CAPITULO 29

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Estoy de vuelta pero no por mucho, les dejo este capitulo para comprar su perdón.

Gracias encarecidas a quienes me enviaron mensajes de preocupación y exigencias ( XD ) los gastos familiares han requerido que me ausente mas de lo que me hubiese gustado y he tenido que dedicarme con mi esposishi de lleno a producir lo necesario para cumplir con nuestras metas :), quienes viven en Venezuela entenderán que paso algo de tiempo haciendo colas para conseguir cemento y pañales, tiempo que pudiera ocupar escribiendo :(, y podrán entender también que no puedo hacerlo desde mi teléfono pues corro el riesgo de, como decimos por aquí, quedarme sin el chivo y sin el mecate.

Lo importante es que haciendo uno que otro milagrito por allí, aquí tienen este capitulo, y espero que lo disfruten, ya falta muy poco y espero de verdad poder empezar con lecciones de amor pronto, pero no depende de mis deseos sino mas bien de mi tiempo.

Gracias por su espera (aquellos que aun esperan)  :s

Su apartamento ofrecía el peor estado que no había tenido nunca, bueno tal vez exageraba, después de algunas fiestas pudiera estar peor, pero por todos los cielos como podía una sola persona hacer tanto desorden, la sala estaba hecha un caos, había ropa y bolsas de compra por todos lados, la cocina tenia mas utensilios sucios de lo que es solo había ensuciado en una semana, y sobre la mesa del comedor había un montón de revistas, papeles y recortes de todo tipo, cerró los ojos rogando que aquello fuera una pesadilla pero cuando los volvió a abrir seguía teniendo frente a él el mismo escenario.

- ¿Abi? - la llamo con algo de impaciencia ¿era mucho rogar llegar a un lugar que le brindara el descanso que tanto necesitaba?

Entro y cerro la puerta tras el, no quería que nadie viera ese desorden, Abi no estaba por ningún lugar visible así que fue hasta su cuarto, iba a abrir la puerta pero al ver toda la ropa regada de la sala lo repensó y toco, una, dos, tres veces y nada, Abi no contestaba. Tomo el pomo de la puerta y lo giro llamando a Abi y avisándole que iba a entrar, pero nadie contesto.

Termino de abrir y lo que encontró lo descoloco, el dormitorio estaba perfecto, salvo por un colchón que estaba ubicado a unos metros de su cama, un par de cobijas y almohadas reposaban allí, y el vio el cielo, era todo lo que podía pedir, aunque un deje de decepción se alojo en su pecho, por un momento se había imaginado compartiendo la cama con Abi, pero debía reconocer que eso era mejor, le ofrecería un mejor descanso.

O por lo menos eso pensó hasta que la vio salir del baño, su boca se abrió sin poder evitarlo y su mirada le recorrió el cuerpo hambriento y no se iba a disculpar, no podía aunque quisiera, si ella salia del baño con un atuendo tan revelador el disfrutaría de la vista.

- Oh - le miro sin una mínima de timidez - ya estas aquí - Jared asintió sin poder articular palabra nunca había visto tanto de sus piernas, parecían interminablemente hermosas y tersas, daría lo que fuera por darle un apretón justo en su media pierna, guiarla con su mano hasta que la enroscara en su cintura... se aclaro la garganta.

- La salida con tu hermana a estado entretenida ¿no?- la poca luz que ofrecían las mesitas de noche lo mostraron que si había algo de sonrojo en sus mejillas pero su actitud seguía siendo despreocupada y atrevida.

- ¿Lo dices por las cosas en la sala? - Jared la miro intentando esconder su inconformidad - si mañana tengo tiempo, lo arreglare, ahora estoy muy cansada, eso de allí - le señalo el colchón inflable - es tu cama, en la nevera hay un poco de pizza - levanto las mantas y se sentó sobre la cama sacando una crema de la mesita de noche que esa misma mañana no había estado allí, la aplaudió internamente, si que estaba haciendo una escena allí, tomo un poco de crema y comenzó a pasarla deliberadamente lento por sus piernas, Jared trago fuerte y salio de allí.

APRENDIENDO A AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora