El viento chocaba agradablemente contra su rostro y el sudor bajaba por su frente debido al esfuerzo, seguía entrenando, porque la única verdad estaba en que no podía dormir, todo era tan irreal, el Hīragi recién se cuestionaba.
¿Paz? ¿Mikaela apareciendo de la nada? ¿él huyendo de Guren?
Absurdo, si unos cuantos meses atrás alguien se hubiera acercado alguien a decirle tal barbarie, seguramente lo asesinaría el mismo por locura, sus labios se abrieron otro poco, dejando escapar un suspiro ahogado, sus ojos se mantenían ocultos debajo de la seguridad de sus párpados y Shinya continuaba golpeando sin descanso el pesado saco frente a él.
Él huyendo de Guren, que ridículo, pero era cierto, y a veces la verdad puede ser absurda, pero ¿qué le quedaba? ¿Hacer un berrinche y decir que nada paso, para luego negar cualquier relación con el azabache? Claro que no, no negaría nada con el azabache, sólo lo evitaba.
Se llama estrategia.
Eran casi las siete de la mañana en punto y sabía que necesitaba una ducha, más aun porque Guren no debía tardar en llegar y debería huir de la escena del crimen, ¿no es así? Así que huyó, no debería estar cerca de su oficina o sino se arriesgaría al verlo, pero la desgraciada vida esta llena de sorpresas, unas malas, otras buenas y otras graciosas, en este caso fue una de las malas porque Guren estaba ahí, mirándole con ojos somnolientos, al parecer alguien se quedó a dormir en la oficina, ¿cómo fue tan tonto y no consideró que Guren se podría quedar dormido sobre su escritorio si él era el único que lo levantaba? Ugh, la idiotez trae consigo grandes consecuencias.
—¿Shinya? —El ojizarco debería admitirlo, Guren completamente despeinado, bostezando y tallándose los ojos a causa del sueño era sin duda adorable, claro que eso no tenía que saberlo el contrario. Trago saliva y movió sus manos nervioso.
—Sí.
—Tenía tanto buscándote maldito idiota.
—Uh, ¿perdón? —Y sin saber ya estaba siendo abrazado por el contrario, desconfiado al inicio, Shinya devolvió el abrazo, sentía que era más el bastón de Curen.
—Si te hubieras quedado a escuchar mi respuesta... —susurro Guren aun oculto en el cuello contrario—, de haberlo hecho sabrías que me gustas también maldito imbécil.
Shinya rió levemente, aun así Guren tenía razón, pero al haber huido la primera vez y tan atareado de trabajo como estaba no había tenido tiempo de verle y entre más tiempo pasará todo se volvía un poco más complicado. Se volvió difícil confrontarlo.
—Tal vez... —susurro Shinya tratando de mantener estable a su ¿amigo? Ya no sabía lo que era en realidad.
—¿Por qué te fuiste?
—Tal vez cobardía, impulso...
—Espero jamás recordar que dije algo como esto —gruñó apagado Guren—, pero eres todo menos cobarde, eres la persona más valiente que conozco.
Y el Hīragi continuaba boquiabierto, aun sosteniendo el cuerpo de Guren que parecía caerse de cansancio, así que cuando se arreglarán, él mismo iría y lo patearía por ser tan irresponsable con sus horas de sueño.
—Gracias, y yo he de admitir que eres muy adorable cuando te lo propones, ¿sabes? —Y esa fue la gota que colmo el vaso, buenas intenciones o no, Guren se cabreo.
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Textos『Gureshin』
Fanfiction[Owari no Seraph/GureShin] テキスト | Guren Ichinose y Shinya Hīragi se gustan entre sí, pero están tan ocupados en sus deberes que son lo suficiente estúpidos como para dejarlo pasar e ignorar las señales, hasta que sus sentimientos desbordan y su ami...