Gotas.

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P.O.V Marceline.

Es una mañana gris y fría, de las que nos encantan a mí y a Bonnie.

De esas en las que sacas vapor de tu boca por el frío del aire.

Estábamos viendo series en la pantalla del cuarto de Bonnie mientras tomábamos chocolate caliente, cuando Mentita abrió la puerta.

–Discúlpeme su alteza, necesito llevarme a Marceline para que me ayude con algo.

Bonnie vaciló la respuesta.

–Está bien Mentita, pero no se tarden mucho.

Así que volé hacia la puerta, que Mentita cerró detrás de mí. Me guió por el pasillo hacia no sé dónde.

–Dime qué ocurrió con el señor de las llamas. –Dijo él.

–¿Cómo sabes que fui con él?

–Sé muchas cosas. Dime, por favor. Mi deber es proteger a mi princesa.

–Hey, ahora es mía. –Fruncí el seño.

No sabía cuál era el plan de esta astuta Mentita, dudé si decirle la verdad o no, pero al final le dije todo.

–Querido, me sentenció cosas horribles por haber roto su regla de oro. "Nadie sale". Tomó la forma de... De mamá. –Me estaba llevando hacia el laboratorio.

No sé qué es lo que está tramando, cerró la puerta con llave y me sentó en un examinador.

–Ya no puedo caminar. Si toco el suelo, me va a doler como mil agujas clavadas en los pies. Ya nunca estaré sola, la voz en mi cabeza me tortura. Cada vez que me quede dormida iré a pelear con el señor de las llamas con la forma de mamá. Cuando toque el sol... Voy a ir directamente al infierno.

Mentita me colocó a través de una lupa enorme con una pantalla a un lado, y después supe que estaba viendo mi aura.

–No tienes aura.

–Es de esperar, estoy sentenciada.

–Tal vez pueda ayudarte... –Se notó la duda en su voz.

–¿Porqué lo harías?

–Porque... Porque Bonnibel te ama. No quiero que mi princesa sufra si te vas.

Oh, eso fue tan emotivo.

–No quiero que ella se entere de lo que voy a pagar. –Le dije, casi con miedo a ser escuchada.

–No te preocupes, Reina Vampiro.

____

Pequeñas gotas comenzaron a bajar por mis mejillas, que se confundían con las que caían desde el cielo.

–Marcy... ¿Estás bien? –Me dice el amor de mi vida, quitando con su pulgar mis lágrimas.

–Sí... Sólo es que, no sé qué hubiera hecho si te hubiera perdido. Me dejaría secar al sol.

–No digas eso mi vida, estoy aquí. Y siempre lo estaré.

Ojalá eso fuera cierto.

La estreché entre mis brazos mientras uníamos nuestros labios. Cada movimiento me da más vida, cada suspiro más esperanza.

Tiene puesta la pijama que le hice.

Y no se la quita para nada. Eso me hace llorar aún más.

Capítulo corto.

Aquí en México está el cielo gris:c no me da inspiración para algo lindo </3

En otras noticias, ¡500 vistas! Sé que es poco, pero nunca imaginé que gustara. <3

Es como esos artistas que a sus ojos, las pinturas que hacen son horribles.

Los quiere, Marcy. <3

Find me Somebody to Love!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora