Capítulo 8

1.3K 78 12
                                    

Una carta llegaba al hotel donde se hospedaba Terry.

Tocaron la puerta.
-Señor Grandchester, tiene una carta.

Terry abrió la puerta y recibió la carta.

-Gracias. Dijo tomando el sobre y cerrando la puerta casi al mismo tiempo.

La carta venía de New York, la sorpresa fue que la carta no era de Susana, si no de su madre.

Terruce Grandchester, tienes que volver, tu obligación es estar con mi hija Susana, ella te salvó la vida y tu como Caballero prometiste hacerla feliz, ella está devastada desde que te Fuiste a Chicago, así que te suplico que vengas, es tu Obligación.

Señora Marlow.

No tendré de otra que regresar a New York y terminar con todo esto.
Así que hoy comprare mi boleto de regreso a New York.

Terry salió de su cuarto, con dirección a la parada del tren, para comprar su boleto.

Candy llegó al mismo tiempo que Terry, aunque entraron por diferentes puertas. Habían 5 casillas para comprar los boletos, había mucha gente en la estación ya que pronto sería Navidad y la gente anticipaba sus viajes para no estar muy saturados el mero día, la Rubita fue a la primera casilla, mientras que Terry fue a la cuarta. En el preciso momento los atendían a los dos.

-Buenas tardes Señorita, quiero un boleto a New York.
-Para cuando Joven?
-El próximo.
-El próximo vendrá mañana al medio día.
-Esta bien, deme el boleto.

Mientras que Candy.

-Hola buenas tardes joven cajero.
-Buenas tardes señorita.
-Cuando sale el próximo tren a Lakewood?
-Mire señorita el próximo sale en la mañana, pero ya está lleno, tendría que esperar al otro que es a medio día.
-Oh muchas gracias quiero 3 boletos para mañana a medio día.
-Tenga señorita y gracias por su compra. Dijo el Joven guiñandole el ojo.

Nose si soy yo, o sentí que ese muchacho me estaba coqueteando. Pensaba Candy con una sonrisa pícara.

Candy salió de la fila al igual que Terry, ninguno de los dos se dio cuenta de la ausencia del otro.

De repente, un señor se desplomó en el suelo, está hirviendo en calentura y deliraba, como el señor cayó, era obvio que toda la gente se acerca.

Una joven que venía con el señor, empezó a gritar.

-¡Un DOCTOR! ¡Un DOCTOR!

Candy reaccionó a aquel suceso. Y fue rápido a ver al señor tirado en el piso.

-Con permiso, con permiso, yo soy enfermera. Dijo Candy mientras habría espacio para entrar en aquella rueda de personas que había.
-Por favor enfermera, que tiene mi papá? Pregunto la joven con un rostro todo mojado de lágrimas.
-Su padre tiene  la fiebre muy alta, puede tener problemas, hay que llevarlo rápido al Hospital.

Terry que también estaba entre las personas que estaban rodeándo al enfermo, vio a una linda enfermera, con un abrigo Café, de tres botones y con encaje en las mangas y cuello, un pequeño gorro del mismo color.

Es Candy, después de más de un año, eh vuelto a ver a El Amor de mi vida, sigue igual, está hermosa como siempre, sus pecas son exquisitas, sus ojos esmeralda que me encantan, sus rebeldes cabellos rubios, me recuerda tanto muestra historia de amor en el colegio San Pablo, las vacaciones de verano en Escocia, nuestro primer beso, aunque fue doloroso me pego, jaja.

Todos esos recuerdos llenaban de alegría a Terry, se sentia tan emocionado, no hay otra persona en el mundo que lo ponga así.

Decio por hablarle, talves Candy no había visto su presencia, después de que se llevaron al señor a un hospital, Candy se sacudió las manos, como en plan de que todo ya estaba listo y ya había acabado su preocupación, empezó a caminar para salir de la estación, Terry quien la hiba sígueme dos metros por atrás, talves no quería sorprenderla aún, así que espero a que salieran de la estación.

Ya estando afuera Candy caminaba con las brazos cruzados, hacia mucho frío como para andar en la calle con el tipo de abrigo que tenia.

Terry se dio cuenta de la situación así que ya no soporto más y tuvo que sorprenderla.

Un abrigo muy caliente color marrón se colocó sobre la joven Rubia, Candy no tenía casi conocidos en Chicago, quien podría ser, pensaba.

Candy actuo rápido y voltio a ver quien era el sujeto que le puso el abrigo, era nadamás y nada menos que su querido chico rebelde del Colegio San Pablo.

-¡Terry! Dijo Candy muy sorprendida y sin más palabras que decir. Había quedado casi en shock, después de tanto tiempo sin verlo y de repente aparece.
-¡Candy! Dijo Terry en voz tan baja que sólo Candy pudo escuchar, sus ojos estaban tan brillantes.
-Terry.

Era lo único que podía decir Candy en ese instante, estaba tan impresionada por esa aparición de él, después de tanto tiempo ella todavía lo amaba, al igual que él a ella, aunque toda su alegría acabo rápido, al recordar las palabras de su Amiga Annie.

Terry está casado. Fue lo único que pensó Candy.

-Candy, mi Tarzán pecosa, ¿Que haces aquí en Chicago? Pregunto Terry un poco tembloroso.
-Yo, yo, yo, estoooy aquí por por Jhon. Candy estaba muy nerviosa por hablar con el tenía mucho tiempo de no hacerlo que hasta tartamudeaba.
-¿Por John? ¿Que le paso?
-Pues estuvo muy grave estos últimos días y viene con la Hermana María.
-Creo que la ví una vez en un pequeño parque cerca del hotel donde me estoy quedando.
-Ah si, y tu ¿Que haces aquí?
-Bueno eso es otra cosa, quería despejar mi mente. Dijo el chico sacudiendo su cabello castaño.
-Y que mejor que venir a Chicago verdad.
-Si, el estar aquí me tranquiliza.
-Bueno, ya me tengo que ir se Ah hecho tarde y tengo que regresar. Dijo Candy.
-Candy, ¿Porque te vas?.
-Bueno, tengo mis razones, para irme asi que adiós.

A Candy sólo le pasaba por la cabeza que Terry estaba casado con Susana.

-Toma Terry, ten tu abrigo te puedes resfriar, hace mucho frío. Dijo Candy extendiendo el brazo con el abrigo de Terry.

Terry tomo su abrigo y quedó muy sorprendido por el comportamiento de la rubia, pensaba que sería más gentil, ya que había pasado mucho tiempo sin verlo.

Candy siguio caminando,dejando sólo a Terry, era muy doloroso para ella, ya que era su segundo amor, el amor que no había olvidado.Una lágrima rodó por su mejilla al retirarse.




~El Fin~ Candy Candy/COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora