Shinya tiene un sueño bastante ligero y no ayuda a veces. Justo ahí. Está teniendo lo que se podría llamar epifanía, pero no es más que una visión de recuerdos viejos y olvidados. Guren también solía tener el sueño ligero, cuando estaba abrumado por preocupaciones sinsentido, pero más que nada. Era ella. Solía contarle sus sueños recurrentes con ella, decía que había un espacio en blanco entre ellos siempre, ella sonriendo con sus hermosos dientes blancos y nunca se encontraba seguro de sí, acercarse a ella o sólo tomar la espada y matarla de nuevo. Aún así, ella está parada ahí. Nunca se mueve. Eso era suficiente para volver loco al Ichinose y hacer que se levantará arrepentido, triste, y, tal vez, sólo tal vez un poco culpable.
Guren también es un buen mentiroso, pero nunca pudo ocultar algo mucho tiempo de la mirada perspicaz de Shinya, y, es por eso que el Hīragi se encuentra recapacitando acerca de la situación, del todo que los une. También recuerda a Guren llendo a su habitación sin falta cada noche, cuando las pesadillas eran ineludibles. Y ahora que Shinya lo piensa, no entiende cómo es que no se dió cuenta del sentimiento desbordante que burbujeaba en su interior, incluso en aquel entonces, cuando el mundo era oscuro, y la bruma de la muerte se arrastraba tras ellos. Cuando no podían mostrar más que seriedad.
En esos momentos, sólo se pertenecían a ellos mismos. El café. Las peleas. Las estrategias de batalla. Pequeños momentos, que son todo y nada. Todos entretejidos para llevarlos hasta donde se encuentran ahora mismo.
Todo aquello que desembocó en el bello desastre que son ahora. Porque Shinya recuerda a Guren empapado en sudor, y, respirando agitado a causa de las pesadillas. Pero hoy no, mañana tampoco, no sabe con exactitud qué cambió dentro del azabache, pero no ha sufrido por ella desde hace más de dos años, el peso sobre sus hombros no parece estarlo aplastando, las muertes de sus solados han válido todo aquello que debían, tampoco hay guerra. Él sonríe, se ríe, se burla, es capaz de disfrutar de todo aquello que no podía.
Porque todo lo que él quiere, lo obtiene. Guren es como el viento, pero Shinya comienza a preguntarse, ¿cómo atrapas al viento entre tus manos?
Un suspiró escapa de sus labios, y se permite mirar a la persona que duerme plácidamente a su lado, como siempre Guren está durmiendo, sabe que nada lo despertará a menos que su vida dependa de ello, y, aún así tardaría en sacar su trasero de la cama. Ahora es así, y, a Shinya le gusta como es. Aún no amanece, son como las cuatro de la mañana.
Pero no puede conciliar el sueño, sabe que probablemente por la tarde las cosas se tornen difusas debido a la falta de sueño, pero no podrían culparle, la labor burocrática que ha estado ejerciendo no lo ha dejado muy bien parado.
04:37a.m.
Sus pestañas revolotean en la inmensidad de la oscuridad que envuelve su habitación, sus fosas nasales expandiéndose y deleitándose con el aroma estancado en la habitación, una perfecta sincronía entre él y Guren.
Y se le antoja describirlo como "perfecto".
Sonríe sin poder evitarlo, está convencido de encontrarse en la cumbre del mundo, en un trono dorado sólo para ellos. Ve la figura del azabache a su lado. La luz de luna se filtra por entre las cortinas, iluminando su cama y arrojando un resplandor sobre la forma de Guren. Es casi un cliché; la forma en la que la luz se funde con la piel bronceada de Guren, bañándolo en un brillo exquisito, demasiado etéreo para alguien como Guren de entre todas las personas. Sin embargo, no puede evitar pensar que le conviene, su cabello negro brilla con intensidad, y, no lo puede evitar, sus dedos se hunden y lo acarician, está demasiado familiarizado con la suavidad del cabello de Guren, pero aún así es chocante, en torno a lo que es el Ichinose, en torno a lo que representa.
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Textos『Gureshin』
Fanfiction[Owari no Seraph/GureShin] テキスト | Guren Ichinose y Shinya Hīragi se gustan entre sí, pero están tan ocupados en sus deberes que son lo suficiente estúpidos como para dejarlo pasar e ignorar las señales, hasta que sus sentimientos desbordan y su ami...