Delicioso Dilema.

Capitulo 15.

Desperté de un sueño algo diferente, estaba en medio de 2 caballeros, el señor Weasley y el señor Malfoy. Ambos estiraban mis brazos en direcciónes opuestas, argumentando que uno me amaba mas que el otro, o que yo merecía mas a uno que a otro, haciendome sentir en un dilema, en un delicioso dilema, pues no puedo negar que ambos son realmente atractivos. Justo en ese momento una mujer delgada de cabello negro, a quien no le puedo ver el rostro, toma por la espalda a Draco y le susurra algo al oído, alejandolo de mi lo cual me llena de miedo y tristeza, pero entonces en el otro extremo sigue tomándome del brazo Ronald, quien me estira y me abraza, pero este no me emociona para nada.

Me levanto de mi cama y me meto a la ducha, no espero a que el agua se caliente, solo entro permitiendo que el chorro de agua caiga en mi cabeza relajado todo mi cuerpo, después me lavo el cabello y de igual manera el cuerpo, y salgo envuelta en mi bata y con una toalla en el cabello.

Me visto rápidamente pues, escucho en mi ventana un aleteo, me acerco a ella y de la pata de una lechuza retiro una carta, es Draco, preguntando que haré el día de hoy y si puedo darle el numero de mi nuevo teléfono. Le respondo rapidamente, brindandole el numero y contándole que después de una larga semana veré al amor de mi vida. Aunque realmente siento que lo engaño, porque algo de mi me dice que ya no siento lo mismo por Ronald.

Desayuno cualquier cosa que encuentro en mi nevera, me cepillo los dientes y me maquillo un poco, tomo mi bolso y salgo de mi departamento con rumbo al centro comercial.

Camino por todos los pasillos sin tomarle importancia a nada, se que quiero comprarle algo a Ron, pero no se que. Así que vuelvo a pasearme por cada uno de los pasillos, pero esta vez presto mas atención, graciosamente encuentro una comadreja de peluche con un montón de chocolates rellenos de Ron. Mi sonrisa crece en mi rostro y río por lo bajo atrallendo las miradas de 2 anisanas qué pasaban tras de mi. Tome el peluche y me dirigí a la caja a pagarlo.

Aparecí frente a la madriguera con una bolsa decorada con corazones. Entre a la casa y estaba Ginny ahí sentada, me miro con odio y solo se levanto y subió las escaleras, camine a la cocina, donde me encontré con George, me dio un abrazo y me indico que Ron aun seguía en su habitación. Subo las escaleras y al golpear la puerta de la habitación de Ron, esta se abrió.

-Buenos días dormilon, ya casi es medio dia-. Le dije en tono maternal y bese sus labios.

-Buenos días linda, lo siento, ayer me fui a las 3 escobas con Harry y Neville-. Dijo entre bostezos. -Pasa, iré a lavarme la cara, ya vuelvo.

Entre al cuarto de mi novio y ordene un poco, levante la ropa sucia del suelo, ordene la cama, y finalmente abrí la ventana y las cortinas para que entrara aire fresco y luz solar.

-Siempre lo haces.

-Odio el desorden, lo sabes.

-Y yo el orden, bueno en verdad no es que lo odie, es solo que me cuesta mantenerlo.