Capitulo catorce

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Olivia

Si hay algo que me sorprende de hoy es que no me he metido en problemas en lo que va del día, buen punto para mi. Sin embargo estuve a punto por culpa de la estupida de Betty que esta encantada con la idea de traer y llevar chismes vaya a saber uno con que finalidad. Aún así, no termina de lograr ponerme de mal humor.

Lo importante: No me meti en problemas.

Durante el descanso busco a Mel porque me ha pedido que este con ella en la cafetería, y si me había olvidado de que supuestamente estoy mal del estómago la razón es simple: Ashton no vino al colegio hoy.

Sin Ashton cerca no había nada más que lograra irritarme.

Me senté en una de las meses y esperé a Mel, a quien también le mande una fotografía de donde estaba sentada para que pudiera encontrarme. Ron había quedado de comer con unos amigos suyos y Bailey tenía junta con el club de teatro.

Por eso me toma desprevenida cuando alguien más se sienta en la mesa, sin embargo no es Mel ni nadie que conozca. Es un chico de cabello castaño ojos cafés y unos músculos que parece tener intenciones de presumir. Trago saliva confundida.

—¿Um...?

No sé que decir, espero que diga que se ha confundido. Sin embargo no lo hace me regala una sonrisa tan perfecta que queda bien con su rostro, tanta hermosura junta me hizo pestañear un par de veces.

—¡Hola! Lamento atreverme a sentarme aquí, me llamo Ian. —¿Entonces fue intencional? Bueno, supongo que sí.– ¿Olivia, verdad?

—Si, verdad...–Respondo un poco atontada —Digo, Olivia. Es verdad que me llamo Olivia.

Me maldigo internamente se supone que tengo que estar acostumbrada a hablar con chicos ¡Vivo rodeada de ellos! Pero no es lo mismo hablar con Gero Owen o Christian que con un chico como Ian. Ya sé, apenas lo conozco y ya estoy babeando descaradamente.

¡¡Diosito me libre guarde y proteja!!

—Bueno la aclaración estuvo de más. —Sonrio tratando de sonar un poco más tranquila. — ¿En qué puedo ayudarte?

Bien, sonó bien. Espero que realmente no me vea como una maldita estupida.

—Quería saber si podías darme tu número de teléfono. –Dijo, muy natural. Haciendo que casi me ahogue con mi propia saliva. No recordaba la última vez que un chico me había pedido mi número de teléfono, bueno creo que el último fue Ron pero...¡Ah, yo me entiendo!

Sacudo mi cabeza y creo que no pienso con mucha claridad.

—Esta bien.

El me muestra esa perfecta sonrisa de nuevo, me pasa su móvil para que anote mi número y eso hago. ¿Quizás tendría que haberme hecho rogar más? Soy nueva en todo esto y ni siquiera se coquetear con chicos porque ellos solo me quieren como amiga.

¿Debería pedirle ayuda a alguno de ellos, quizás?

Ian asiente feliz

—Muchas gracias, te escribiré.

Después de decir eso se fue dejándome bastante confundida. Increíble. Pienso en lo tonta que soy y en que quizás necesite definitivamente ayuda de alguien con más experiencia en esto que yo.

Senti unas risas a mis espaldas que me hicieron fruncir el ceño y voltear a ver, Iker se encontraba mordiendo una manzana con su mirada clavada en mi.

¿Acaso él...?

—Eso fue penoso de ver.

Le di una mirada en blanco y le escribí a Mel para preguntarle si le faltaba mucho su respuesta fue "Estamos complicados en el periódico ¡Lo siento!" Hice una mueca y dejé el móvil a un lado de mala gana.

No Todo Es Una Cuestión  De  AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora