Me quedo quieta al siguiente día, cuando me cruzo a Ashton por los pasillos del instituto. Sé que dije que lo enfrentaría e incluso, me vi tan valiente haciéndolo. Lo practique anoche frente al espejo muchas veces, es más hasta podría decir que sería una excelente actriz. Sin embargo el panorama del jueves por la mañana es completamente diferente. Ashton no está haciendo nada malo, porque esas cosas no van con él. Es más, está de pie frente a su casillero con toda la concentración centrada en el libro que tiene en sus manos, parece interesante porque ni si quiera se da cuenta de que hay una extraña llamada Olivia que lo está observando. Abro mi boca como si estuviese a punto de gritar su nombre, para atraer su atención hacia mí pero la vuelvo a cerrar en ese instante. Sacudo mi cabeza, desconforme.
Me doy por rendida, aferro mis manos a las correas de mi mochila y vuelvo a caminar al aula con un poco de enojo. Ron haría preguntas, seguramente y yo no tenía ninguna respuesta que darle. Sin embargo, cuando entro de regreso el pelirrojo no se encuentra por ninguna parte y tampoco hay señales de vida de Bailey. Por su lado, Iker está durmiendo en sobre su mochila, cosa que puedo considerar parte de una rutina. Básicamente, no tengo con quien hablar.
Suelto un suspiro frustrada y abro mi libro de estudio, los jueves tenemos dos horas seguidas de matemáticas y es lo peor que puede existir en el mundo.
—Romperás el libro si sigues así. —Murmura una voz, que al ser tan espontanea me asusta. Miro al chico que está a mi lado con el ceño fruncido, según yo él estaba dormido pero supongo que por mi berrinche se ha despertado. — ¿Otra vez con tus historias?
No sé si estaría empezando a confundirme, pero según yo Iker parecía estar dispuesto a escuchar así que lo miro sorprendida. Su expresión seria parece indicarme que lo largue de una vez, pero no tengo confianza para decirle las cosas de Ashton todavía.
—Vuelve a tu siesta. —Me siento un poco estúpida pues, me he quejado de no tener quien me escuche sin embargo siendo Iker quien se ofrece a hacerlo, tampoco quiero contarle mis dramas. Y es que, todavía no me inspira la confianza necesaria.
Sufro en silencio lo que queda los minutos hasta que el profesor entra seguido de muchos estudiantes, entre ellos Bailey y Ron. Cuando giro a mi derecha veo como Iker ya volvió a dormirse. Sin embargo, Ron se acerca a mi mesa.
— ¿Cómo te fue? —Murmura, en un tono bajo.
Niego, como para que se dé una idea. El hace una mueca.
—No he podido, quizás luego.
Ron asiente, me da una palmada en el hombro y va a su asiento.
Suspiro frustrada, y me dedico a prestar atención en clases. Cuando el profesor entra al salón de clases, todo se queda en silencio. De hecho, no es un hombre muy querido entre los alumnos. Miro a mi derecha, como Iker está durmiendo tranquilamente.
—Copiare unos ejercicios en la pizarra, quiero que pasen a resolverlo al terminar la clase.
Mierda, genial. Al menos quizás se sorprendan pero: No doy tanto asco en matemáticas. Soy un poco buena con los números, al menos se resolver cuentas. Me concentro en trabajar en silencio por el resto de las clases. Veo a Ashton cuando entra al salón de clases. Pero el, es inmune a cualquier tipo de llamado de atención. Levanto una ceja cuando el profesor solamente lo saluda, casualmente y pongo los ojos en blanco.
Ron comienza a hacer muecas de asco y se ríe.
— ¿Señor Walker, todo en orden?
Mi amigo colorado abre su boca sorprendido y niega ante la pregunta del profesor.
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No Todo Es Una Cuestión De Amor
Humor¿Qué ocurre cuando la persona que te rompió el corazón, regresa buscando una segunda oportunidad? Olivia y Ashton solían ser amigos, hasta el momento en el que por un error Ashton termino atentando contra el autoestima y confianza de la pequeña Oliv...