capitulo doce

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     "Fiesta| Parte dos."

Cuando llegamos a la casa de los gemelos lo primero que hago es pegarme al brazo de Bailey, inmediatamente imita mi acción y es que no estoy acostumbrada a estar en lugares con tanta gente.

En serio, tanta...

Miro cómo en la casa, las personas están ocupando todos los lugares posibles haciendo parecer como si el lugar fuese más pequeño. Lo cual es muy estupido, porque la casa de Owen y Gero en realidad es muy grande, esa es la razón por la cual están algo apartados de la ciudad. Tomando la ruta, unos cincuenta kilómetros en la nada misma.

Peligroso, hacer una fiesta en un lugar así sin supervisión de nadie. Sacudo mi cabeza y apartó ese pensamiento, pues aunque es cierto tendría que haberlo considerado antes de aceptar venir. Pero esto es otra cosa que deberían saber de mi: Pensar primero no es mi fuerte, ser impulsiva y cagarla si.

—Joder, se la liaron en serio. —Comenta Ron subiendo las cejas, Ashton asiente dándole la razón.

—Son los mejores dando fiestas, no es para menos.

—Si, he oído la reputación que tienen por eso moria de ganas de venir. —Confeso Bailey a mi lado. También entendía el porqué los padres de Vero y Sam no habían dejado que ellas aparezcan en la fiesta. Se supone que Christian sería el adulto mayor que cuidaría de nosotros.

Agreguen eso a la lista de cosas que jamás pasaran, justo después de mi boda con Harry Styles.

Después de unos minutos el primero en perderse entre la gente por cuenta propia es Ashton, a quien observo mientras se va. Bailey, da un golpecito en mi hombro y se que su mirada insinúa algo, niego como respuesta a lo que sea que esté pensando.

—Pensé que ustedes....

—¿Qué nosotros...? —Intento seguir, ella se mantiene en silencio y niega un poco incómoda al sentir la mirada de Ron y mi hermano fija sobre ella, para no ponerla en una situación todavía más incómoda suelto una risa relajada.

El siguiente que desaparece es nada más y nada menos que Christian, diciendo que nos vería en el estacionamiento a las cinco y cuarenta de la madrugada. Bailey, Ron y yo nos mantenemos unidos lo que resta de la noche.

—¿Entonces me hiciste caso?

Se hace un poco difícil escuchar la voz del pelirrojo con esa música de fondo pero logró hacerlo, aunque dudo de haber escuchado bien en realidad. Lo miro confundida mostrándole que no tengo ni idea de lo que habla.

—¡Mira hacia allá!

Obedezco y giró la cabeza hacia donde el ha señalado, Bailey también lo hace y sonríe con tranquilidad.

—¡Genial! Iker esta aquí también. —Dice, sin embargo su rostro se llena de confusión. —Espera ¿Por qué está Iker aquí también?

Que buena pregunta.

Me encojo de hombros, tratando de que entiendan que no tengo nada que ver con su presencia en la fiesta. Ron se encoje de hombros y levanta su mano en forma de saludo a donde esta el chico.

El asiente en forma de saludo pero tampoco presta demasiada atención. Hago una mueca, quizás es difícil para el mostrar por lo menos un poco de...Simpatia, en fin. Nadie podía obligarlo a nada.

No Todo Es Una Cuestión  De  AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora