VII. Dilemma

1.1K 187 94
                                    

Como cualquier otro día, Shinya había decidido molestar a Guren cual pasatiempo de todas las mañanas, pero primero iría a ver a cierta personita, tenía tiempo que no le veía, además le había tomado autentico cariño a Kureto, aún siendo su hermano adoptivo, todo comenzó desde que vio la maraña de sentimientos que era en verdad ¿tal vez no era tan malo?, porque los tenía a veces era un despistado, en demasía testarudo para descifrar los sentimientos de alguien más y eso Shinya lo sabía mejor que muchos, trataba de aparentar ser rudo y sin emociones, un bruto casi siempre si le preguntaban a él, pero lo quería y a Shinya se le hacia adorable que a pesar de que su hermano mayor sabía que Aoi gustaba de él y aunque el mismo hubiera admitido sentir algún tipo de atracción hacia ella, ninguno de los involucrados hacia nada por avanzar y eso le quedaba claro al él con ver el leve rubor en el rostro de la chica solo porque tiro uno de los folders de Kureto y se reafirmaba con ver la fría expresión del idiota del Hīragi mayor, Aoi levanto las cosas, se excuso y salió de la habitación.

La risa cínica de Shinya se expandió por la habitación, porque él noto la presión ejercida en la mandíbula contraria, estaba nervioso, aunque no se notará.

—Aoi espera a que la toques Kureto.

El mencionado se sonrojó hasta las orejas y tartamudeo cosas sin sentido para terminar con un «no seas estúpido Shinya» porque el ojizarco sabía que a veces la gente necesitaba un empujón o en este caso... Varios.

—Admite que no te molestaría.

Otro bufido escapo de los labios de Kureto y a punto de responder la puerta se abrió.

—¿Dónde están mis hermanos favoritos? —cuestiono Seishirō.

Shinya río, otro idiota en la habitación.

—¿Y Shinoa? Esto ya parece reunión familiar.

—Ella es mi hermana favorita, yo pregunté por mis hermanos.

Todos se miraron, sonriendo levemente mientras se embargaron en la calidez de una inesperada reunión.

—Touché Seishirō —El único sonido era la pluma de Kureto contra el papel y el bufido enojado del aludido.

—¿No hay saludo elusivo para mí, o sí? En fin, ¿de qué hablaban? —Shinya puso una expresión de falsa sorpresa y prosiguió a hablar.

—Cierto, cierto, discutía con que la pobre Aoi se hará vieja esperando que él siquiera le ponga un dedo encima.

Los hombres explotaron en carcajadas y Kureto en vez de avergonzarse se embargo en cólera, se estaban pasando de la raya y una pequeña vena comenzaba a formarse de forma tímida en la esquina de su frente.

—¿Podrían guardar silencio? Intento trabajar.

Más risotadas acompañaron el ataque anterior y luego rodearon al mayor, Shinya se sentó en las piernas de Kureto mientras que Seishirō se acercaba al oído del mayor y susurraba cosas sucias planteando la idea de que Aoi era la autora de tales vulgaridades profesadas por su irrespetuoso hermano, mientras que Shinya se burlaba con aquella sonrisilla traviesa dibujada en todo su rostro, Kureto estaba muriendo de vergüenza, ¿por qué todo era tan incómodo?

—Kureto ¿sucede algo?—cuestionó el Shinya.

Vio mover de un lado a otro renuente la cabeza a su hermano, horrible vida se maldecía Kureto, claro que el ojizarco seguiría molestando o eso tenía en mente hasta que vio cómo Seishirō se separaba abruptamente y en una carrera contra el tiempo se tiró en el sofá poniendo la cara seria y amargada que constante fingía poseer, «malcriado, se repitió Shinya bufando mentalmente o eso hasta que la puerta de la oficina se abrió, Guren Ichinose se encontraba en la puerta con una pila de documentos, Kureto tenía aún las orejas rojas de vergüenza y Shinya estaba en shock, se dio cuenta de que estaba tan concentrado en el maravilloso sonido de su propia risa que olvidó un momento su entorno, los otro dos actuaban ajenos a los pensamientos del de ojos zafiros, casi de inmediato que salió Guren de la habitación, Shinya se levantó para seguirle, pero aun antes de salir escucho una risotada que juraba provenía de los labios de Seishirō, luego escuchó cierta frase que hizo que fuera él quien deseaba ser tragado por la tierra.

Textos『Gureshin』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora