Capitulo dieciséis

3.2K 246 16
                                    


Ashton se ha tomado muy en serio eso de no dejarme sola ni un minuto, aún en clases tiene sus ojos sobre mi.   Mi cabeza todavía me duele pero no soy capaz de quejarme en voz alta, Betty está sentada a centímetros de mí y está  tan tranquila que quiero golpearla con algo.

—Betty, tu eres la calificación más alta de la clase. Felicidades, tus compañeros deberían aprender de ti.

Doy una mirada en blanco por el comentario del profesor totalmente innecesario,  no soy la única que repudia eso porque también escuchó cómo  Ashton se queja en voz alta.

—Irónico, y patético.

El profesor fija su mirada en Ashton  al igual que casi toda la clase, mi corazón empieza a latir  con nervios porque no quiero que él  diga nada sobre lo que ha pasado.  Espero que lo entienda cuando lo miró. 

—¿Algo para compartir con la clase, señor  Crawford?   

Ashton lo piensa, mira a Betty pero después me mira a mi. Niego lentamente, Ashton  suspira rendido.

—No, pensaba en voz alta.

Agradezco en silencio y todos volvemos a prestar atención a la clase hasta que esta termina, cuando el profesor se va el primero en acercarse  a mi es Ron.

—¿Me he perdido de algo?  —Murmura intrigado. —Por primera vez puedo ver que no tienes ganas de matar a Ashton  o estamparlo contra una pared.

—Si, también lo he notado. —Dice Bailey desde el asiento de adelante,  voltea a ver al chico que ha estado en silencio junto a mi toda la clase. — ¿También lo notaste?

Iker hace una mueca de confusión y disgusto.

—¿Y a mi por qué me meten? —Responde,  de mala gana.

Suelto un suspiro, la clase comienza a vaciarse hasta que solo quedamos nosotros y también Ashton quien camina hacia la mesa y se pone a mi lado.

—Deberías decirlo. —Invita, pero sigo sin creer que aquella opción sea la mejor. Niego insegura.—Lo sabrán de cualquier forma.

—No me digan que estáis  saliendo...—Dice Ron entrecerrando sus ojos.

—¿¡Pero qué dices!? —Suelto, disgustada. Nunca me ha gustado Ashton y tampoco quiero salir con él, siempre lo vi como un amigo y nada más.–Bueno, lo diré para que no se anden inventando películas estúpidas.

En realidad no sabía cómo decirlo, así que voltee a Ashton para que me ayude. 

—Betty la golpeó en los casilleros.

Todos voltearon hacia nosotros, sorprendidos y molestos incluyendo a Iker quien yo creía que estaba en una burbuja muy lejana a la realidad. 

—No sé si me golpeó. —Digo.

—¿Cómo qué no sabes? —Protesto Ashton.— Te golpeo la cabeza contra los casilleros, si hubiese sido más fuerte hasta te podrías haber desmayado.

—De verdad, para mi no fue tan grave.—Insisti.—  Solo que no se defenderme,  además  mis defensas de por si son bajas. Cualquier cosa pesada mi cuerpo no lo soporta mucho.

Se quedan en silencio por varios minutos, el primero en levantarse después es Ron quien está a punto de salir del salón de clases pero lo frenó agarrando su manga.

—¡Deja que le de una lección a esa arpía!  —Protesta  intentando soltarse de mi agarre, niego a su petición.— ¡Por favor!


—No, nadie hará nada porque no tengo ganas de lidear con esto. Así que mejor hay que olvidarlo y dejarlo así, si Betty quiere meterse en problemas que lo haga pero nosotros no lo haremos. Ron, tu y yo ya estamos bastante jodidos como para sumar un strike  más. —Le recuerdo.

Parecieron estar de acuerdo conmigo porque nadie más dijo más nada del tema, nos separamos a la hora del almuerzo donde yo me encontré con Mel y Christian.

—Al fin me han dejado descansar del periódico, sentía que iba a volverme loca. —Se quejó Mel, acariciando  su cien.—  Necesitaré  aspirinas después de esto.

—Están trabajando mucho ¿No?  —Preguntó Christian. Mel asintió.— Además es tu último año también. Joder, me pregunto quien será capaz de ocupar tu lugar luego de esto, nadie escribe mejor que tu.

Sonreí en silencio aunque estaba de acuerdo con él,  Mel era una escritora increíble y creo que nadie podría pisarle los talones si quiera.

—Se qué hay mucho talento dando vueltas por ahí, es solo cuestión de encontrarlo. —Asegura. — Oi que volverá la banda el próximo año, harán varias. Olivia, podrías unirte.

—Lo pensaré.

Una silueta aparece por el pasillo dejando ver el cuerpo de Ian acercándose a nuestra mesa con  timidez. Le sonreí , en realidad había olvidado completamente que habíamos quedado en almorzar juntos.

—Hola...—Saludo con vergüenza.—Olivia  ¿Tienes un minuto para mi?

Mel aclara su garganta  y le da un golpecito en el hombro a Christian.

—La secretaria nos necesita, nos matará sí lo llegamos rápido. —Mintió, Chrsitian la miró confundido.

—No entiendo de que….—Algo hizo que Christian  haga una mueca de dolor y  retrocederá. —Ah vale, ya me acordé.

Mis hermanos se fueron saludando a Iker de paso, Christian despeinado mi cabello y me dio una mirada de advertencia.  Me dejaron sola con el chico que parecía un poco perdido.

—No quiero robarte mucho tiempo...—Suelta.—Veras, yo me he acercado a ti por qué  quería preguntarte algo…

Joder, ahora estaba nerviosa.
¿No era muy rápido para esto?

—¿Algo sobre qué?

—Sobre tu hermano.

Me pregunto que tan épica había sido mi reacción después de sus palabras,  él pareció darse cuenta de lo ocurrido quizás porque yo había empezado a decir palabras al aire sin sentido.

—¡No me malentiendas!  —Suspiro.— Es por el equipo, en realidad estoy interesado en entrar y como es el capitán me preguntaba qué posibilidades existían  de que hiciera una prueba para que me recomiende o algo así.

No sabía qué responder y ya la situación de por  sí era demasiado incómoda, balbucee un poco antes de dar una respuesta.

—Eh, lo intentaré.–Dije insegura, deseaba ahora poder irme corriendo a alguna parte. Fue humillante sobre todo por lo que yo había creado en mi cabeza.

—¡Muchas gracias!  Eres genial.

Ian me saludó con su mano y se fue, cerré mis ojos un poco frustrada. No sabía si en realidad le hablaría a Christian  sobre él, porque se que se molestaría si se enteran que me están usando de intermediaria.  

Me quedé sola y callada hasta que mi simpático compañero de banco vino hacía mí, con su típica fachada de niño sacado de una peli de mafiosos. 

—Ven conmigo.—Dijo tranquilo.

¡Joder! Basta de marearme 

—¿Ah?

El me dio una mirada en blanco.

—No seas torpe, ven conmigo.

No entendía nada de lo que estaba pensando, pero tampoco quería estar ahí  en realidad así que después de pensarlos dos veces tome mis cosas y segui a Iker sin saber bien a donde.

***





No Todo Es Una Cuestión  De  AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora