados viendo a un sillón individual que estaba ahí. Me senté ahí con miedo, no sabía que iba a pasar.
-Okey, esto es extraño. ¿Que pasa?
-Tenemos algunas preguntas para ti- dijo Max.
-¿Okey?
-¿Piensas volver a México?- pregunto Edward
-Aamm, sí claro. ¿Porque?
-¿Porque no vas esta semana?- dijo Edward
-No, tengo inicio de clases.
-¿Y eso...?- dijo Maxwell.
-¿Que me están queriendo decir?
-Katt... Es que... Tú madre ha... Muerto- dijo Edward.
No supe cómo reaccionar a lo que me dijo Edward, era un poco difícil procesar todo lo que ha pasado en estos últimos días y ahora esto.
-Oh... ¿Y que quieren que haga?
-¿En serio Katt?- dijo Maxwell molesto.
-¿Que?
-Tu madre ha muerto- dijo Edward molesto.
-Okey, eso ya lo sé. Pero ¿que quieren que haga?
-¡Ir a verla!- grito Edward. -Era tu madre ¿y no haces nada?
-No iré. Desde que llegué aquí ella y todos se fueron a la basura junto con mi vida allá. No iré.
-¿Porque?- dijo Maxwell
-Es que...
El timbre de mi celular sonó, era un mensaje de James, ¿porque ahora?
*¿Como vas?, Tengo una sorpresa para ti. J*
Apague el celular y me negué a contestar.
-Es que... No.
-¿Que?- dijeron los dos al mismo tiempo.
-Ellos nunca me cuidaron, yo tuve que independizarme desde los 15 años, nunca tuve su apoyó ¿porque ahora que mi madre murió...? ¿Porque? Saben... No lo entiendo.
Me levanté del sillón reteniendo lágrimas, no lloraba por la muerte de mi madre, lloraba por los malos recuerdos que me dejaron durante toda mi vida y ¿quieren que llore por ellos así? Eso no lo haría por nada.
Decidí salir a dar una vuelta, tenía miedo, pero esta vez no importa nada. Estaba saliendo de casa cuando encuentro a James afuera saliendo del auto.
-Hola Katt- dijo James saludandome de beso en la mejilla.
-Hola- dije cortante.
-¿Que es lo que tienes?- pregunto James preocupado.
-Aam...- suspiré y vi a Edward asomándose a la ventana. En ese momento no resistí y besé a James.
-Dios mío Katt, eres toda una maldita perra, Edward y ahora James. No sé qué mierda me pasa- pensé mientras besaba a James.
Cuando vi que Edward dejo de vernos deje de besar a James.
-Vamos...- dije cortante.
James reaccionó enseguida y abrió la puerta del auto para que subiera.
Fuimos a un lugar fuera de la ciudad que era realmente lindo, sin ruido y con mucho viento. Fuimos a sentarnos bajo un árbol realmente grande.
-¿Como te sientes?- pregunto James.
-Bien, supongo- dije con un suspiro.
-¿Que ha pasado?
-Mi madre a muerto.
-¿En verdad? Lo siento Katt.
-No te preocupes.
-¿Y...? Bueno, no quiero que tengas ese tema en la mente. ¿Quieres saber la sorpresa?
-¡Claro que quiero!- dije emocionada. -Katt, estaremos en las mismas aulas... Estudio lo mismo que tú.
Grité de la emoción al saber que no estaba sola en ese infierno. Agarre de las mejillas a James y lo vi fijamente.
-Katt...- dijo James un poco nervioso.
-Dime.
-Te amo.
-Yo también te amo.
-¿Quieres ser mi novia?
No pensaba decir un simple "Sí" así que decidí besarlo, pero un beso lindo esos que no se dan a cualquier persona.
-Si. Te amo- dije sonriendo.
-Le dijiste a Edward que lo amabas y ahora a James, que diablos está pasando- pensé.