CAPITULO 3

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Capítulo 3

La noche anterior no durmio bien, por lo que al llegar al trabajo la mañana siguiente Jared estaba sumamente distraído, tanto que cuando Elías comenzó a hacerle chistes o comentarios sobre la victoria de su equipo, él no contestaba, entonces le preguntó:

-    ¿Qué te pasa? ¿ No me estas escuchando?

-    Nada, es solo que tengo mucho trabajo y quiero terminarlo  rápido — se alejó dejándolo solo como le requirió, pues esa actitud no era rara en él.

Tras verlo salir intentó reunir lo que quedaba de su profesionalidad y dedicarse a trabajar, más a menudo a su mente venían párrafos de la novela y negaba con la cabeza pensando que el destino no podía ser tan malo y apesar de estar más nervioso cada vez, también con el paso del día aumentaba su resolución de recuperar esos archivos y destruirlos como debía hacer desde un principio.

A la hora del almuerzo Jared intentó evitar a Elías excusándose con el trabajo pero su perceptivo amigo se apareció con almuerzo para llevar en la puerta de su oficina antes de que el pudiera escapar. Empezó a relajarse cuando los primeros quince minutos Elías solo conversaba sobre una presentación que harían al final de semana, más de la nada justo en medio de una conversación netamente profesional preguntó:

 - ¿Qué paso por fin anoche? ¿A qué hora termino yéndose Abi? — Jared no agradeció la estrategia de su amigo de atacarlo con la guaria baja.

- Nada, pues ella subió uso el baño luego hubo una pequeña confusión y me moleste por una tontería así que, como la trate mal, le invite a cenar para disculparme — se encogió en hombros restándole importancia con la esperanza de que lo dejara correr, no era una opción contarle a su amigo de los archivos, él no lo entendería.

- Huy pero cuanta molestia, no podía decirle disculpa y ya, me suena a que quieres algo más, cosa que me parece bien, aunque ¿qué pasó con todo esto de no tenerla cerca y demás? — no, no lo dejaría correr, la picardía del comentario indicaba que con esa situación se la estaba pasando en grande.

 - ¡En este caso asumo el riesgo! — contestó Jared frunciendo el ceño dándole una clara advertencia de que no quería hablar de eso, Elías entendió.

- Bueno finalmente ella aceptó, y eso es un buen comienzo, me cuentas como salió todo y ¡mucha suerte! — le dijo al salir de la oficina mirando su reloj. 

- ¡Ok gracias! — un sentimiento de anhelo por asistir a esa cena con las intenciones que sospechaba su amigo lo invadió, pero solo por unos momentos pues rápidamente volvió a su actitud anterior.

Jared era consciente del riesgo que se estaba tomando con esa cena, pero no era indicación de que estaba cediendo, como lo había insinuado su amigo, ahora era más importante recuperar sus cosas, luego de ello volvería a su vida normal; absorto en su trabajo, como debía ser, el así lo había decidido hacía mucho tiempo y ese debía seguir siendo su norte.

Al llegar a su casa preparó una receta de su mamá y se vistió casual; bermudas caqui, franela y un suéter, quería dar la impresión de sentirse relajado, la sola idea de pensar en estar a solas con Abi era todo un reto.

Cuando llego al edificio de Abi esta no había llegado, le preocupó que lo dejara plantado, pero pronto apareció y al verlo se aceleró un poco, le pidió que fuera por unas bebidas y así lo hizo, el camino de ida y vuelta le sirvió para reflexionar; esto debía ser algo así como su primera cita sino fuera por el hecho de que él no estaba allí por ella, si no por los archivos y debía enfocarse, cuando llego  hasta el apartamento Abi ya tenía preparada la mesa con los platos, los vasos y todo listo para servir, eran ideas de él o ella estaba tratando de apresurarlo todo, no tenía problema con eso siempre y cuando lograra obtener lo que buscaba, pasó y fue directamente a la mesa, se sentó y queriendo ganar un poco de su confianza comenzó a disculparse alegando que el stress del trabajo a veces le afectaba su percepción de la realidad, ante ese comentario Abi no pudo contener la risa y el disfrutó de ver como una simple sonrisa se transformaba en carcajadas, decidió escucharla hablar mientras ideaba la forma de lograr su cometido.

APRENDIENDO A AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora