Capitulo once| Parte uno.
Darme un respiro de la escuela sonaba tan tentador, y eso me encantaba de los fines de semana. En realidad, quien estaba más entusiasmado con los sábados era Christian, pues siempre tenía invitación a alguna fiesta en la que luego ocurrían anécdotas dignas de contarnos por un montón de días seguidos.
Mi hermano mayor se sienta junto a mí en el sofá con una sonrisa que me perturba un poco, bajo la pantalla de mi móvil para dejarlo a un lado.
— ¿Por qué sonríes de esa forma?
— ¿De qué forma hablas?
—De la forma en la que lo estás haciendo...
— ¿Qué? —Pregunta, confundido. —Olivia no te entie...Mierda olvídalo, tengo buenas noticias quizás te interesen.
—Claro. —Digo acomodándome para escucharlo. —Me encantan los chismes, suelta.
Christian tomo una bocanada de aire, creo en realidad no ser capaz de entender el porqué de su extrema felicidad. Mi hermano está loco, eso sí.
—La fiesta de hoy es donde Gero y Owen, ellos me han dicho que puedo invitarte y que si quieres puedes llevar alguno de tus amigos.
Vale, ahora que lo explicaba seguía sin entender porque tan feliz. En realidad, era la primera vez que Christian me invitaba a una fiesta, supongo que se sentía más seguro por el hecho de que era en casa de los gemelos quienes siempre de alguna forma extraña terminaban controlando todo. –Lo juro- Aún asi, dude al respecto. Pero no me vendría mal una fiesta.
— ¿Mel ira?
Su negación fue la respuesta. A Mel no le llamaban la atención la fiestas, y no es porque se creyera mejor por no asistir si no porque hacia demasiadas cosas y siempre estaba muy cansada como para gastar más energía, prefería pasar el fin de semana durmiendo y la entendía perfectamente.
—De acuerdo, si iré.
Christian se levanto de sofá y extendió su dedo pulgar hacia mí, con una sonrisa muy feliz. Antes de subir por las escaleras grito como si no pudiera escucharlo.
— ¡Dile a tus amigos!
Bueno, lo primero que hice fue escribirle a Vero y Sam con esperanzas de tener una respuesta positiva, aunque sabía que sus padres eran un poco más estrictos con el tema de las fiestas y las esperanzas de que ellas pudieran asistir eran pocas. Aún así, espere la respuesta mientras le marque a Ron para ponerlo al tanto.
El pelirrojo no tardo ni tres segundos en responder.
—Hey, tu. —Me saludo desde el otro lado de la línea.
—Hola ¿Molesto?
—Por Dios no, estaba volviéndome una parte decorativa de la sala de tanto aburrirme. Dime ¿En qué puedo ayudarte?
Sonreí por su comentario, Ron era un chico agradable y me preguntaba si el tenia experiencias en fiestas, posiblemente si mucho más que yo.
—Mi hermano quiere que vaya a una fiesta e invite a unos amigos, dime. ¿Te gustaría la idea? Puedo enviarte la ubicación de mi casa y quedamos para ir juntos.
Creo que sería más fácil que explicarle como llegar a la casa de los gemelos, tenias que ir un par de veces para aprender bien el camino porque posiblemente terminarías perdido en el intento.
— ¿Lo dices en serio? ¡Claro! Cuenta conmigo, estaré ahí. ¿A quién más invitaste?
—Bueno, tú eres el primero que me lo confirma. También voy a escribirle a Bailey.

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No Todo Es Una Cuestión De Amor
Humor¿Qué ocurre cuando la persona que te rompió el corazón, regresa buscando una segunda oportunidad? Olivia y Ashton solían ser amigos, hasta el momento en el que por un error Ashton termino atentando contra el autoestima y confianza de la pequeña Oliv...