Capitulo 20

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Entrar a la mansión después de una tormenta, es un gran alivio, ahora un baño caliente, no seria nada malo.

Los tres chicos caminaban por el pasillo dejando sus huellas por todo el piso, andar descalzos en la mansión no les molestaba.

Después de un terrible silencio entre ellos Archie empezó a reír a carcajadas, era tan chistoso lo que miraba.

-¿Que causa tanta gracia? Preguntó la rubia, un poco confusa.
-Gatita, ahora pareces león, jajaja.
-Candy, tu cabello. Dijo Annie tratando de ocultar su risa.
-¿Que tiene? Diganme por favor. Candy ya estaba roja de tanto misterio con su cabello.
-Volteate en el espejo. Dijo Archie señalando un espejo grande detrás de ella.
-Oh por dios, mi cabello es un desastre y parezco un león. La joven se sonrojo y se llevo una mano a la boca.-Ahorita me duchare y estará listo, hay que irnos ya a las habitaciones para un baño.

Subieron las escaleras Archie fue a la habitación que antes tenia en la mansión, mientras que Candy llevo a Annie a su habitacion.

-Annie, date un baño, y toma el vestido que mas te guste.
-Candy, creo que seria mucho, son tus vestidos.
-Annie, cogerás un resfriado si no te pones algo seco, así que no discutamos y toma el que te guste.
-Gracias Candy.
-De mientras que te duchas iré ver a Albert.

La joven salio de su habitación y se encaminó a la de Albert, vio la puerta abierta y no penso dos veces en entrar.

-¡Dios mio Candy! Exclamo Albert, con los ojos muy abiertos. -Tu cabello, ¿Que le paso?
-Oh, se me olvido peinarlo, nos mojamos y nos secamos, no se como paso, pero ahora me lo arreglo. Solo venia a ver como seguías.
-Ah te deberías de dar una ducha o te resfriaras , por cierto el doctor consiguió mi silla de ruedas mas pronto de lo que esperábamos.
-Encerio Albert, que bueno que ya no estarás mas en esa cama, y no te preocupes estoy esperando a que Annie salga de mi baño.
-Si quieres puedes ducharte en mi cuarto.

Candy se sonrojo desde los pies a la cabeza, Albert es su tutor, y un buen amigo alguien en que confiar. Pero en su mente pasaba que no era malo ni tan bueno que ocurriera eso, aunque ya había vivido con el, ya no es lo mismo que en Chicago. Ahora ella era una mujer y el un hombre, ya no era una pequeña y ya pensaba mejor.

-Gracias Albert, pero esperare a Annie.
-Esta bien Candy, y perdón si te incomode.
-Claro que no Albert, sólo que me siento más agusto en mi habitación.
-Bueno Candy, por cierto después que te duches quisiera hablar contigo, Archie y Annie.
-Esta bien Albert, te veré alrato.

La joven salio del cuarto, cerrando la puerta muy despacio, camino hacia su habitación y Annie seguía dentro del baño.
Candy se dejó caer en su cama, y coloco sus manos sobre su cabeza, miraba el techo de su cama, tenía muchos colores y era una forma abstracta.

Viví varios meses con Albert, y nunca me importo ocupar el mismo baño, talves, lo miraba como un amigo, pero ahora es mi tutor, mi príncipe de la colina, y no se que me pasa, puede ser que me agrade Albert, pero no como amigo.

El agua de la regadera dejó de caer, había un poco de silencio, el único ruido de la habitación era del reloj que hacia tic tac a cada segundo, la chapa de la puerta se escuchó al abrirla.

-Listo Candy, puedes bañarte. Decía Annie, salio con una bata de baño y su cabello enrollado en una toalla.

La rubia no contestó, ni presto atención a lo que dijo Annie, estaba pérdida viendo el techo de la cama.

-Candy, Candy, ¡Candy!. Repetía Annie.
-Ah, Annie ya saliste, ahorita voy.
-¿Que tanto piensas Candy? Te noto pensativa, no me escuchabas.
-Ah en nada, apoco me estabas hablando no te escuche, perdón. Dijo Candy mientras se rascaba la cabeza por vergüenza. - Me bañare, ya empiezo a tener un poco de frío, ahí esta el ropero, toma la ropa que quieras.
-Esta bien Candy.

Después de una hora las dos chicas ya estaban listas, se miraban muy limpias y muy elegantes. Archie fue a verlas a la habitación para ir a ver a Albert.

Archie toco la puerta y después de ello salieron las dos chicas.

-Oh que elegantes se ven, después de tan sucios que andábamos. Dijo Archie.
-Gracias Archie, tu también te ves muy bien. Dijo la rubia.
-Gracias Candy, esta camisa es de seda pura.
-Siempre elegante Archie. Dijo Annie.
-Dijo Albert que nos quería ver a los tres, tiene algo que comunicarnos.
-Entonces vamos. Dijo Archie.

Los tres se dirigieron a la habitación de Albert, iban viendo cada uno de los cuadros que estaban ahí.

Cuando llegaron a la habitación el doctor iba saliendo.

-Buenas tardes doctor, ¿Como esta Albert?. Preguntó Candy.
-El joven William esta bien, vine a dejar su silla de ruedas.
-Que bien, Albert ya esta en su silla entonces. Dijo Archie entusiasmado.
-Si, joven Cornwell.
-Entonces Albert ya no estará mas en su cama. Dejo Annie con una sonrisa.
-Si señorita, bueno me tengo que ir, tengo otros pacientes, cualquier urgencia me mandan a llamar.

El doctor se retiro de la habitación y camino por aquel gran pasillo, hasta que su sombra ya no se miraba a lo lejos.
Los jóvenes entraron a la habitación.
Albert se encontraba junto con la chimenea, ya en su silla de ruedas.

-Hola Albert. Dijo Candy.
-Hola Candy, ya están limpios jajaja y huelen bien.
-Oliamos tan mal jaja. Dijo Archie dirigiéndose a un pequeño sillón que había.
-Y todo por la lluvia. Dijo Annie acercándose a la mesa de centro donde se encontraba el té. -¿Archie quieres un poco?.
-Si por favor.
-Y ustedes Candy y Albert. Dijo Annie sirviendo el té.
-Yo no, gracias Annie. Dijo Albert
-Claro que si Annie, me encanta el té. Dijo Candy.
-¿Y que era eso que nos querías decir Albert? Dijo Archie.
-Ah es una noticia que no creo que les agrade mucho.
-¿De que se trata Albert?.Preguntó Annie.
-George le comunico a la Tia Elroy sobre nuestro accidente y vendrá a Lakewood.

Candy tomaba su té, y de la noticia lo escupió todo.

-Veo que no te agrado la noticia, ¿Verdad Candy?. Dijo Archie.
-No es que me caiga mal la tía Elroy, pero ella no me lleva bien, siempre se la pasa retandome. Contesto Candy.
-Tranquila Candy, no creó que sea tan malo. Dijo Annie.
-Esa es una parte, los Leagan vendrán con ella.
-¡QUEE!. Exclamaron en coro los tres.
-Si, llegaran mañana.
-¡Tan pronto! Repitieron en coro.
-Solo eso les quería comunicar, quiero descansar un rato, los veo mañana, y por cierto la Tia Elroy piensa que Archie y Annie viven aquí, así que tendrán que venir a vivir aquí por a lo menos el tiempo que este ella aqui.
-Esta bien. Dijo Annie
-Bueno adiós chicos. Dijo Albert y los encamino a la puerta. -Candy te podrías quedar unos minutos.
-Claro Albert.
-Adiós Albert. Dijieron Annie y Archie en coro.

Los rubios se quedaron solos en la habitación, con esa noticia los dos se tenian que desahogar.

~El Fin~ Candy Candy/COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora