Te encontré..

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Vio a una cretura completamente extraña, la cual lo asustó, pues este lo miraba fijamente con la legua afuera como si estuviera jadeando, pudo notar que aquella creatura se parecía mucho a la que acompañaba a su perla la otra noche que lo vio, pues era igual de peluda y rara.

Quizás el estaba cerca...

Estaba aliviado de que no fuera un humano, pero un poco preocupado por no saber que era exactamente el, quizas era comun verlos en tierra firme. Depronto vio como este se acercaba mas hasta donde el estaba, en aquella roca, parecía que no le importaba si mojaba su pelaje esponjoso.

No pensó otra cosa más que volver a sumergirse al mar pero no del todo, se escondió detrás de la gran roca, asomándose un poco para ver si aún seguía acercándose hasta donde el estaba. No se iría tan fácilmente sin antes ver a su perla.

— Makkachin—  Escucho una voz masculina, la cual le parecía realmente bella y suave, logró ver como aquella creatura comenzó a.... ¿hablar? , hacia ruidos extraños tal vez hablaba otro idioma como las ballenas, o los peces del mar.

Pronto vio como alguien se acercaba hasta donde estaba esa creatura, un hombre se acercaba hasta el, notó que aquella persona era su perla, tenia una expresión relajada, sus facciones se veían aún más bien de cerca, eran tan finas que podían hacer que enloqueciera en cualquier momento, sus cabellos platinos que se ondeaban por el viento y una sutil sonrisa que lo hacían lucir aun más bello. Sus ojos celestes tan profundos como el mar, que podían hacer que cualquiera se perdiera en ellos, que se quedó observándolos unos breves segundos, con una mirada algo tonta. Pudo ver como se acercaba a esa creatura peluda y le daba unas leves palmaditas en la cabeza.

Pudo sentir una enorme calidez al ver como este era tan cariñoso con aquella creatura, se notaba un leve brillo en sus ojos, y una linda sonrisa que desprendía una enorme felicidad, lo cual lo hizo suspirar, se veía realmente hermoso.

Aquello no le duro tanto tiempo, no hasta que esta volviera a hacer aquellos ruidos extraños acercándose hasta donde se encontraba, como si tratara de indicarle a su perla que el estaba ahí, se quedó inmóvil sin hacer ningún ruido quería acercarse hasta su perla, esta era su oportunidad.

Pero no lo hizo. Sólo se quedo en aquel lugar, detrás de aquella gran roca, sin moverse más, sin hacer ningún ruido, esperando no ser visto.

Cayó en cuenta de lo que estaba haciendo,  se suponía que había venido para ver a su perla, acercarse, para tal vez hablarle... pero simplemente lo había consumido el miedo, el temor de como podría actuar si era visto de aquella forma.

Después de todo el era una criatura mitológica la cual los humanos creían extinta, una leyenda, ¿como se supone que actuaría su perla al ver que no era cierto? Al ver que aquella especia no fue extinta y mucho menos era una leyenda.

Que el estaba ahí, y era completamente real ¿acaso lo ahuyentaria? ¿acaso se asustaría? O peor aún ¿le contaría a los demás humanos que fue visto por el y consigo pondría en riesgo a su reino ? No, eso no pasaría.

Eran demasiadas preguntas las que pasaban por su mente y tan poco tiempo para poder procesarlas.

¿Por que se cuestionaba esto tan de repente? 

Habían transcurrido tan solo unos minutos en los cuales dejo de escuchar los ruidos extraños que hacía aquella creatura peluda, que acompañaba a su perla y consigo sus pisadas sobre la arena, se sintió un poco aliviado y al mismo tiempo decepcionado.

Tal vez no se habían ido, quizás sólo dejaron de.... ¿hacer ruido?, estaba por armarse de valor para finalmente salir de su escondite de nuevo. Pero cuando intento asomarse para poder ver su direcdion.

I'll never forget youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora