Capitulo 28

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Por fin llego el día de ir a Chicago, fue un viaje un poco incomodo, viajar con los Leagan no era lo mas hermoso que digamos siempre tenían que encontrar algo con que molestar. Aunque Albert siempre los miraba de mala gana con tal de protegernos, también sabia que nosotros no nos dejaríamos y  era ahi donde concluía con el acto de la tía Erloy fulminando a los Leagan con la mirada, la mirada de la tía Erloy tenia algo muy demandante y serio nadie podía retarla.

Y fue así como llegaron a Chicago, la mansión seguía igual que la ultima vez que estuvieron ahí.
No perdieron el tiempo para no poder ir a ver la pequeña casa del árbol. Algunas tablas ya estaban rotas, las escaleras estaban reventadas, Candy era fuerte pero esa casa le traía recuerdos sobre todo con Stear. Ya tenía tiempo que murió, y todavía estaba en la mente y corazón de todos al igual que Antony.

-Esta muy vieja. Dijo Archie poniendo una mano en un hombro de Candy.
-Si, pero aun así conserva su toque mágico, ¿No crees?.
-Si, lo se, la ultima vez que venimos a esta casa, fue con Stear.  Una lágrima rodó por la mejilla de Archie, recordar los momentos que paso con su hermano lo ponían triste.
-Vamos, Archie, no estés triste. Dijo Candy animándolo.
-Gracias Candy, creo que la única razón por la cual estoy aquí es por ti, el tío William y sobre todo por la dulce de Annie.
-Ya vez, Stear y Antony siempre quisieron que fueras feliz, y yo pienso que todavía quieren eso.
-Gracias. Dijo Archie no conteniéndose a abrazarla.

Fue un abrazo cálido y dulce, fue un abrazo de tristeza pero también uno con mucho amor. Tanto como Candy y Archie sentían como latían sus corazones, era una sensación hermosa saber que uno estaría siempre con el otro, en los momentos mas difíciles que pudieron pasar. Después de un par de minutos se concluyo el abrazo. Los dos se miraron a los ojos, sus ojos estaban rojos y cristalinos, se dedicaron una pequeña sonrisa de felicidad y decidieron regresar a la mansión.

*

-Oh ya llegaron, ¿Donde estuvieron?. Pregunto Albert.
-Fuimos a darle un vistazo a la casa del árbol. Contestó Candy.
-Me imaginó que debe de estar en un mal estado, después de tantos años.
-Si tío William. Respondió Archie.
-Bueno vallan a refrescarse, y luego cenaremos. Creo que todavía sigue en pie lo de tu propuesta Candy con los Leagan.
-Si Albert. Asintió Candy.
-Los veo en la cena.

Cada uno de ellos tomó rumbo a su habitación que habían instalado en la mansión, claro no iban a tardar mucho tiempo en la mansión, mas que un par de días como máximo.

Candy abrió su cuarto y se recostó en la cama.

Tal vez sea una mala idea invitar a los Leagan a las vacaciones, no creó que los chicos y yo nos sintamos cómodos, Albert los puede soportar pero yo no, aunque tenerles rencor es malo no puedo evitar sentir un poco de odio hacia ellos, ellos han sido muy malos conmigo, se que  odiarlos no llevan a nada. ¿Y si los invito a las vacaciones? Sera que los podre llevar bien, y ellos me llevaran bien, tal vez cambien un poco y nos acerquemos mas.

Invitar a los Leagan, tal vez no fuera una mala idea.

Llego la hora de la cena, Candy estaba un poco nerviosa por la invitación, pero tenía que hacerla era un paso mas.
Ya estando todos sentados y cenando. Candy no se armaba de valor para que las palabras salieran de su boca. Hasta que Albert hizo un carraspeo, para que todos lo oyeran, sabía Perfectamente que hacia.
Y eso significaba que era el turno de hablar de Candy.

-Candy, ¿Tienes algo que contarnos?. Dijo Albert.
-Ah, oh sí,  bueno, creó que fuimos un poco egoísta a no invitarlos Eliza y Neill, así que Albert ah dicho si ustedes quisieran venir.

Después de la invitación de Candy todos los rostros fueron dirigidos a ella, tanto como Annie y Archie la miraban confundidos ya que ellos no sabían nada, la tía Erloy solo miraba a Albert porque tampoco a ella le habían mencionado el tema, las caras de Eliza  y Neill no eran para nada la que todos se esperaban, era una de recelo y enojo, quien podría rechazar unas vacaciones a Florida.

-No gracias. Contesto Eliza así de seca.
-¿Segura Eliza?. Pregunto la tía Erloy.
-Si, Neill y yo estamos bien en Chicago, no necesitamos que nos lleven de vacaciones, y sobre todo por lastima, nosotros podemos ir solos, si queremos.
-Esta bien, como ustedes decidan. Dijo Albert. - No  los estamos obligando a nada.
-Si tío William estamos bien. Respondió Neill.
-Bueno, no tengo porque seguir aquí escuchando su platica sobre sus vacaciones, ¡Gracias! Pero ya me voy a mi habitación. Dijo Eliza levantándose de la mesa.

*

-Realmente no se cual es la envidia de Eliza. Dijo Annie, quien se acomodaba en la cama.
-Ni yo se Annie, tuve una discusión con ella en Lakewood y con lo de las vacaciones se enfado más. Dijo Candy, mirando el techo de la habitación con sus manos sobre su cabeza.
- A veces siento lástima por ella, siento que no tiene el cariño y el amor que nosotras tenemos.
-Yo siempre conté contigo, así como tu constaste conmigo, desde chiquitas hemos sido como hermanas y aveces pienso que eso le hace falta a Eliza, una hermana.
-Si, Neill es hombre y es obvio que no puede platicar mucho con Eliza.
-Pero en fin, te gustan los planes para ir de vacaciones.
-Si Candy, estoy muy entusiasmada.
-Me alegra Annie, que descanses. Dijo Candy con mucho sueño.
-Igualmente Candy. Dijo Annie cerrando sus ojos y quedando completamente dormida.

Una vez mas las chicas dormían juntas como en el hogar de Pony, la noche era lenta y muy espesa. Otro día mas se acercaba para sus vacaciones en Florida, muchas cosas por explorar, por disfrutar, por descubrir, sin duda serian una de las mejores vacaciones  y esperaban que todo saliera bien.



~El Fin~ Candy Candy/COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora