El 22 de febrero del 2016 me mudé a Londres con una familia de cinco integrantes conformada por los padres Michael y Caroline y los hermanos Maxwell, Edward y Kate, todos muy amables y con un acento muy peculiar. Ese día todos fueron por mí para recibirme en el aeropuerto e ir a algún lugar después según el padre.–Hola señorita Cornish– dijo el padre con un tono educado y emocionado a la vez. –Le presentó a mi familia. Niños por favor saluden a la señorita...– Lo interrumpí y dije –Señorita Katt... Katt Cornish, mucho gusto.– Todos saludaron educados excepto Maxwell el era más frío que el hielo y más callado que el desierto pero, no tome importancia y dije –Bueno, todos díganme sus edades por favor, me encantaría saberlas– Me preocupe un poco por el acento en el lo había hecho, –Tengo 9 años– dijo Kate, –Tengo 19 años, por favor no preguntes mas– dijo Edward con un tono grosero con el cual sus padres lanzaron una mirada enojada hacía el, Maxwell no respondió nada, sus padres me dijeron que tiene 21 años.
Nos encaminamos a un puesto de pizzas que había afuera del aeropuerto y empezaron todos a hacerme preguntas comunes para saber más de mí y con buena gana respondí todas. —Dígame señorita Katt, ¿de dónde viene usted— pregunto la madre y respondí un poco penosa pero amable.–Vengo de México señora Coraline y por favor llámenme Katt, estamos en confianza. Todos quedaron asombrados a la respuesta, creo que nunca habían tenido alguna visita de México. –Katt, ¿En México hay muchas chicas bonitas como tú?– Pregunto Kate. Solté una pequeña carcajada mientras contestaba. –Claro que sí Kate, pero... Yo no soy bonita...Aún no terminaba la oración mientras uno de ellos exclamó. –¡Dios mío Katt, no te contradigas!, Mamá dile a la niñera de Kate que no haga eso.– La madre contesto un poco grosera –Edward por favor no empieces con comportamientos de niños de 15 años– Reaccione rápido y dije en tono bajo –Siempre lo hago, por eso salí. Todos se quedaron callados y seguimos comiendo.
Llegamos a casa y lo primero que hice fue desempacar mis cosas para poder dormir y mañana temprano empezar con mi trabajo, pasaron cinco minutos después de entrar a la recámara a lo que llamaron a la puerta –¡Pasa por favor!– no alcé la mirada para ver quién era solamente había silencio, cuando decidí alzar la mirada iba Edward saliendo a lo que por reacción grité –¡OYE, VEN AQUÍ!– Edward se acercó a la cama, se sentó y dijo susurrando en lo que desempacaba –Discúlpame por lo de hace un rato, no sabía qué hacer– Lo mire y solo hice un movimiento con la cabeza indicando un "Sí". Paso un minuto de silencio incómodo cuando el pregunto –Katt, ¿Cuantos años tienes? Le respondí con amabilidad –Tengo 18 años– cuando hizo una pregunta que me paralizó el corazón por un momento –Katt, ¿Porque te mudaste, porque estás con nosotros?– Lo mire, suspiré y conteste, –Pues...– Kate entro a la habitación corriendo a la cama interrumpiendo la conversación, eso me alivio un poco. –Edward, ¿Verdad que Katt te gusta?– Exclamó, los dos hicimos ojos de plato a lo que Edward respondió con una palmada en la espalda a Kate –Kate cállate, eso no es verdad– A lo que Kate respondió –No seas un mentiroso Edward, cuando mis padres nos dijeron que vendría me dijiste que estaba linda, eso significa que te gusta– Solté una carcajada y me sonroje, el solo se sonrojo y me pidió disculpas. –Bueno niña traviesa, vámonos, Katt tiene que dormir después de un largo día– Dijo Edward mientras cargaba a Kate para irse, –Adiós Katt– dijeron los dos al mismo tiempo, –Adiós, buenas noches chicos– cerraron la puerta con cuidado, acomode mi cama y dormí.
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Viviendo Con Los Weeks
Ficção AdolescenteKatt Cornish una chica de 18 años, decide hacer un viaje clandestino y mudarse a Londres con la familia Weeks para olvidarse de su pasado oculto y volver a empezar una vida deseada sin descuidos ni errores. La vida pondrá muchos obstáculos para con...