EPILOGO

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- ¿Todo bien bonita?- Jared preguntó a través de la puerta inseguro, las mañanas eran una pesadilla para Abi y por su puesto para el también, no le gustaba verla pasar por los “malestares matutinos” como lo llamaba la doctora, él le había asegurado el día anterior que era completamente normal, que no estaba enferma y que la mayoría de las embarazadas superaban esos malestares después de los 3 meses de embarazo, según la cuenta hoy se cumplía el tercer mes y allí estaba nuevamente vomitando en el baño, fue a la cocina y tomó un vaso con agua y le exprimió un limón como todas las mañanas hacía.

- ¿Lo tienes amor? - intento no fijarse demasiado en los rasgos de su cara, había bajado casi 3 kilos desde que había empezado en embarazo y eso lo tenía al borde, si la mañana siguiente seguía con los malestares cambiarían de doctora, no admitiría discusión al respecto.

- Si, aquí esta - Abi tomo el agua con limón y sonrió con alivio, Jared se dispuso a prepararle un desayuno sustancioso para ayudarle a recuperar su peso.

- No tengo mucha hambre - comentó y Jared reprimió las ganas de atarla a una silla y hacerla comer todo lo que encontrara en la nevera.

- Tienes que alimentarte bien bonita, la beba lo necesitara - intento persuadirla con lo que siempre daba resultado.

- Es un niño - aseguró volteando a verlo con una sonrisa - Esta bien, solo unas tostadas y una ensalada ¿sí? - Jared asintió victorioso y agregó al pedido un poco de queso.

- Tengo que irme, pasare por ti al salir para ir a la casa de Elías - fue hasta la habitación y tomó su cartera - Bonita ¿has vuelto a hablar con Sara?

- Si, nos reuniremos con ella mañana a las seis de la mañana - le causo gracia la forma en la que Abi arrugo la cara, estaba seguro de que la idea de levantarse tan temprano no era de su agrado - ¿qué te dijo Mario sobre lo que te propones? - Jared se encogió en hombros.

- Me dio carta blanca - evito agregar "como siempre" para no parecer jactancioso.

- Si quieres mi opinión, Sara no se quedara en la misma empresa que tú, no importa cuánto dinero y cuan atractivo sea el puesto que le ofrezcas.

- No se lo ofreceré yo - le guiño un ojo, Abi negó con la cabeza pero se le escapo una sonrisa.

- Ve aquí - la halo hacia él y Abi soltó la carcajada cuando toco la parte de atrás de su cuello en su punto más sensible - te voy a extrañar - le aseguro cuando dejo sus labios un momento para respirar.

- Sé que estas últimas semanas no han sido las mejores, pero guardo las esperanzas de que poco a poco los síntomas mejoren, te amo, ve con cuidado - le advirtió con una sonrisa en su rostro que le hacía estremecerse de felicidad.

- Lo hare, tú también - Abi la miro haciendo una mueca.

- No iré a ningún lado ¿recuerdas? - le dedicó un puchero y el le dio un beso en la frente antes de salir, por eso buscaba salidas para entretenerla, todo el proceso del primer trimestre del embarazo había dado un vuelco completo a su vida de recien casados.

Elías lo esperaba en su oficina y lo saludo con un ceño apenas entro, Lea lo siguió y le entrego una carpeta, le dio las gracias y tomo asiento.

- ¿Que te dijo? - Elías negó con la cabeza.

- Le esta yendo muy bien - Jared se concentró en el informe que Lea le había entregado.

- ¿Eso te dijo? - una sonrisa irónica se instaló en su rostro hasta que levantó su mirada y vio a Elías observarlo cansado.

- No, lo comprobé por mí mismo, lo que dice Rebeca es cierto, no regresara - Jared se encogió en hombros.

APRENDIENDO A AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora