/Elsword\: A miracle?...

Capítulo 29

-... Heh, no te preocupes por eso...-

"Porque al final... ni siquiera lo recordarás."

POV LU

-¿A qué te refieres con eso?-, me pregunta Ciel luego de charlar un rato.

Me costó demasiado poder reencontrarme con él dentro del plano astral, como si su alma estuviera tan débil como la mía. Ahora que lo pienso, eso tiene mucho sentido.

-Aquel individuo que robó mi energía, parece tener las intenciones de abrir la puerta sagrada a Elision-

-¿Elision? ¿No es ese...?-

-El paraíso extradimensional... en el que se cree que está la Dama de El-

Esas palabras sorprenden excesivamente a Ciel. No puedo decir que lo culpe, existen innumerables leyendas de aquel paraíso que, al parecer, nadie ha podido visitar en miles de años.

-No entiendo. ¿Por qué Galveo querría...?-

-Una de las tantas leyendas cuenta que quien acceda a Elision podrá hacer realidad cualquier capricho. Es lo más cercano que encuentro-, doy un suspiro de frustración.

-Pero... ¿qué...?-

-¡Ya, Ciel! ¡Demasiadas preguntas!-, exclamo haciéndole un puchero.

-Vale, vale. Lo siento-, no parece tan arrepentido. Ya verá cuando nos encontremos...

-Nuestra energía espiritual es demasiado baja. Por ahora solo podremos descansar y esperar lo mejor. ¿Dónde estás?-, no puedo localizarlo con mis fuerzas tan bajas.

-Según entiendo, en el Castillo de Hamel. No te preocupes, cuando me recupere, iré a buscarte en el hospital-

-No estoy ahí. Ese tarado me trajo a un lugar desconocido-

-Se lo haré pagar una vez que lo encuentre. Le puedo pasar que me utilizara, pero no le perdonaré que te haga daño-, esas palabras provocaron un cosquilleo en mi estómago. Fue bastante tierno, -Por cierto, ¿estarás bien?-

-¿Por qué lo preguntas?-

-Bueno, por tu condición...-

Y tenía que recordármelo.

-Eres... un idiota...-, mi mente confundida comienza a recrear bastantes escenarios traumantes. No sé si te quiero o te odio, Ciel, -¡COMO NO ME SAQUES DE AQUÍ PRONTO TE JURO QUE TE ARRANCARÉ LENTAMENTE LAS-!-

POV RENA

Vaya. Estoy bastante segura de que esto era lo último que tenía en mente cuando Raven dijo que ya tenía decidido dónde tendríamos nuestra cita. Ninguna persona está vestida en menos que ropa formal, solamente igualada por la del sonido de conversaciones tranquilas y copas de vino; un elegante papel tapiz rojo adorna las paredes mientras que las luces de la ciudad un poco más abajo parpadean y brillan.

Con todo, el ambiente es suficientemente relajante para no sentirme demasiado tensa a pesar de ser esta nuestra primera cita.

Una vez nos sentamos, nuestro mesero se retira para atender a otras personas con una breve reverencia, luego de que acordamos mirar primero el menú. Cada uno, en el proceso, mira a sus alrededores con bastante atención. De vez en cuando, nuestras miradas cruzan, lo que me provoca un chispazo por el momento.

-Dime, ¿te gusta?-, pregunta Raven un tanto avergonzado.

-Bueno, nunca he venido a un lugar como este antes, pero me agrada-, declaro con una sonrisa.