Las vacaciones de invierno empezaron, todo va tan normal (algo que no es normal en mi vida), es cierto que después de la lluvia viene la calma, después de tanto drama y tragedia en mi vida merezco algo bueno esta vez.
–¿Qué harás en las vacaciones amor?– dijo Edward.
–No lo sé, he pensado ir unos días a México.
–¿Por qué?
–Quiero ver a mis primos y a mis amigos.
–Si vas, ¿Quieres que te acompañe?
–No, no te preocupes. Aún no sé si iré.
–Pero…¿Cuando sería tú regreso?
–No corras amor, yo te avisaré al rato.Al parecer Edward estaba muy preocupado por el viaje, no sé que le pase por la mente.
Pasó un rato, en verdad me puse a pensar si viajar allá, lo mejor sería solo ir unos cuatro o cinco días.–¡Edward, puedes venir!– lo llamé para darle la noticia.
–¿Qué necesitas?
–Nada, solamente te quería decir que me voy cuatro o cinco días a México.
–¿Cuándo?
–El 20 de diciembre.
–¿En dos días?
–Sí, te juro que volveré sana.
–Esta bien.– dijo con un tono seco.
Me levanté de mí cama y fui a ver qué le pasaba.
–Hey, ¿Qué tienes?– dije mientras acariciaba su mejilla.
–Nada malo.– dijo mientras bajaba la mirada.
–Sabes qué te amo demasiado, no me voy mucho tiempo. Los días se pasarán rápido. Te lo prometo.– termine de decir la frase y lo abrace.
–No me dejes.
–Nunca te dejaré, ¿Está bien?
Él solo asintió con la cabeza, me partía el corazón verlo de esa forma.Los dos días pasaron, empaque todo, Ana, Max y Edward me llevaron al aeropuerto.
–Te voy a extrañar amiga.– dijo Ana mientras me abrazaba.
–Yo más, juro que los días se pasarán en dos por tres.
–Suerte Katt.– dijo Max mientras me daba un beso en la mejilla.
–Gracias Max, cuida a mis niños eh.
Por último me despedí de Edward.
–Te voy a extrañar mucho mucho.– dije mientras lo abrazaba.
–No te vayas, por favor.– me abrazó demasiado fuerte, hasta que le salieron las lágrimas.
–No llores porqué si no también lloró.– dije mientras secaba sus lágrimas.
Mencionaron mi vuelo, me aleje de ellos y los veía a todos ahí como sí fuera la última vez que los iba a ver en mi vida.
Aborde el avión, mientras buscaba mi asiento, ví que una pareja de esposos estaban al lado de mí, guarde mi maleta en el maletero y me senté. Mientras sacaba mis audífonos y mi celular, el señor me miraba fijamente y volteaba a la ventanilla, yo sólo lo ignore, me sentí incómoda al saber que un señor me estaba viendo fijamente y yo me daba cuenta. El señor seguía mirándome, así que opté por decirle algo.–Hola.
–…
–Esta bien.
–…
–Señor, podría dejar de mirarme por favor.
–¿Tú eres Katt?
–¿Cómo sabe mi nombre?
–Los chicos de allá te están viendo.
Desde la ventanilla veía a Max, Ana y Edward con un cartel que decía "We miss you Katt." (Te extrañamos Katt). Mis ojos se llenaron de lágrimas de inmediato. Yo sólo me despedí con la mano para que me vieran. El avión empezó a avanzar y ellos cerraron el cártel.
Yo estaba tan felíz y tan triste de irme, aunque sea cinco días, me dolía dejarlos, ellos ya son mi familia en este momento.
Me puse mis audífonos y empezó a sonar "My sweet lord" de George Harrison, nada mal para empezar el viaje.
Cerré los ojos y dormí un rato, más o menos son 10 horas o un poco más de viaje, así que tenía un buen rato para dormir más.
Me desperté unas dos horas después y ya estaba bajando el sol, veía que muchas personas estaban dormidas, la pareja que estaba al lado mío estaba viendo una película en la pantalla que estaba enfrente del asiento. Como no tenía nada que hacer, decidí también ver una película, empecé a ver "La vida es bella" solamente me quedé a la mitad ya que me quedé dormida en el reto del viaje.*Sonido*
Buenas noches pasajeros, hemos llegado a nuestro destino, por favor no parece de su asiento y tener su cinturón amarrado.Desperté para acomodar mis cosas. Aterrizó y bajamos del avión, hacía demasiado frío ya que estaba lloviendo (muy raro que lloviera en estas temporadas) fuí por mis maletas y pedí un Uber, no quería arriesgarme a pedir un taxi y que pasará algo.
Llegué a casa de mí padre ya que aún tenía la llave.
–Holaaaaaaaa.
Nadie me respondía, así que fuí a revisar la habitación de mí padre, aún no había nadie. Estaba paseando por la casa cuando en una repisa de la casa ví las cenizas de mi madre.
–Hola mamá, te extrañe.
–Oí que la puerta se abrió.
–Jure haber dejado la puerta cerrada y las luces apagadas.– dijo mi padre muy preocupado.
–Hola papá.
Se quedó intacto, sin habla, tiró todas sus cosas al suelo y fué a abrazarme, la verdad nunca me había abrazado de esa manera.
–Hija, ¡Estás bien!, Cuánto tiempo.– decía mientras limpiaba sus lágrimas con su dedo.
–Te extrañe papá, no sabes cuánto.
–¿Por qué te fuiste sin avisarnos nada?
–Es qué…nunca me ponían atención, eso me enojo bastante. Por eso me fuí.
–Lo lamento mucho hija, desde que tú te fuiste y tu madre también he sabido apreciar mejor lo qué tengo.
–La extraño mucho, por mí orgullo no vine a despedirme de ella.
–Lo sé hija, yo también la extrañó y la necesito. Me alegra mucho que hayas venido.
–Tambien a mí me alegra papá.
–Que bueno que vienes hoy, mañana tengo día libre…
–Tú, ¿Día libre?, Esto es un sueño de verdad.
–Lo sé hija, mi trabajo ha cambiado demasiado. Bueno, ve a dormir que es tarde, mañana salimos, ¿Está bien?
–Claro papá.
–¿No necesitas nada?
–La clave del Internet, no he avisado a mis amigos y a mí novio que he llegado…– me quedé callada ya que mi padre no me dejaba tener novio.
–Ya sabes dónde está la clave, mañana me hablas de ese noviesito que te traes.
–Claro papá, descansa.– dije mientras reía y subía a mí recamara.
Subí con mis maletas a la recamara, abrí la puerta y todo seguía igual como lo había dejado, cheque los cajones y ahí seguía las cartas y las fotos que tenía (las pocas que tenía) saqué de mí maleta mi pijama y mis sandalias, me fuí a cepillar los dientes para irme a dormir.
Me acosté y agarre el celular para mandarle mensaje a Edward para avisarle que ya había llegado.
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Viviendo Con Los Weeks
Novela JuvenilKatt Cornish una chica de 18 años, decide hacer un viaje clandestino y mudarse a Londres con la familia Weeks para olvidarse de su pasado oculto y volver a empezar una vida deseada sin descuidos ni errores. La vida pondrá muchos obstáculos para con...