Sintió lastima, e impotencia por saber la actual situación en la que se encontraba el Príncipe Yuuri, su padre le estaba obligando a dejar a su destinado. Estaba rompiendo el lazo que los unía. Mila sabía lo difícil que era encontrar a una pareja destinada, ni ella misma lo había encontrado y saber que su futuro prometido ya lo había encontrado la llenaba de culpa y de una tristeza inexplicable.
Quería ayudarlo, hacer por lo menos algo por el, ya que no sabía la manera en la cual podría impedir su matrimonio. Pero ¿Que podría hacer?
Esa pregunta se encontraba dando vueltas en su cabeza, mientras nadaba alrededor de su habitación.
Si, escucho bien, el destinado del Príncipe Yuuri no era una sirena o un triton si no un humano, uno de esos que se encontraba en tierra firme. Aquellos de los que tanto le temian en el océano.
¿Como pudo Yuuri enamorarse de uno de esos? Más bien ¿Como pudo acercarse a ellos sin tener miedo? Esas eran las preguntas que atormentaban a la pelirroja en cada momento. Su mente estaba hecha un lío y evidentemente ninguna de sus dudas iba a ser respondida si no las preguntaba directamente.
Pensó y pensó hasta el cansancio en cómo podría ayudar al Príncipe, no había manera de que el huyera a tierra firme, pero tal vez.... Si había una última oportunidad de que Yuuri se viera una vez más con su pareja sin que nadie se diera cuenta.
Tal vez ella podria ayudarle, tan solo en eso, no era mucho, claro que no pero creía que era mejor que nada.
Rápidamente salió de su habitación, buscando la del Príncipe Yuuri con desesperación, aún le costaba un poco, pues se perdía en aquellos pasillos tan confusos a los cuales no estaba acostumbrada. Se tardó un poco pero al final logró llegar hasta ella.
Toco la puerta, luego llamo a Yuuri por su nombre pero no hubo respuesta. Tal vez el quería estar solo pero no se lo permitiría, al menos no está vez. Giro la perilla de la puerta, la cual creyó que estaba cerrada y que había intentado en vano, pero no, resultó que la puerta se abrió. Se adentró a la habitación y logró ver a Yuuri recostado en la cama dándole la espalda.
Mila toco su hombro y Yuuri volteó a verla sorprendido, se endereso sentándose sobre la cama, no se dio cuenta en que momento la pelirroja había entrado a su habitación. Tenía los ojos inchados, parecía estar cansado, la estaba pasando mal eso estaba claro. Mila le dedico una calida sonrisa mientras le acariciaba la mejilla entristecida.
—Escuche por equivocación la conversación que tuviste con el Rey de la Atlántida, tu padre...—Dijo algo apenada. Evidentemente no sabía como decirle aquello y al no hayar la manera correcta dé hacerlo simplemente lo había dicho como tal.
—Oh ya veo.. así que ya lo sabes. —Dijo sin ganas y mila solo asintió.
— Yo quiero ayudarte.
— No hay manera de que puedas hacerlo.
— Tal vez no pero...
— Ya no hay solución Mila.— la interrunpio—He aceptado el hecho dé casarme contigo, ninguno de los dos podrá impedir la boda. Está hecho.
— Yo estoy consiente de ello, lo pensé y tras analizar todo no pude hayar alguna solución para que nosotros no contraigamos matrimonio. Pero si pude hayar una manera para que tu y tu destinado tengan una última velada.
—¿Que? ¡Eso no es posible! Mi padre siempre me mantiene vigilado y creo que ahora que ya sabe la verdad estara peor.
—Pero no creo que te diga nada si sales conmigo
— ¿Que quieres decir?— Dijo algo confundido
— Quiero decir que le digamos a tu padre que saldremos los dos juntos por los alrededores de la Atlántida a dar un paseo, claramente eso no es lo que haremos. Lo que haremos será ir a la superficie.
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I'll never forget you
FanfictionLos caminos del destino son tan inpredecibles como la importancia que tendrán las personas una vez que entran en nuestras vidas, tal vez así fue entrastes a mi vida por obra del destino y sin que tu lo supieras, sin que yo me diera cuenta. Enamorars...